Nadal, Ituño y la doble moral, por Ana Pardo de Vera

publicado el 19 de Enero de 2024

Esta semana hemos conocido dos casos mediáticos con un nexo común y dos trayectorias diferentes que ilustran muy bien la hipocresía  en la que nos movemos las sociedades liberales, que tanto presumimos de avanzadas y democráticas. Os cuento.
La actriz Itziar Ituño, profesional brillante, muy bien valorada en el sector, protagonista de la exitosa serie ‘La Casa de Papel’ o la imponente ‘Intimidad’, mujer comprometida, … se ha manifestado por los derechos humanos en Bilbao, en Euskadi, su tierra. Ituño ha participado en una manifestación en Bilbao, digo, por los derechos humanos de los presos de ETA, que también los tiene, pero he aquí la cuestión.
La lucha del Estado contra el terrorismo de ETA, como saben, incluyó medidas excepcionales y, en algunos casos, de dudoso carácter democrático, como la ley de partidos que tanta. controversia generó y que ilegalizó a Herri Batasuna y a sus marcas electorales hasta el final de la banda terrorista. Estas medidas del Estado también incluyeron leyes de especial aplicación durante la etapa en la que el terrorismo seguía activo, como la dispersión de presos etarras en cárceles de toda España. Esencialmente, la de la dispersión es una medida que daña sobre todo a los familiares y entornos de presos, pues las dificultades para visitarlos se hacen inmensas; y sin medios suficientes, mucho más. Contra todo esto, que sigue pasando pese a que ETA dejó la violencia hace más de doce años y cinco, desde que se disolvió; desapareció; desde que no existe, se ha manifestado Ituño.
Esta semana hemos conocido también que un representante indiscutible, valiosísimo por sus triunfos sobrehumanos -si me permiten el término- en el tenis mundial, un referente de la ‘marca España’ como Rafa Nadal, ha decidido ser imagen de Arabia Saudí como embajador de la Federación de Tenis Saudí. Arabia Saudí, como saben, es un país que desprecia profundamente los derechos humanos, particularmente los de las mujeres; una dictadura teocrática y machista,  torturadora, esclavista y asesina; una aberración cuya cabeza visible, el jeque Mohammed Bin Salman, ordena asesinar y descuartizar a periodistas fuera de sus fronteras por criticar a ese régimen infecto … pero … podrido de dinero también. A eso, Rafa Nadal le llama “progreso y crecimiento”.
Las decisiones de Ituño y Nadal son legítimas ambas, vaya por delante, y tienen los derechos humanos como punto en común, aunque en dos direcciones opuestas: la lucha por ellos y el desprecio de ellos. ¿Qué ha salido más rentable, lo de Ituño o lo de Nadal? La lógica democrática más aplastante nos diría que lo de Ituño, pero hoy ya saben ustedes que ha sido exactamente al revés: la actriz de ‘La Casa de Papel’ ha perdido colaboraciones con empresas como BMW, a la que prestaba su imagen, por manifestarse en favor de los dere hos humanos de terroristas presos y, sobre todo, desus familias. A día de hoy, que se sepa, y algo me dice que será al revés, Nadal conserva todas sus colaboraciones con marcas y empresas y suma más millones a su cuenta ayudando a blanquear a Arabia Saudí con su tenis, ése que nos hace tan felices a los y las españolas.
En un mundo tan volcado en la imagen, quizás deberíamos plantearnos no extralimitarnos con la idealización de nuestros súper-deportistas y dar al César solo y únicamente lo que es del César; quizás queremos que nuestras estrellas de cine estén calladas, censuradas por las marcas o autocensuradas. Aquí, en ‘Público’, sin embargo, tenemos muy claro del lado en que estamos.
(*) Por cierto, y hablando de derechos humanos, este sábado está convocada una gran manifestación en 78 ciudades de España que exige parar el “genocidio en Palestina” de forma permanente. Busca tu ciudad en la web de ‘Público’ y vente. Allí nos vemos, con o sin BMW.

Te recomendamos