Pedíamos hora y esperábamos semanas e incluso meses para desplazarnos a un centro médico y ser atendidos, al margen de si nuestro problema de salud era leve o grave. Simplemente no conocíamos nuestra dolencia hasta que nos sentábamos frente al médico.
La nueva atención médica elimina trámites y esperas, y llega para quedarse
La pandemia del coronavirus nos ha terminado de abrir los ojos sobre lo que debe ser una atención médica de calidad, y ha dejado patente que para gozar de una completa y exhaustiva supervisión sanitaria no son necesarios ni los trámites, ni los desplazamientos, ni las esperas.
Realizamos consultas telefónicas y por videollamadas que resuelven completamente nuestras dudas en el momento y velan por nuestra salud y tranquilidad evitando desplazamientos y riesgos.
Nos desplazábamos hasta el médico cuando nos daban hora y hacíamos cola para ser atendidos. No había otra.
Los desplazamientos quedan relegados únicamente a casos urgentes y graves que requieren de una intervención inmediata o de un tratamiento continuado.
Cuando el médico nos daba cita a semanas o meses vista teníamos que reservarnos el día asignado para desplazarnos al médico y prácticamente perderlo por completo. Ir al médico a una simple consulta podía requerir horas de trámites, desplazamientos, esperas.
No debemos desplazarnos ni esperar, tampoco realizar trámites. Basta con contactar con el médico. La consulta puede efectuarse desde cualquier lugar con cobertura y nos llevará solamente el tiempo necesario para recibir un buen servicio sanitario.
La telemedicina era una utopía, algo de lo que se hablaba como un futurible, y debíamos exponernos a contagios para recibir un diagnóstico.
Parece claro que la telemedicina ha llegado para quedarse y promete reducir las esperas y los desplazamiento para consultas sanitarias. La practicidad y comodidad se imponen como pauta de salud frente a los largos procesos que conllevan múltiple papeleo.
Las consultas médicas presenciales tienen un horario ineludible que debe acatarse en todos los casos. Conllevan desplazamientos y esperas y hasta que uno acude al médico no tiene ni indicios de su estado de salud.
Se acabaron los horarios. La telemedicina permite realizar consultas a cualquier hora del día, de la semana y del año; es decir, en cuanto una persona nota una dolencia puede contactar con un médico para que éste inicie un seguimiento.
Después de esperar a recibir cita médica, en ocasiones las prisas eran una constante y las consultas, por ello, apenas duraban unos minutos y ofrecían al paciente más incertidumbre que otra cosa.
La telemedicina permite recibir un diagnóstico de calidad sin prisas, para que quede todo claro, y prolongar la consulta hasta que el paciente ha comprendido perfectamente su diagnóstico y pautas de actuación.
Muchos españoles viven en el medio rural, muy lejos de centros médicos. Así que para ir al doctor recorrían muchos kilómetros y perdían demasiado tiempo.
El medio rural tiene en la telemedicina un gran aliado que cuida de verdad de su salud, sin desplazamientos y sin tener que dedicar horas y horas para una simple consulta médica, que ahora se realiza en solo unos minutos.
Las listas de espera en la Sanidad Pública evidencian que las dificultades van en aumento a grandes pasos y eso va en contra de sus usuarios. Un total de 704.997 pacientes estaban en lista de espera para operarse en el Sistema Nacional de Salud al finalizar 2019, lo que representa un aumento de 5,49% con respecto al mismo periodo del año anterior, según el último informe de listas de espera publicado a finales del pasado septiembre por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
En cuanto al tiempo de esperar para operarse o consultar a un especialista, la demora para entrar al quirófano se situó en 121 días, una variación de 6 días respecto al periodo anterior. Mientras que el tiempo medio para ser atendido por un especialista se situó en 88 días.
Ahora, la pandemia de la covid-19 lo ha cambiado casi todo, mostrando abiertamente las carencias del sistema sanitario convencional. Con el coronavirus acechando, nos hemos acostumbrado a salir a la calle con mascarilla, a tomar precauciones y a mirar mucho más por nuestra salud, y para hacerlo también apostamos por nuevas pautas.
Hace solo unos meses, para ir al médico realizábamos múltiples trámites, la mayoría de ellos de manera presencial; pedíamos hora, esperábamos al día señalado, hacíamos colas y aguardábamos diagnóstico y nueva fecha para seguir adelante.
Era una situación a erradicar, y tras la irrupción de la covid lo tenemos aún más claro. Acudir al médico y recibir una atención de calidad no tiene por qué ser tedioso y extenuante, sino todo lo contrario.
Ahora tendemos a evitar los contactos interpersonales, las aglomeraciones, los desplazamientos y el tedio. Y es que si algo positivo nos ha traído la pandemia es que ha cambiado nuestra percepción de la atención sanitaria, y ahora tendemos a que sea todo mucho más fácil, porque dar vueltas, esperar y afrontar riesgos tampoco es saludable.
La nueva atención médica que llega para quedarse es mucho más sencilla y cómoda, de tal manera que con solo hacer uso del teléfono podamos contactar con un médico para realizar cualquier consulta, y sobre todo, tener la tranquilidad de que nuestra salud está en buenas manos siempre, estemos donde estemos, todos los días de la semana y del año.
Porque ir al médico ya no es echar días y horas, tampoco desplazarse y esperar, sino estar en las mejores manos siempre, estemos donde estemos, y hay otra forma de hacerlo que se traduce en la ambiciosa propuesta de Movistar Salud.