Stuttgart

La ciudad

Rodeada por montes y bosques, Stuttgart es la puerta de entrada a la Selva Negra y un destino muy popular en la zona. El clima es oceánico y contrasta con el frío de otras regiones alemanas. Recorriendo la ciudad llegarás a Schlossplatz, la plaza más grande y centro de operaciones. Junto a ella, descansa el Neue Schloss o Palacio Nuevo, de estilo barroco aunque reconstruido tras los daños recibidos en la Segunda Guerra Mundial. El Castillo Antiguo está también en el centro y acoge el Museo del Estado. La torre de televisión Fernsehturm también es uno de los símbolos de la ciudad con 483 metros de altura.

Jardines Scholssgarten

Jardines Scholssgarten

Jardines Scholssgarten

Comienzan muy cerca de la Schlossplatz y se extienden hasta el río Neckar. Son un lugar perfecto para pasear o practicar deporte al aire libre. Está lleno de estanques, esculturas y monumentos para acoger a los visitantes como un oasis de tranquilidad dentro de su visita. Es sólo una de las zonas verdes más famosas ya que la ciudad cuenta con diversos parques como el Wilhelma, Hohenheimer Gärten o Rosensteinpark.

Museo Mercedes Benz

Museo Mercedes Benz

Museo Mercedes Benz

Es una de las principales atracciones de la ciudad. Para empezar, su fachada y arquitectura son una obra del arquitecto Ben van Berkel y Caroline Bos. Está inspirado en la superposición de tres círculos y fue inaugurado en 2007. El museo contiene más de 160 vehículos que repasan 120 años de historia que no sólo son interesantes para los fans de la marca sino para cualquier tipo de visitante.

Museo Porsche

Museo Porsche

Museo Porsche

Otro de los motivos automovilísticos para viajar a Stuttgart. Arquitectónicamente es una experiencia en sí mismo. El edificio está soportado por tres estructuras en forma de “V” como una representación de la filosofía de la compañía. En la parte superior, la cristalera abre el espacio al exterior. A través de los vehículos expuestos no sólo conoceremos los modelos más emblemáticos sino también los logros técnicos alcanzados desde principios del siglo XX. Además la exposición se va renovando e incorporando de forma temporal nuevos vehículos.

Selva Negra

Selva Negra

Selva Negra

Aunque está cerca de otras grandes ciudades alemanas, volar a Stuttgart es una buena opción para visitar el sur del país. Bañada por el río Neckar, Stuttgart también es conocida por ser la puerta de entrada a la Selva Negra y la región de Baden-Württemberg, entre Baviera, Suiza y Francia. Es reconocida por sus desfiladeros, valles, prados, pueblos y románticos paisajes. En su interior se esconden impresionantes lagos como Titisee, el Schluchsee y el Mummelsee o el Constanza, frente a Los Alpes. En pueblos como Schonack podemos ver el reloj de cuco más grande del mundo y muy cerca de allí, en Furtwangen, el Museo Alemán de Relojes. En general, la Selva Negra es un destino perfecto para los amantes del senderismo, ciclismo y actividades náuticas. A cuarenta kilómetros de Stuttgart se encuentran los Montes Suabos, llenos de castillos interesantes como Lichtenstein o Hohenzollern.

¿Qué comemos?

El barrio de Bohnenviertel reúne algunos de los mejores restaurantes típicos de la región y la vida nocturna. Son recomendados los riñones, el Spätzle (guarnición de pasta con cebolla frita), las verduras o los Maultaschen, raviolis de salchicha y espinaca. Para completar una buena mesa, Stuttgart tiene una larga tradición vinícola que se corona en la Fiesta del Vino (Weindorf) donde los viticultores comercializan sus caldos. De todos ellos, los más populares son el Trollinger, un vino ácido, Lemberger, Riesling, Kerner y Müller Thurgau. Por supuesto, la cerveza es también indispensable. Desde 1818 se celebra la Cannstatter Volksfest io Fiesta de la Cerveza a finales de septiembre donde más de cinco mil visitantes disfrutan de sus jarras de cerveza con codillo asado.

¿Qué hacemos?

Stuttgart es una ciudad tranquila que puede recorrerse paseando. Podemos visitar la Stiftskirche, la iglesia más conocida. Es de estilo gótico y fue reconstruida en la posguerra. Si lo que buscas es patrimonio artístico, la Staatsgalerie Stuttgart es tu lugar. Está localizada en un edificio postmodernista muy poco convencional y es uno de los museos más visitados de toda Alemania. Para descansar después de un día ajetreado, nada mejor que el parque de Rosensteinpark, que alberga el Museo de Historia Natural (Naturkunde Museum), el zoológico y el Palacio Rosenstein. Si la visitas en temporada navideña, el tradicional mercadillo ocupa la Marktplatz y la Schillerplatz con más de doscientas casetas de madera en las que se puede degustar la gastronomía local y los típicos dulces.