Para disfrutar toda la familia
Navarra es la mejor opción para gozar en familia lejos del salón de casa, que ya tenemos muy visto después de que haya sido durante tanto tiempo la única opción de encuentro familiar. Ha llegado el momento de salir con la familia y dejar atrás el ruido, las masificaciones y los paisajes industriales.
Una casita rural en pleno Valle del Baztan, de Salazar o de Leitzaran, por ejemplo, puede llevaros a ese reencuentro familiar al estilo navarro en marcos incomparables. Las casas rurales cuentan con todo lo que necesita desde el más pequeño al mayor del hogar: Instalaciones exclusivas con cómodas camas, sábanas limpias, salón, aseos, cocina y porche para comentar los planes del día; naturaleza en todas las direcciones y una fauna ineludible donde abundan los caballos, los ponis, las ovejas, las vacas e incluso los ciervos, que no hay que buscar para encontrárselos.
Para despreocuparse en familia y disfrutar de la tranquilidad, Navarra es el mejor destino: ríos, caseríos, bosques llenos de vegetación, prados y pueblos pintorescos, como Elizondo, Zugarramurdi, Ochagavía, Roncal, Iraizotz o Puente de la Reina, que no dejan indiferentes ni a jóvenes ni a mayores. Son paisajes de postal que rezuman historias de cuento y vegetación exuberante con un inconfundible sello de identidad propia.
La región permite dejar volar la imaginación de las más pequeñas de la casa, que pueden pasar un día completo en un parque de aventuras y ocio diseñados para ellas y también para sus familias. Así surgen dos lugares como Sendaviva e IrriSarri Land. En Sendaviva la versión asegurada, ya que es uno de los parques de ocio más grandes de la Península, con El Pueblo, La Feria, El Bosque y La Granja, donde coexisten 800 animales de 200 especies distintas, ya que se trata de un lugar volcado en la conservación de razas navarras en peligro de extinción.
En IrriSarri Land, la emoción y naturaleza van de la mano puesto que es un parque lleno de aventuras para todas. Alberga, por ejemplo, la tirolina más larga de Navarra, de nada menos que 900 metros de longitud. Las rutas por la naturaleza, los paseos a caballo y las actividades acuáticas son solo una parte de la grandeza de este centro de ocio ubicado en un paraje natural.
En cuanto a las excursiones, el Reyno de Navarra es un verdadero paraíso. Recorrer el Parque Natural de la Sierra de Urbasa, la Selva de Irati o contemplar la Cascada de Xorroxin son experiencias que marcan por su belleza singular y, sobre todo, que nunca se olvidan, como tampoco deja de recordarse visitar el Palacio de Olite o el Castillo de Javier, ambos fascinantes y tremendos a partes iguales.