La Cueva de Los Verdes
La Cueva de Los Verdes
Situada al norte de la isla, es una de las principales atracciones naturales de Lanzarote. Durante la visita, de aproximadamente una hora, protagonizamos un descenso a las entrañas de la isla a través de uno de los túneles más extensos del planeta. De él se conocen más de seis kilómetros de longitud y 16 jameos (aberturas que dan acceso a las siguientes rutas) que recorren desde el cono volcánico hasta el mar. El origen de la cueva está en la actividad del Volcán de la Corona, por el enfriamiento y posterior solidificación de la lava en contacto con el aire. La visita del público sólo comprende alrededor de un kilómetro de galerías, en algunos tramos con varios niveles en los que se descubre la paleta de colores que decora las paredes y bóvedas de la gruta. La oxidación rojiza el hierro y el reflejo de la luz sobre las salinas del agua filtrada son los culpables. El túnel además, se prolonga bajo el mar 1500 metros en el tramo conocido como “Túnel de la Atlántida”. Su formación se debe a que el nivel del mar antes estaba ochenta metros por debajo del actual.
Los Jameos del Agua
Los Jameos del Agua
Junto con la Cueva de Los Verdes, el túnel volcánico producido por el Volcán de la Corona cuenta con otro rincón turístico en Lanzarote: los Jameos del Agua. Están situados en la zona norte, en el tramo más cercano a la costa. También son conocidos por ser uno de los siete Centros de Arte, Cultura y Turismo de la isla y fue creado por César Manrique para convertirlo en uno de los puntos de interés turístico en armonía con la naturaleza. El nombre de los Jameos se debe a la formación de un lago interior originado por la filtración del agua al encontrarse por debajo del nivel del mar. El recorrido comienza en una escalera de caracol de piedra volcánica hasta llegar al Jameo Chico, marcado por la vegetación. El Jameo Chico es un ejemplo del acondicionamiento que desde 1966 el Cabildo afrontó para revalorizar este emblemático rincón. Se caracteriza también por el lago natural de agua clara y la estructura de bóveda de cañón. A través de una pasarela se accede al Jameo Grande, un oasis de agua, color blanco y piedra. Esta zona alberga un espectacular auditorio aprovechando las características de la gruta volcánica.
Paisaje lunar de Timanfaya
Parque Nacional de Timanfaya
La posibilidad de disfrutar de paisajes singulares como el de Timanfaya es uno de los grandes atractivos a la hora de viajar a Lanzarote. Este Parque Nacional tiene un conjunto de más de 25 volcanes inactivos, aunque algunos con baja actividad volcánica en el subsuelo. Una vez llegamos al Centro de Interpretación desde Mancha Blanca o Yaiza, dejamos el coche para recorrerlo en autobús ¡o dromedario! Otro de los paisajes volcánicos imprescindibles es el de Caldera Blanca, con varios volcanes y ríos de lava que comunican con Timanfaya. Como curiosidad, en Timanfaya hay un restaurante que cocina con el calor que desprende la tierra.
Las Playas
Costa de Lanzarote
Con un clima envidiable, las playas de Lanzarote resultan paradisíacas. La temperatura media anual del agua es de 19,5ºC y el mar está generalmente tranquilo. Con estas condiciones, los deportes náuticos y las excursiones marítimas son actividades perfectas para practicar en la isla. Algunas de las playas más populares son la de Famara, en pleno parque natural e ideal para surferos; el Papagayo, caracterizada por su origen volcánico; y Playa Blanca, imprescindible en tu visita a la isla y que te sorprenderá en los bares y restaurantes cercanos con una variadísima oferta gastronómica.
Playas de La Graciosa
Isla de La Graciosa
Encabeza las islas que forman el archipiélago Chinijo, junto con Alegranza, Montaña Clara, el Roque del Este y del Oeste. La Graciosa, con unos 600 habitantes, es un lugar tranquilo y peculiar en Canarias. La mayoría de sus playas son vírgenes, con arena fina y con acceso a pie. Destacan la Playa de la Laja -que se diferencia por su paseo marítimo-, la playa del Salao (con camping), la playa de La Cocina (apenas 50m de extensión), las Conchaso el imponente Barranco de Los Conejos.
Charco de Los Clicos
Charco de los Clicos o Charco Verde
No sólo las playas de arena blanca tienen cabida en Lanzarote, de las de arena negra destaca el Charco de los Clicos o Charco Verde, dentro del Parque Natural de Los Volcanes. Esta laguna se ha formado por la salida a la superficie del agua del mar y debe su nombre a los mariscos que abundaban en la zona. Su peculiar color verde se debe a los organismos vegetales con los que cuenta su agua y está prohibido el baño.
¿Qué comemos?
Lanzarote cuenta con una amplia gastronomía, con platos muchas veces compartidos con otras de las Islas Canarias. En primer lugar, destaca el Gofio, una harina de cereal tostado que se puede consumir de distintas formas y que ha ayudado a muchas generaciones de niños a crecer por su valor nutritivo. Con el Gofio se elabora el sancocho, Por supuesto, también son muy populares las papas con mojo y el pescado, particularmente los pejines, unos boquerones o sardinas pequeñas que se dejan secar al Sol para que endurezcan. Las jareas, pescados abiertos por el lomo que se salan a posteriori. De postre, son populares los roscos de alma, los panes de maní o el bienmesabe.
¿Qué hacemos?
Gracias a la excelente climatología, volar a Lanzarote es una opción perfecta tanto si buscas turismo activo como de relax. La isla cuenta con numerosas rutas senderistas para recorrer miradores y tomar fotografías espectaculares. Y si lo prefieres, puedes optar por el alquiler de bicicletas para realizar el trayecto. La actividad volcánica de la isla ha dado lugar a muchos rincones singulares como tubos y cuevas de lava solidificada, algunos de ellos como la Cueva de los Verdes están abiertos al público. Por último, los aficionados al submarinismo tienen en la costa de Lanzarote un entorno idóneo para la práctica de buceo. En la parte sur además, la claridad y temperatura del agua se une a la tranquilidad de las mareas.