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La Sierra de Gata

La sierra de gata

Sierra de Gata es un paraíso que te sorprenderá. El incendio del pasado verano es un mal recuerdo que ha afectado a una pequeña parte de la enorme riqueza de esta zona de Extremadura en la que destacan su arquitectura tradicional, sus bosques llenos de senderos, los innumerables cursos de agua y sus pequeños pueblos. Invitamos a hacer un recorrido para descubrir su magia.

Empezamos por Cilleros, conocido por sus vinos y viñedos para seguir por pueblos singulares como Trevejo y San Martín de Trevejo, con una personalidad y belleza especial: arquitectura interior cuidadísima, agua corriendo por sus calles, paisajes de castaños... Aquí oirás a sus gentes un característico dialecto de origen galaico-portugués: ‘A Fala’.

Para comer recomendamos un buen guiso de la tierra o alguno de sus suculentos platos de setas ya que la Sierra de Gata es un paraíso micológico. El otoño es la fecha ideal para dar un paseo por el campo en busca de estos manjares silvestres.

Después podrás recorrer la zona oriental pasando por Acebo y Perales del Puerto, característicos por su arquitectura serrana, donde predominan construcciones con entramado realizado con maderas de castaños. El siguiente tramo te llevará por Santibáñez el Alto, que aún conserva un castillo musulmán.

En Torrecilla de los Ángeles y Villanueva de la Sierra abundan construcciones serranas de mampostería y en Torre Don Miguel hallarás un caserío en el que deberás recorrer sus numerosas muestras de arquitectura religiosa del s. XVI, entre ellas la ermita del Cristo.

Gata te deslumbrará por el impresionante retablo de la iglesia de San Pedro, obra de Pedro de Paz, y el escudo de Carlos V esculpido en la fuente del chorro. Tiene el título de Bien de Interés Cultural. Cadalso en su día fue residencia de Alfonso IX y está rodeado de una exuberante vegetación.

También te encantará pasear por las callejuelas de Descargamaría mientras degustas una de sus deliciosas roscas de huevo, justo antes de dirigirte a Robledillo de Gata, una de las poblaciones más bellas, declarada Bien de Interés Cultural, allí podrás prestar atención a su particular arquitectura de casas de madera, algunas con pinturas murales, junto a las que discurre un arroyo con pintorescos saltos de agua.

Localización: Extremo noroeste de la provincia de Cáceres, en Extremadura.

Extensión: 1.211 km2.

Municipios: Acebo, Cadalso, Cilleros, Descargamaría, Eljas, Gata, (La Moheda), Hernán-Pérez, Hoyos, Moraleja, Perales del Puerto, Robledillo de Gata, San Martín de Trevejo, Santibáñez el Alto, Torre de Don Miguel, Torrecilla de los Ángeles, Valverde del Fresno, Vegaviana, Villamiel, (Trevejo), Villanueva de la Sierra y Villasbuenas de Gata.

Lugares de Interés

Nuestras costumbres

ARTESANÍA

La artesanía tuvo casi siempre una finalidad utilitaria, en la que con frecuencia iban de la mano lo útil y lo bello. De ahí que hoy, cuando buena parte de los objetos de uso doméstico, de fabricación artesanal antes, se han industrializado, hayan desaparecido o estén en trance de hacerlo no pocos oficios, como silleros, cesteros, caldereros y otros. Persisten, sin embargo, algunos, testimonios vivos de un pasado que era casi un medio de vida. Tal es el caso de las encajeras de bolillos que todavía se siguen haciendo en Acebo y que se distribuyen por medio mundo. En Gata subsisten algunos 'orives' que aún elaboran los ade- rezos -argollas, pendientes de lazo, hilos y cruces de oro- que lucen mozas y menos mozas en las grandes ocasiones. En Hoyos se siguen haciendo tamboriles y gaitas, elementos substanciales antes de fiestas y bailes, pues eran como la banda de música de la época. También el cuero mantiene activo algún representante en Villamiel. O la fabricación de sillas de madera y enea en Gata. Permanencia, en suma, de antiguos oficios, que son como recuerdos vivos de nuestro pasado.

TRADICIONES

Los pueblos de la Sierra de Gata han sabido conservar su arquitectura popular que les identifica, manteniéndose fieles a usos y costumbres, conservando la tradición de sus fiestas populares. Por lo que a estas fiestas se refiere, nunca se perdió la raíz y hoy los festejos patronales han recobrado y hasta acrecentado en todas partes su esplendor.

Las fiestas ocupan un lugar destacado en el calendario anual de esta comarca. Algunas de ellas son puramente religiosas y otras son de orígenes tan remotos que nos trasladan hasta las tradiciones paganas o ritos ancestrales como el Capazo en Torre de Don Miguel. A menudo, estos orígenes han provocado una explosión de color, alegrías populares, danzas, trajes típicos guardados para la ocasión.

