«Los maricones no existen» por Ana Pardo de Vera

publicado el 16 de Junio de 2023

Este 28 de junio, como todos los años desde 1970, se celebra el Día Internacional del Orgullo LGTBI, el día de la diversidad y de la libertad de orientación sexual; el día de la reivindicación de derechos por parte de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales, intersexuales ...; piden los mismos derechos que las personas no son LGTBI, piden igualdad, piden Derechos Humanos.
Parece mentira que, en pleno siglo XXI, se les esté negando todo esto, ¿verdad? Pues no hay que irse a Irán o a Arabia Saudí para verlo, porque aquí, en España, se está dando carta blanca en las instituciones al retroceso, a la negación de derechos humanos a este colectivo. Por supuesto que vamos a celebrar el día del Orgullo LGTBI, es un negocio redondo para Madrid, sobre todo: viene mucha gente de todo el mundo, se celebra, se gasta y se consume. Mucho, y la pela es la pela.
En una ocasión, siendo yo pequeña, pregunté a una señora mayor por qué no le gustaban las personas negras. La mujer se ofendió y me replicó muy alterada: “No tengo absolutamente nada en contra de los negros, bastante tienen ellos con ser como son”. Era racista hasta las trancas. En Madrid, y en otros rincones de España y Europa, cada vez más, desgraciadamente, se celebrará el Día del Orgullo LGTBI con toda su fiesta e ilusión, pero muchas de las instituciones que acogen esta exaltación de la igualdad la desprecian y no la aplican.
No admiten que gais y lesbianas se casen; que adopten; que tengan los mismos derechos que los y las heterosexuales; derogarán las leyes ‘trans’, porque los y las transexuales son enfermos y enfermas para ella ... El discurso de la ultraderecha ha llegado a los gobiernos de la mano del falso centro-derecha del PP y lo hace para quedarse, para reventar los derechos humanos y las libertades fundamentales. Como Putin en Rusia, como los fascismos que han sido y son, que empiezan negando en las escuelas la educación sexual y terminan fomentando los delitos de odio con sus discursos sobre la ‘curación, de la homosexualidad para borrar la diversidad de la faz de la tierra.
En 2021, últimos datos oficiales sobre delitos de odio, se constata un incremento trágico de los mismos en casi una década, sobre todo, en lo que se refiere a racismo, xenofobia y, con mucha más subida de casos, a homofobia y transfobia. En este último caso, los delitos por rechazo a la orientación sexual se han incrementado un 67%. Teniendo en cuenta que las instituciones responsables de este informe, que son las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Ministerio del Interior y de los territorios; teniendo en cuenta que todas ellas asumen que el 80% de los casos de odio no se denuncian, ¿qué está pasando realmente?
Pasa que gracias a la ultraderecha y a sus cómplices del Partido Popular, que abren la puerta del poder a su ideología excluyente, hemos normalizado el rechazo y el odio, la violencia contra las personas LGTBI, para intentar amedrentarlas, encerrarlas, acorralarlas, hacerlas desaparecer, borrarlas. Cuídense mucho, poco hay que celebrar este 28-J.

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