Va a ser difícil no recordar el año 2020 que estamos a punto de dejar atrás. La pandemia de la Covid-19 ha supuesto un desafío sin precedentes y es labor de todos poner nuestro granito de arena para ayudar a acabar con esta terrible crisis sanitaria que sacude al mundo, y que igualmente afecta al ámbito social y al económico.
La capacidad humana para sobreponerse a las adversidades es infinita. Seguro que saldremos de esta crisis, pero es indudable que no podemos seguir actuando de la misma manera. La pandemia nos ha hecho ver la fragilidad del ser humano, sentirnos pequeños en un mundo que a veces escapa a nuestro control. Por eso, si de algo ha servido la irrupción del coronavirus, ha sido para reafirmar que no podemos posponer la lucha contra el cambio climático. Debemos actuar de manera enérgica ya.
La pandemia nos ha recordado tres cosas de vital importancia: que somos vulnerables, que juntos somos más fuertes y que nuestro bienestar está unido al del planeta. Por eso, más que nunca, es momento de ser valientes y entre todos trabajar por una recuperación verde.
En este sentido, Coca-Cola está redoblando sus esfuerzos para apoyar una reconstrucción sostenible en lo referente al contra el cambio climático y contribuir al bienestar de las personas, a las que ha situado en el centro de su estrategia. Se busca así que los compromisos adoptados por los líderes políticos en los foros internacionales, como el Acuerdo de París, se conviertan en realidad y se aceleren los planes para alcanzar la neutralidad de carbono.
Cada vez más voces instan a aprovechar la oportunidad de transitar hacia una economía sostenible para frenar el cambio climático, algo que se antoja clave si queremos evitar nuevas pandemias. Y en este camino, ciudadanos, activistas y líderes políticos no están solos, puesto que las empresas también están redoblando su apuesta por transformar el modelo económico actual.
Coca-Cola se ha unido a iniciativas como la Alianza Europea para una Recuperación Verde, promovida desde el Parlamento Europeo para que las inversiones futuras cumplan los principios ecológicos; Recover Better, impulsada por el Pacto Mundial de la ONU para que los gobiernos den prioridad a la acción climática; y Build Back Better, de la Fundación Ellen MacArthur en apoyo de la economía circular.
La preocupación por el medioambiente y el cambio climático no es nueva en Coca-Cola, que lleva años situando a la sostenibilidad en el centro de su modelo de negocio. Sin ir muy lejos, en 2017 ya presentó su estrategia Avanzamos para Europa Occidental, una reestructuración de su estrategia de sostenibilidad en la que se marcó nuevos y ambiciosos objetivos para 2025.
Se trata de una serie de metas que giran en torno a seis ejes: ofrecer bebidas con menos azúcar, utilizar envases más sostenibles, ser un agente de cambio positivo en la sociedad, hacer un uso eficiente del agua, reducir emisiones y trabajar con una cadena de suministro responsable.