Archivo de Público
Sábado, 17 de Mayo de 2008

Los birmanos se quedan sin arroz

La Junta Militar cifra en 72.000 el número de fallecidos por el ciclón ‘Nargis’

ELISA RECHE ·17/05/2008 - 09:08h

Imagina que pierdes tu hogar, a tus familiares, la comida y, además, el trabajo que te permitiría reconstruir parcialmente tu antigua vida. El ciclón Nargis no sólo ha arrasado casas de bambú, se ha llevado por delante a hombres, mujeres y niños, y ha afectado severamente a 2,5 millones de birmanos; sino que también ha acabado con el modo de vida en el delta del Irawadi al menos durante los próximos seis meses.

“Los campesinos del delta han perdido las semillas, los instrumentos de trabajo, los fertilizantes, los búfalos de agua, y no va a ser tan fácil volver a hacerse con ellos de nuevo. El agua del mar ha anegado las zonas de cultivo, de manera que no se podrá plantar la próxima cosecha de arroz prevista para dentro de tres o cuatro semanas”, señala Juanita Vásquez, representante adjunta de Unicef en Birmania.

El delta del Irawadi, antes conocido como el bol de Birmania, provee de una quinta parte del arroz al país. La crisis alimentaria internacional y el hecho de que el precio del arroz se ha duplicado prácticamente después de Nargis en el país coinciden en el tiempo con muy mal pronóstico.

“Antes de la llegada del Nargis ya había niños malnutridos en Birmania, quienes durante esta crisis pueden estar pasando mucha hambre. Falta todavía mucha comida por repartir”, señala Kyn Mingh, coordinador de la ONG World Vision.

Robar a los más necesitados

Un donante privado americano que lleva visitando Birmania durante 20 años explica que “nunca había visto nada similar. Con mis propios ojos he visto cómo los soldados se quedaban con los suministros destinados al delta para después venderlos. ¿De dónde crees, si no, que proviene el arroz de buena calidad que se vende en los mercados de Rangún?”.

Ante los rumores y las críticas de las ONG sobre que los soldados roban las medicinas y los alimentos para los afectados en el delta, la Junta Militar publicó ayer un edicto en el periódico estatal New Light of Myanmar que anuncia que se castigará a quien venda suministros de emergencia.

Pero será muy difícil averiguar, para los países donantes en el futuro, si la ayuda se roba o se distribuye porque el Gobierno está aumentando las restricciones a las zonas afectadas, no sólo a los periodistas sino a los pocos cooperantes internacionales que habían logrado acceder al delta del Irawadi.

“Han devuelto a Rangún a todos los miembros extranjeros de las ONG que habían logrado ir sobre el terreno. Parece ser que han descubierto a dos filipinos que se habían hecho pasar por ciudadanos locales en lugares donde no debían entrar y los militares no se quieren arriesgar a que suceda de nuevo”, explica un cooperante australiano de la Cruz Roja.

La Junta Militar birmana anunció ayer en la televisión estatal que el número de fallecidos asciende a 72.000. La Cruz Roja, por su parte, estima que han muerto entre 68.000 y 128.000 personas. Con las fuertes lluvias y las restricciones militares será muy difícil conocer la cifra definitiva.