París

La Torre Eiffel

La Torre Eiffel

La Torre Eiffel

Con más de un siglo de historia, la Torre Eiffel se ha convertido, sin duda, en el símbolo de París y en el monumento más visitado del mundo, con cerca de 7 millones de visitas anuales, un motivo suficiente para volar a la ciudad del amor. Diseñada por Gustave Eiffel para la Exposición Universal de París de 1889, este monumento tardó en construirse algo más de dos años y en ella trabajaron 250 obreros. Paradójicamente, su construcción causó gran controversia entre otros artistas de la época. La llegaron a considerar una construcción monstruosa y se planteó su demolición en diferentes ocasiones, debido también a su baja rentabilidad. Afortunadamente, esos planes no llegaron a buen puerto y podemos disfrutar de las increíbles vistas de París que nos proporcionan sus más de 300 metros de altura. Sin duda, una experiencia única. Se encuentra situada en el parque del Campo de Marte y el horario de visita es de lunes a domingo de 9:30 a 23:45 horas. Los precios varían desde los 3 euros que le cuesta a un niño subir por las escaleras al segundo piso hasta los 14,50 euros que tiene que pagar un adulto por subir en ascensor al piso superior.

Catedral de Notre Dame

Catedral de Notre Dame

Catedral de Notre Dame

Construida entre los años 1163 y 1245, Notre Dame se encuentra entre las catedrales góticas más antiguas del mundo. A lo largo de su existencia ha sufrido numerosas reformas y sus muros han albergado acontecimientos muy importantes, como la coronación de Napoleón Bonaparte o la beatificación de Juana de Arco. Para todos los interesados en visitarla, se aconseja madrugar ya que la cola de entrada es lenta y puede hacerse interminable. Se encuentra situada en la plaza Jean-Paul II y el horario de visita es de lunes a viernes de 8:00 a 18:45 y sábados y domingos de 8:00 a 19:15 horas. La entrada es gratuita para los menores de edad y tiene un coste de 8,50 euros para los adultos.

Arco del triunfo

Arco del triunfo

Arco del triunfo

Es junto con la Torre Eiffel, el monumento más representativo de París y se construyó para conmemorar las victorias del ejército Francés bajo los mandos de Napoleón. Sus alrededor de 50 metros de alto han sido testigo de grandes momentos dela historia de Francia, como fueron los desfiles militares de las dos guerras mundiales o el paso de los restos mortales de Napoleón. Una de las curiosidades de este monumento se encuentra en su base, donde se encuentra la Tumba del Soldado Desconocido, erigida en honor de los soldados franceses que perecieron en la primera guerra mundial y jamás fueron identificados. Se encuentra situado en la Plaza de Charles de Gaulle a un precio de 9,50 euros para los adultos y es gratis para los menores de edad. El horario de visita es de lunes a domingo desde las 10:00 hasta las 23:00 horas.

El Panteón

El Panteón

El Panteón

Construido entre los años 1764 y 1790, el Panteón fue diseñado con la intención de unir la arquitectura gótica a la magnanimidad de la arquitectura griega. A lo largo de su existencia ha cumplido diferentes funciones, siempre supeditadas al régimen político que gobernara en cada momento. Finalmente, bajo la Tercera República, el Panteón se convirtió en un lugar donde reposan los cuerpos de personalidades ilustres. Se encuentra situado en el Barrio Latino, muy cerca de los Jardines de Luxemburgo. El horario de visita es de 10:00 a 18:00 horas, todos los días de la semana. La entrada es gratuita para los menores de edad y cuesta 7,50 euros para los adultos.

Los Inválidos

Los Inválidos

Los Inválidos

El Palacio Nacional de los Inválidos fue construido en el siglo XVII como residencia para los soldados franceses retirados del servicio. De hecho, llegaron a ser más de 4000 los soldados que residieron en el complejo. Su atractivo más importante es que alberga la tumba de Napoleón y también el Museo del Ejército, que hace un recorrido muy interesante por el pasado de la armada francesa. El palacio se encuentra situado en la Rue de Grenelle, 129 y únicamente permanece cerrado el primer lunes de cada mes. Su horario de visita es de 10:00 a 18:00 horas, con entrada gratuita para los menores de edad y un coste de 9 euros para los adultos.

¿Qué comemos?

Francia tiene una de las culturas gastronómicas más importantes del mundo y en su capital, París, no faltan opciones para todos los gustos y bolsillos. Uno de los puntos fuertes a destacar son los dulces. Viajar a París y no disfrutar su gastronomía sería un delito. La pastelería francesa nos brinda una gran cantidad de pastas y pasteles, entre los que destacan los clásicos cruasanes y las napolitanas. Pero la especialidad por excelencia son las crepês. Un buen lugar para disfrutar de ellas es la Creperie St. Eustache, situada justo detrás del Louvre. Otra de las delicatesen que no puedes dejar de probar son los quesos. Los franceses tienen una gran fama con este producto, del que elaboran mil tipos y variedades distintas. Desde el Camembert, pasando por el Brie y el archiconocido Rochefort, todos son de una calidad extraordinaria. Si eres muy fanático del queso, te gustará saber que hay muy buenos restaurantes de fondue en París. ¡Bon appétit!

A París le sobran los planes

Si tu estancia en París se alarga por unos cuantos días más o simplemente te sobra un ratillo después de visitar todos los monumentos que te hemos propuesto al principio, no deberías dejar la ciudad sin hacer una visita al museo del Louvre. Dentro de la amplia oferta de galerías y museos que París ofrece, el Louvre destaca por encima de cualquier otra. Todas sus obras, entre las que se cuentan tanto esculturas como pinturas, son de un valor artístico e histórico incalculable, siendo la Gioconda de Leonardo da Vinci la joya de la corona. Por el contrario, si lo que te apetece es dar un paseo de lo más relajado por París, una gran opción es contratar un tour en barco por el río Sena.