Puerto de la Cruz
Puerto de la Cruz
El Puerto de la Cruz es una pequeña población de apenas 4 km2 que enamora, que a pesar de ser bastante turística, conserva multitud de rincones llenos de encanto, como su famosa Plaza del Charco. Os recomiendo largos paseos por San Telmo y su playa jardín, unas sardinas al lado del muelle y una visita imprescindible al Loro Park.
Parque Nacional del Teide
Parque Nacional del Teide
Protagonista imprescindible de la isla, el Parque Nacional del Teide es el más antiguo de Canarias y el tercero de España, un motivo más que suficiente para volar a Tenerife. También fue declarado Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO y es considerado como uno de los 12 Tesoros nacionales. Coronado por el Teide (3.718 metros de altitud), que se encuentra entre los mayores volcanes del mundo, cuenta con monumentos geológicos espectaculares: conos volcánicos, domos, coladas de lava, etc… Todos ellos conforman un paisaje y colorido irrepetible. Situado en el centro de Tenerife, su fauna y flora son ricas en variedades y especies. Como curiosidad, algunos de sus paisajes cuentan con condiciones similares a las de Marte y han sido utilizados por equipos de científicos para ensayar métodos de búsqueda y vehículos robotizados.
Paisaje Lunar
Paisaje Lunar
Las explosiones volcánicas han hecho de gran parte del paisaje isleño un lugar irrepetible. Son formaciones rocosas que tras el enfriamiento de la lava forman terrenos diferentes, semejantes al paisaje lunar. Uno de los mejores lugares para comprobarlo es el pueblo de Vilaflor. Vilaflor está situado a una altura de 1.400 metros sobre el nivel del mar y destaca por su arquitectura local (especialmente la iglesia parroquial) y por la vegetación que lo rodea. De él parte el Camino de Chasna, un sendero de más de 500 años que lleva a una atalaya desde la que divisa el paisaje lunar. Este recorrido de 13 kilómetros es perfecto para conocer en profundidad la isla aunque se recomienda estar equipado con comida y ropa adecuada para pasar el día en la montaña.
Cueva del Viento
Cueva del Viento
No todo está en la superficie. El origen de la isla se entiende mejor con la visita a este complejo subterráneo, el mayor tubo volcánico de la Unión Europea. Fue creado hace 27.000 años por las coladas de Pico Viejo y es un ejemplo de la complejidad geológica de la isla. Cuenta con más de 17 kilómetros de extensión distribuidos en tres niveles con todo tipo de formaciones geomórficas. Uno de los aspectos que destaca de la Cueva de los Vientos es su fauna subterránea. Un total de 190 especies conocidas han sido encontradas en sus estancias, y algunas de ellas sólo pueden vivir en un entorno subterráneo. Sus paredes esconden restos fósiles de fauna local (graja y hubara) y vertebrados extintos (rata y lagarto gigante).
Acantilados de los gigantes
Acantilados de los gigantes
Si de paisajes se trata, estos acantilados son una de las imágenes más bellas de la isla. Una visita obligada, motivo para viajar a Tenerife. Ubicados en la costa oeste, sus paredes verticales tienen una caída de hasta 600 metros en algunos tramos. En el fondo, el océano deja entrever la riqueza de fondos marinos de alrededor de treinta metros de profundidad, perfectos para la práctica del buceo y la pesca. De hecho, es posible dar un paseo en barco cerca de los acantilados para entender su magnitud.
Montañas de Anaga
Montañas de Anaga
Este macizo montañoso ocupa el extremo nordeste de la isla de Tenerife. Su extensión y formaciones rocosas lo convierten en un punto imprescindible para disfrutar del paisaje. Destacan los Roques de Anaga, con formaciones curiosas originadas por la erosión, o los acantilados de la zona norte como el Barranco de las Huertas. La riqueza natural es tanta que todo el macizo es candidato a convertirse en Reserva de la Biosfera. Las montañas de Anaga están salpicadas también por pequeños núcleos de población que aún conservan la esencia y costumbres de hace años. Incluso aún hay gente que vive en cuevas adaptadas como vivienda. En caso de visitar la zona, no olvides probar algunas de sus especialidades gastronómicas como la batata, la patata, los ñames o la miel.
¿Qué comemos?
Comparte muchos de sus platos con el resto de Canarias. El principal cultivo es el del plátano, inconfundible por su calidad. Se toma habitualmente fresco, frito o en mermeladas, confituras y licores. Algunas de las explotaciones se pueden visitar para conocer más sobre su cultivo. También son típicos los potajes, según la región, con verduras, legumbres o mezclados con gofio, una harina a base de cereales tostados y molidos. Además los pescados de la isla cuentan con la mejor calidad, en especial los capturados cerca de la costa. La vieja es uno de los más preciados, servido con papas arrugadas y mojo. Otros son el bocinegro, la sama, el atú no el cherne.
A Tenerife le sobran planes
Además de los entornos naturales, la excelente climatología invita a visitar distintas localidades de la isla. Candelaria cuenta con la basílica a la patrona de la isla junto con el Paseo de los Menceyes. La Laguna está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con su catedral y el Palacio de la Nava. Por otro lado en Garachico encontraremos el encanto de un rincón con historia. La Villa de la Orotava se encuentra en el valle homónimo y desde 1971 está declara Conjunto Monumental y destaca por la vegetación que la rodea.