La alegría, esperanza y emoción fue casi unánime en la prensa española un día después de la proclamación de la II República. Desde el "Viva la República" de La Voz a "El pueblo se entregó a manifestaciones delirantes de entusiasmo" de El Socialista, todos los medios recogieron en primera plana el momento histórico. En el interior, crónicas exquisitas relatando de forma pormenorizada el cómo, dónde y por qué del cambio de régimen. Artículos cargados de dicha que no intuyeron el tajo inmisericorde que, cinco años después, se daría al ejercicio más pleno de democracia vivido hasta entonces en la historia de España.