Navarra te espera abierta de par en par

¿Conoces el "Efecto Navarra"?

Muchas personas que llegan a Navarra se sorprenden de observar exuberantes y diversos paisajes en los pocos kilómetros que separan norte y sur; porque Navarra es un Reyno de Diversidad natural y cultural en el que perderse para reencontrarse y el destino perfecto para desconectar en parajes desconocidos de ensueño.

Navarra nos lo pone muy fácil. En la región se mezcla el encanto de los espacios naturales privilegiados con alojamientos singulares, ciudades con encanto y que albergan las mejores instalaciones y excepcionales opciones de divertimento para que puedas disfrutar sola o solo, en pareja o en familia; una gastronomía para foodies y unos vinos excepcionales. El efecto Navarra te está esperando haciendo gala de una absoluta seguridad que ahora todas las personas demandamos.

Navarra es un Reyno de Diversidad natural y cultural en el que podemos perdernos para reencontrarnos. Muchas de las personas que la visitan se sorprenden al observar exuberantes y diversos paisajes en los pocos kilómetros que separan el norte y sur de la región, porque descubren sin proponérselo contrastes de emociones, ciudades impolutas, tradiciones, identidad, paisajes de ensueño y un legado artístico muy rico que se ha sido conservado con mimo, siempre desde un prisma innovador que mira hacia al futuro.

Es lo que se conoce como el "Efecto Navarra", ese derroche de magia para todos los gustos enfocado a que la disfrutes viajando a tu aire: sola, en compañía de tu pareja o de la familia. Además, las que nos visitan coinciden en que la ciudadanía navarra es gente maja y que en la Comunidad Foral se vive bien. Por eso y para no hablar sin dar detalle, presentamos varias propuestas únicas que es posible llevar a cabo en Navarra, empezando por el reencuentro familiar tras estos meses difíciles.

Navarra está abierta para acoger a toda la tropa y dejar atrás el estrés gracias a su increíble naturaleza, pero también al sinfín de actividades al alcance de todas. Practicar deporte al aire libre es una delicia gracias a las Vías Verdes de la región, que se pueden recorrer paseando o en bici si se quiere acabar derrochando adrenalina.

Reponer fuerzas también es un importante aliciente, porque Navarra es una tierra gastronómica repleta de sabores, de innovación y de vanguardia a los fogones. Y qué decir de sus vinos, que convierten cada comida en toda una experiencia. Dispone de los alojamientos más singulares y distinguidos, casi todos al alcance de cualquier bolsillo, pero también para darse un capricho y mimarse. La región tiene establecimientos por todo lo alto, experiencias de nivel, balnearios en el marco de esa geografía exclusiva en plena naturaleza.

Pero como no todo es paraje natural, las ciudades navarras son igualmente sinónimo de encanto, de historia, de modernidad, de naturaleza… Ciudades impolutas como Pamplona o Tudela tienen mucho que decirte y puedes disfrutarlas a tu aire. Pero decir Navarra es también decir salud, especialmente ahora que buscamos la seguridad por encima de todo. Navarra cumple todas las recomendaciones y normativas impuestas por los organismos competentes en materia sanitaria, para que puedas centrarte en desconectar y disfrutar del merecido descanso.

Para disfrutar toda la familia

Navarra es la mejor opción para gozar en familia lejos del salón de casa, que ya tenemos muy visto después de que haya sido durante tanto tiempo la única opción de encuentro familiar. Ha llegado el momento de salir con la familia y dejar atrás el ruido, las masificaciones y los paisajes industriales.

Una casita rural en pleno Valle del Baztan, de Salazar o de Leitzaran, por ejemplo, puede llevaros a ese reencuentro familiar al estilo navarro en marcos incomparables. Las casas rurales cuentan con todo lo que necesita desde el más pequeño al mayor del hogar: Instalaciones exclusivas con cómodas camas, sábanas limpias, salón, aseos, cocina y porche para comentar los planes del día; naturaleza en todas las direcciones y una fauna ineludible donde abundan los caballos, los ponis, las ovejas, las vacas e incluso los ciervos, que no hay que buscar para encontrárselos.

Para disfrutar toda la familia

Para despreocuparse en familia y disfrutar de la tranquilidad, Navarra es el mejor destino: ríos, caseríos, bosques llenos de vegetación, prados y pueblos pintorescos, como Elizondo, Zugarramurdi, Ochagavía, Roncal, Iraizotz o Puente de la Reina, que no dejan indiferentes ni a jóvenes ni a mayores. Son paisajes de postal que rezuman historias de cuento y vegetación exuberante con un inconfundible sello de identidad propia.

La región permite dejar volar la imaginación de las más pequeñas de la casa, que pueden pasar un día completo en un parque de aventuras y ocio diseñados para ellas y también para sus familias. Así surgen dos lugares como Sendaviva e IrriSarri Land. En Sendaviva la versión asegurada, ya que es uno de los parques de ocio más grandes de la Península, con El Pueblo, La Feria, El Bosque y La Granja, donde coexisten 800 animales de 200 especies distintas, ya que se trata de un lugar volcado en la conservación de razas navarras en peligro de extinción.

En IrriSarri Land, la emoción y naturaleza van de la mano puesto que es un parque lleno de aventuras para todas. Alberga, por ejemplo, la tirolina más larga de Navarra, de nada menos que 900 metros de longitud. Las rutas por la naturaleza, los paseos a caballo y las actividades acuáticas son solo una parte de la grandeza de este centro de ocio ubicado en un paraje natural.