Nuestras celebraciones son manifestaciones espontáneas del sentir popular con un componente de tradición, cultura, distracción, manifestación social o religiosidad. Pero cada una de ellas, en los diferentes lugares de celebración, tiene sus rasgos distintivos, aportando su definida personalidad. Fiestas como San Blas en Cilleros, en Valverde del Fresno, o en Moraleja. Santiago en Gata o Villamiel, San Antonio en Cadalso, 'La Enramá' en Hernán Pérez, 'los Santitos' en Torrecilla o Santibáñez el Alto, la Semana Santa en Robledillo de Gata, La Cruz Bendita en San Martín y en Trevejo, La Pasión en Torrecilla de los Ángeles, 'el Marro' en Descargamaría, o como en Villanueva de la Sierra que celebra su homenaje al árbol siendo la fiesta más antigua del mundo, por citar algunas, manteniendo las antiguas costumbres de las salvas de pólvora o las capeas de toros en Villasbuenas de Gata, enriquecidas con otros elementos festivos.

Tradiciones renovadas, desde hace siglos y que se repite año tras año.

GASTRONOMÍA

La alimentación de los pueblos estuvo ligada básicamente a las producciones propias, que en determinadas fiestas y acontecimientos familiares o sociales se enriquecía con otros elementos. La Sierra de Gata no es ajena a esta regla. Así, el aceite de oliva de extraordinaria calidad y con Denominación de Origen Protegida "Gata-Hurdes", el vino, la miel, el cabrito, el queso de cabra, los productos del cerdo de la matanza familiar, las castañas, las verduras cultivadas en las pro- pias huertas, han sido y siguen siendo elementos fundamentales y nobles de la gastronomía serragatina.

Y como la bondad del plato dimana básicamente de la bondad y calidad de los productos con los que se elabora, bien puede hablarse en los pueblos de Sierra de Gata de una cocina sin trampa ni cartón. Luego, llegada la ocasión, se enriquecerá el yantar con las posibilida- des que brindan las frutas autóctonas, las abundantes setas de tempo- rada o los 'dulces de sartén', que aportan la sorpresa.

A FALA. EL LEGADO CULTURAL

La Junta de Extremadura ha reconocido a La Fala como "Bien de Interés Cultural" oficialmente.

En la Sierra de Gata, en su extremo occidental que se une a Portugal, nace el río Eljas, en cuyo Valle alto acoge las localidades y términos de San Martín de Trevejo, Eljas y Valverde del Fresno. A tal afluente del Tajo se une, desde Portugal el río Torto, y en el término de Valverde los arroyos Pesqueiro, Sobreiro, Fumadle, por su margen derecha los tres. Por la izquierda, en este valle, se le une la Rivera de San Martín y ya en el valle de Villamiel - Trevejo, la Rivera trevejana que se une al Eljas en el punto en que existió hasta el siglo XV o XVI la localidad de Salvaleón, hoy ruinas y antes, según algunos historiadores la INTERANNIA romana.

Los nombres vernáculos de estos arroyos, ríos y riberas, como los de las tres villas del valle (As Ellas, Sa Martín de Trevellu y Valverdi du Fresnu) nos delatan la existencia y vigencia actual de su Fala.

Vindi a Serra de Gata, cheus de ilusion, a magia a poñemus nosVen a la Sierra de Gata, llenos de ilusión, la magia la ponemos nosotros

ORIGEN.- Esta lengua materna, viva aún es estas villas, es según se ha dejado palpable en los más recientes estudios filológicos e históricogeográficos sobre ella, una rama del GALAICO-PORTUGUÉS que siguió a la romanización peninsular y aquí quedó fija, principalmente, desde la denominada Reconquista, en tiempos de Fernando II y Alfonso IX, de la zona. La donación del Castillo de Trevejo por el primero, los Fueros de Salvaleón por el segundo, con sus analogías en tierras de León, Zamora, Portugal de hoy (Riba, Coa, etc.), lo dejan claro.

En estudios comparativos se resalta su identidad con el gallego actual suroriental. Los fenómenos fonéticos, morfológicos, léxicos, que se registran aquí, como en el Bierzo, occidente asturiano, zona zamorana, son asimilables al gallego y lo diferencian bien del portugués, aunque con ambas lenguas comparta "F" inicial y tantas etimologías latinas. Se aprecian en la Fala rasgos del antiguo leonés, préstamos del araba y bastantes palabras prerromanas, como ocurre con el castellano y otras lenguas románicas, que por el siglo X, XI eran tan similares en Iberia.

EXTENSIÓN.- La Fala vive y se utiliza en las tres citadas villas. Es conveniente recordar que en esta zona geográfica, de tan sólo 251,71 km2 habitaban unas 6000 personas en el siglo XVI y que existían otras poblaciones y caseríos, como Salvaleón, Santa Ana, Torrelamata, La Granja, etc. Hoy en día la Fala está viva en las tres villas del valle y se habla, incluso en ciertos niveles que llaman "oficiales" por la mayoría de los habitantes y todos los nativos que viven fuera de aquí.

Aunque básicamente es igual en sus raíces presenta tres variantes locales "mañegu" en San Martín de Trevejo, "lagarteiru" en Eljas y "valverdeiru" en Valverde del Fresno.

“Fala i Cultura”, la Asociación que une a todos los amantes de este patrimonio cultural en las tres villas comprometidos no sólo para hablar, sino para trabajar en su conservación, darla a conocer, valorarla y apreciarla en cuanto posee de esencias filológicas, históricas, culturales y humanas, ha conseguido que la Unión Europea la reconozca como Lengua minoritaria. Sus esfuerzos también van encaminados a la defensa del patrimonio histórico, natural, cultural, etc.

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