Catedral

Es mucho más que un edificio de carácter religioso, es un símbolo de la ciudad y epicentro de su actividad. Su construcción comenzó en el siglo XVI y se terminó en XVIII. Abarca distintos estilos arquitectónicos como el gótico, el renacentista, o el barroco de la fachada principal. Es más conocida como ‘La Manquita’ debido a que sólo cuenta con su torre norte levantada con 84 metros de altura. La torre sur está sin terminar. Fue construida sobre la antigua mezquita y su interior cuenta con obras tan especiales como el coro, considerado como uno de los más bellos de España gracias a las tallas de Pedro de Mena o Diego de Siloé.

La Alcazaba y el Teatro Romano

La Alcazaba y el Teatro Romano

Muy cerca del casco histórico, a través de la calle Acazabilla se deja entrever este conjunto arquitectónico que recorre la historia de la ciudad, desde los fenicios a los cristianos. La Alcazaba es un recinto amurallado de origen musulmán que protege palacios en el antiguo emplazamiento de un asentamiento fenicio. A los pies de la Alcazaba descansa el Teatro Romano, que fue usado como cantera para la Alcazaba y no se llegó a descubrir hasta 1951. Para tu visita, te recomendamos tomar el ascensor frente al edificio del ayuntamiento.

Castillo de Gibralfaro

Castillo de Gibralfaro

Unido a la Alcazaba por la rampa amurallada de La Coracha, el Castillo de Gibralfaro es uno de los monumentos más característicos de Málaga por su valor histórico y paisajístico. Se trata de una fortificación situada en el cerro homónimo con origen en el siglo XIV aunque anteriormente los fenicios ya aprovecharon el emplazamiento para un faro. Históricamente fue asediado por los Reyes Católicos e incluso se convirtió en residencia de Fernando el Católico. Su principal función era la de proteger la Alcazaba de los ataques, de ahí que estén estrechamente unidos. Uno de los principales valores de Gibralfaro es la panorámica que se contempla desde la Torre del homenaje. La ciudad de Málaga al completo e incluso el Estrecho de Gibraltar en los días más claros pueden observarse desde la cima.

Museo Picasso

Museo Picasso

Esta colección permanente recopila ocho décadas de la obra del artista malagueño. Junto con la colección, el museo acoge exposiciones temporales para profundizar en el autor y actividades artísticas. En total son más de doscientas obras que datan desde 1892 hasta 1972 donde se puede observar la evolución de uno de los artistas más importantes del siglo XX. De todas ellas destacan “Madre y niño”, “Composición”, “Mujer con los brazos levantados”, “Acróbata”, “Olga Khokhlova con mantilla” o “Insecto”.

Calle Marqués de Larios

Calle Marqués de Larios

Está considerada la quinta calle más cara de España y entre las cincuenta de toda Europa. Destaca, evidentemente, por ser uno de los ejes comerciales de la ciudad. Pero además de un rincón para las compras y el tapeo de los callejones adyacentes, La calle Marqués de Larios es perfecta para pasear y disfrutar de los edificios de la Málaga del siglo XIX. Es la puerta perfecta para sumergirte en el casco antiguo y encaminarte hacia la calle Granada, la Plaza de la Constitución y la Plaza de la Merced.

Las playas

¿De qué serviría viajar a Málaga, la capital de la Costa del Sol, si no tienes buenas playas? La situación de Málaga, protegida por montes y parques naturales, le proporciona casi 3.000 horas de sol al año. Este clima perfecto hace de sus playas una referencia a nivel europeo. Cuenta con 15 playas dotadas de servicios dentro de su casco urbano, entre las que destaca La Malagueta, con más de un kilómetro de longitud. En el resto de la costa, localidades como Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola y Marbella son algunos de los núcleos turísticos que completan una oferta de más de 160 kilómetros de playas.

¿Qué comemos?

Málaga seducirá tu paladar a través de ingredientes de primera calidad y la tradición de sus recetas. Empezando por el popularísimo pescaíto frito, tanto en los establecimientos de la ciudad como en los chiringuitos de playa podrás degustar riquísimas tapas con platos de sierra y mar. Para un itinerario gastronómico por el centro de la ciudad te recomendamos echar a andar por la calle Larios en dirección a la plaza de la Constitución, recorriendo el pasaje Chinitas. Posteriormente, camina hacia la plaza de la Merced hasta llegar al pie de la Alcazaba, para descubrir algunos de los bares más pintorescos de la calle Granada. Para tomar el café, nada mejor que el Café Central y su particular forma de pedir los cafés: solo, largo, semilargo, mitad, sombra, nube…

¿Qué hacemos?

Cualquier momento es bueno para volar a Málaga ya que está llena de vida durante todo el año. Sin embargo, es un momento especialmente bueno hacerlo durante la Feria en el mes de agosto, o bien aprovechando la Semana Santa. Además, desde Málaga se pueden hacer excursiones a los municipios de la costa y otros rincones como Mijas y sus populares ‘burro-taxis’. Por otro lado, la ciudad de Ronda, situada en plena serranía, tiene algunos de los paisajes más bellos de la provincia fuera de la tradicional playa. En ella no te puedes perder el Puente Nuevo, sobre la Garganta del Tajo que divide a la ciudad en dos partes. También es un buen lugar para disfrutar la gastronomía local acompañada por los vinos con denominación de origen Sierras de Málaga.