En cuanto a las excursiones, el Reyno de Navarra es un verdadero paraíso. Recorrer el Parque Natural de la Sierra de Urbasa, la Selva de Irati o contemplar la Cascada de Xorroxin son experiencias que marcan por su belleza singular y, sobre todo, que nunca se olvidan, como tampoco deja de recordarse visitar el Palacio de Olite o el Castillo de Javier, ambos fascinantes y tremendos a partes iguales.

Crea tu propia aventura

Crea tu propia aventura

Para desengrasar cuerpo y mente en plena naturaleza puedes dejarte llevar por rutas y senderos llenos de luz y paisajes o bien diseñar al milímetro opciones de aventura únicas. Las bicicletas, especialmente las de montaña, adquieren una nueva dimensión en lugares como la zona pinenáica del norte. Y es que Navarra está repleta de Vías verdes, antiguos trazados ferroviarias que van desde los 6 kilómetros hasta los 76 y que son ideales para el ciclismo. También para el senderismo si quieres disfrutar al máximo de los paisajes.

Entre estas rutas destaca Eurovelo 1, un itinerario conocido como el de la costa Atlántica que pertenece al circuito europeo y que atraviesa Navarra. Pero si se te queda corto el derroche de adrenalina, hay mucho más, ya que el deporte extremo es igualmente una de los grandes alicientes que ofrece la comunidad.

Puedes lanzarte en ala delta o parapente, escalar montañas, descender ríos haciendo rafting o navegarlos en piragua, además de darte un baño singular en un embalse del Pirineo al que asoma el Camino de Santiago. Las Bardenas reales invitan a recorrer un paisaje lunar sin parangón. Esta Reserva de la Biosfera es capaz de sorprender a propios y extraños puesto que se trata de un desierto de belleza salvaje, escenario por ello de famosas películas y series de enorme éxito, como Juego de Tronos. Presumirás de fotos después de visitarlo y disfrutarlo.

Y si lo que quieres es dormir en un lugar que ni imaginas, súbete a un árbol o entra en una cueva. Sí, en Navarra tienes la posibilidad de hacerlo. Los alojamientos singulares lo son más para que te sorprendas cada día y goces de la más absoluta libertad.

Crea tu propia aventura

Si amas la cocina, no hay mejor lugar

Navarra permite descubrir una gastronomía única, puntera y vanguardista que no olvida sus raíces más profundas. Las materias primas de calidad son la base de la cocina navarra, exquisita desde su presentación y con una personalidad propia que se refleja en cada plato, desde los más sencillos a los más elaborados, todos ellos ideados para ser degustados con el acompañamiento de los mejores vinos.

En Pamplona, visitar la calle de San Nicolás es un placer para el estómago. Allí nos aguardan los mejores pinchos tradicionales y los más sorprendentes, que en todos los casos apuestan por la excelencia y elaboraciones de platos únicos en miniatura. Locales amplios, modernos, que cuidan hasta el último detalle; con grandes espacios entre las mesas para salvaguardar la seguridad y sentirse como en casa pero atendidos por grandes profesionales.

El Reyno ofrece sabores de verdad y unas presentaciones con las que la boca se te abrirá sola. Fogones con altas dosis de vanguardia e innovación y cartas que son un mundo aparte, pero todas con arte y sabor para no perder detalle, tampoco con los caldos de la región.

Porque los vinos de Navarra son tan propios de esta tierra que bien merecen su propia ruta. La Ruta del Vino de Navarra te propone un abanico de actividades para descubrir el fascinante proceso de elaboración de los vinos del Reyno y su excelente Denominación de Origen: la D.O. Navarra, en sus versiones de blancos, tintos y rosados, secos o más afrutados. De hecho, Navarra dispone también de un pequeño y exclusivo abanico de bodegas que se pueden visitar para hacer enoturismo del bueno.

Si amas la cocina, no hay mejor lugar
Si amas la cocina, no hay mejor lugar
Ciudades con todo el encanto

Ciudades con todo el encanto

Aunque Navarra es un paraíso natural, no podemos olvidarnos de las calles de sus ciudades, llenas de magia y flanqueadas por cafés, una restauración exquisita y tiendecitas con encanto. Llegar a una plaza con siglos de historia, saborear tu primer pincho, acudir a espectáculos diferentes. Todo eso es posible en urbes como Pamplona o Tudela, que además están rodeadas de un verde natural que hace vibrar.

Los núcleos urbanos navarros tiene algo que siempre llama la atención: la limpieza de sus calles y la amabilidad de sus gentes, con algo muy navarro también como son los modernos e innovadores hospitales como telón de fondo. Porque, en caso de necesitarla, Navarra ofrece la mejor medicina en una serie de destinos saludables como pocos.

Pamplona, por ejemplo, no son solo sus famosos Sanfermines, que este año no han podido celebrarse dadas las excepcionales circunstancias. Sus murallas, declaradas Monumento Nacional, recogen calles adoquinadas, miradores con vistas del resto de la urbe, un casco antiguo en el que irte de pinchos, terrazas para tomar un café, interesantes museos como el de Navarra o la espléndida Catedral de Santa María.

Además de naturaleza y ciudades diferentes, Navarra es también una tierra de planes a mano donde es posible presenciar espectáculos diferentes. El "efecto Navarra" promete llevarte hasta centros como Baluarte, el Teatro Gayarre o el Navarra Arena para asistir a conciertos de música, obras de teatro clásicas y contemporáneas, exposiciones, congresos, charlas y eventos de todo tipo que se dan cita en tres lugares hechos por y para el público, para que el espectáculo tampoco falte en tu viaje.