Superficie: 3.640 km²
Población: 869.067
Tanto en verano como invierno, Mallorca es una isla perfecta para una escapada. Además de un clima excelente y algunas de las mejores playas, tiene una oferta cultural a la altura de las grandes ciudades y un patrimonio natural privilegiado. Relax y fiesta, gastronomía y deporte, turismo familiar y cultura,… la mayor de las Baleares es un lugar al que siempre se vuelve.
Catedral de Palma de Mallorca
Gracias a su ubicación privilegiada junto a la costa, la catedral es una de las imágenes más bonitas de la ciudad. Una de sus principales singularidades es que cuenta con el rosetón gótico más grande del mundo en una catedral. La construcción del Parc de la Mar hace que su figura se refleje en el agua como en su día lo hizo en la del Mediterráneo. En los alrededores es fácil perderse, por calles estrechas, cuidadas y perfectas para pasear. Muy cerca de la catedral se encuentra el Palacio de la Almudaina, que acoge exposiciones con patrimonio histórico artístico relacionado con la isla.
La Ciutat
Comenzamos por el Paseo del Borne, centro neurálgico de la actividad local. A su alrededor parte calles de estilo medieval que lo hacen aún más atractivo. Entre la catedral y la Plaza de Cort encontraremos distintos palacios como el de Colom, Villalonga o Truyols. Una vez en la plaza podemos disfrutar del Ayuntamiento y su fachada del siglo XVII o bien la Iglesia gótica de Santa Catalina. Cerca de la Plaza Mayor se recomienda la Rambla y la Avenida de Jaime III, entre otros.
Castillo de Bellver
Sobre una colina al oeste de Palma se alza este peculiar castillo construido para la corte real del rey Jaime II de Mallorca. Bellver significa ‘bella vista’ y se entiende perfectamente el motivo de su nombre cuando divisamos la panorámica de Palma y su bahía. De estilo gótico mediterráneo, se caracteriza por tener la planta circular con torres adosadas y está abierto al público ya que alberga el Museo de Historia de la ciudad. En su interior destaca el patio circular desde el cual se pueden observar las dos plantas y galerías con arcos góticos.
Formentor
La península de Formentor contiene algunos de los paisajes más bellos de la isla. Sus playas son de aguas cristalinas y arena blanca, perfectas para el descanso y tomar un baño rodeados de un entorno natural. Además de la playa, la gran atracción de Formentor es su faro. A más de doscientos metros sobre el nivel del mar, las vistas sobre el Mediterráneo hacen que merezcan la pena los kilómetros de carretera de montaña a través de acantilados y curvas.
Las Cuevas del Drach
Fueron el hogar de los lugareños hace cientos de años y el objeto de investigación de multitud de geólogos europeos. Son muchas aunque no todas son visitables. Las Cuevas del Drach contienen uno de los lagos subterráneos más grandes del mundo. Su recorrido tiene más de un kilómetro divididos en distintas estancias llenas de formaciones, estalactitas y estalagmitas. Por su parte, las Cuevas d’Artá son de las más altas del continente con caprichosas formaciones de hasta 22 metros de altura. También se pueden visitar dels Hams, Campanet o Génova.
Sóller
Este agradable pueblo se encuentra en el noroeste de la isla y está bien comunicado con el aeropuerto de Palma. La vida gira en torno a su puerto natural, y toda la bahía puede divisarse desde la Torre Picada, construida en el siglo XVI. Su fiesta más importante es el ‘Firó’, que recuerda el saqueo al que fue sometido la ciudad.
Es Trenc
Perfectamente accesible tanto en coche como en transporte público, esta playa de aguas abiertas es uno de los mejores lugares de la isla para disfrutar del Sol. Cuenta con una longitud de tres kilómetros aproximadamente y pertenece a un área natural protegida. Además, muy cerca de la playa se encuentran Ses Salines. Estas salinas son las segundas más antiguas del mundo y datan de la época romana.
Las playas de Mallorca
La isla cuenta con 43 playas de bandera azul con aguas cristalinas y tranquilas, el reclamo que invita a todos a volar a Mallorca y perderse en su calma. Muchas de ellas parecen auténticas piscinas naturales con arenas blancas y rodeadas de frondosa vegetación. Son muy populares Caló des Moro o Cala Mondragó en la zona de Santanyí, la playa de Formentor cerca del imprescindible mirador del mismo nombre, o la platja de Muro cerca de Can Picafort, característica por sus kilométricas dimensiones.
La protagonista absoluta es la ensaimada, el producto más típico fuera de las Islas Baleares. Vuela a Mallorca y prueba este plato tan típico. La versión más tradicional de este dulce es sin relleno, pero se pueden encontrar con rellenos de crema o cabello de ángel. La sobrasada es otro de los alimentos emblemáticos y se puede encontrar en distintos platos tanto dulces como salados. Otro plato popular es el frit, con variantes de carne o de pescado con verduras. En la isla se pueden encontrar también licores como el de naranja, natural de Sóller, o el de tomillo. Por último, no dejes de probar el pan amb oli o los caracoles con hierbas aromáticas.
Mallorca tiene una vida intensa de mercados. Cada día de la semana se pueden encontrar repartidos en distintas localidades como Manacor, Santanyí, Andratx o Alcúdia. En la capital destacan el de artesanía de lunes a sábado en la Plaza Mayor o el rastro de los sábados en Avinguda Gabriel Alomar i Villalonga. Además, hay multitud de pueblos que merecen ser visitados como Valldemossa, en la Sierra de Tramuntana y refugio de Chopin; o el pueblo medieval de Fornalutx. Varias rutas de senderismo recorren estos rincones.
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