Niza
La capital de la Costa Azul es una ciudad caracterizada por la luminosidad, la tranquilidad y sus paisajes. Su belleza sirvió de inspiración para artistas como Matisse o Chagall, que fueron seducidos por la Niza y fijaron allí su residencia. De hecho, Chagall murió en Saint-Paul de Vence, uno de los pueblecitos más famosos de los alrededores. Perfecta para recorrerla en su tranvía, la cultura se manifiesta en sus calles con las obras urbanas de artistas de renombre o los músicos callejeros. El paseo marítimo es el Promenade des Anglais, que aunque no cuenta con playa de arena sino de piedras, cuenta con ambiente mediterráneo. La mejor forma de llegar a él es el casco antiguo, lleno de callejuelas, cafeterías e iglesias. Volar a Niza es una de las opciones más elegidas a la hora de visitar la Costa Azul.
Cannes
Cannes
Paseando por el Vieux Port llegaremos hasta el Palacio de Festivales y Congresos, donde se celebra anualmente el Festival de Cine. Muy cerca se encuentra el Paseo de la Fama, donde famosos de todo el mundo decoran el pasao con sus huellas. En el Boulevard de la Croisette encontrarás zonas comerciales, ambiente nocturno y el Casino Croissette. El boulevard también comparte nombre con la playa, una de las más famosas.
Saint Tropez
Saint Tropez
Conocida por el ajetreo de los famosos y multimillonarios, Saint Tropez es la meca del lujo. A principios del siglo XX era una ciudad de pescadores que ha pasado a ser referencia del turista adinerado que buscar el espíritu de la Provenza. Sus numerosas playas son muy concurridas durante el verano. Destaca La Bouillabaisse, Les Graniers, La Moutte o Les Salins, de color rosáceo motivado por los fragmentos de coral. Por otro lado, el mayor monumento de la ciudad es la Ciudadela, originalmente dedicada a la defensa contra los piratas
Monaco
Monaco
Teniendo en cuenta sus reducidas dimensiones, es perfecto para invertir unas horas. Durante la visita hay que conocer el Palacio del Príncipe y la Catedral, en la que se encuentra la tumba de Grace Kelly. En el barrio de Montecarlo se encuentra el popular Casino, en el que los monegascos no pueden entrar. Por último, recorrer a pie el trazado del famoso circuito urbano de Fórmula Uno.
Playas
Playas de Niza
Las playas de la Riviera francesa son por lo general de arena blanca y aguas claras. Como ejemplo, en Saint-Jean-Cap-Ferrat puedes encontrar Playa Paloma, que además cuenta con el glamouroso componente de ser frecuentada por famosos. Entre Niza y Marsella, en Hyères, se encuentra la Playa de l’Almanarre, ideal para el surf. La isla de Porquerolles cuenta con aguas mediterráneas que contrastan con bosques de pinos. En la zona de Cannes la principal playa está junto al Palais de Festivals aunque también es muy concurrida y tiene menos espacios. Como alternativa, se puede visitar Théoule-sur-Mer, al este de la bahía.
¿Qué comemos?
La región cuenta con una gastronomía de fuerte carácter mediterráneo. Entre sus ingredientes principales se encuentran el aceite de oliva, la mantequilla y las salsas. Además, cuenta con una fuerte influencia de la cocina italiana que se transmite en uno de sus platos estrella: la pissaladière. Se trata de una especie de pizza elaborada con hojaldre, anchoas, aceitunas, tomate, cebolla y huevo. Con ingredientes similares se realiza la ensalada nizarda, que también toma forma de bocadillo en el “pan bagnat”. Entre otros platos populares se encuentra el ratatouille, similar al pisto, o el daube, un guiso de carne tierna acompañado con salsa, ravioli y polenta. El pasado italiano de la región se ha materializado en el culto por los raviolis y los ñoquis, que protagonizan distintos platos.
¿Qué hacemos?
Niza puede ser un cuartel general para viajar a la Costa Azul. Entre las excursiones, además de las ciudades ya mencionadas, destaca Le Canton aux 10 Sourires, una agrupación de pueblos típicos del interior (Moyen-Pays niçois). Entre la playa y la montaña, en las colinas, estos pueblos son una ventana a la tradición, los olivares y la gastronomía. También merece la pena Cagnes-sur-Mer, que cuenta con un centro medieval y museo Renoir como destacados. En contraste con el verde de la vegetación y el azul del mar se encuentra la estación de nieve Auron, a hora y media de Niza y que permite combinar descanso, tranquilidad y esquí.