Muere a los 82 años el ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo
Un paro cardíaco a los 82 años acaba conla vida del sucesor de Adolfo Suárez al frente del Gobierno

EFE - Fotografía de 2003 del ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo, que ha fallecido hoy a los 82 años.
“No llegué a la Presidencia del Gobierno con el estado de gracia y la fuerza que se atribuyen al ungido por el voto popular: llegué con la debilidad congénita propia del voto de unos barones enfrentados en la guerra civil de UCD”. Así describía Leopoldo Calvo Sotelo en su obra Memoria viva de la transición la forma en la que se convirtió en presidente del Gobierno español en febrero de 1981.
El único presidente español que no fue elegido en las urnas. Este sábado, el político que sucedió Adolfo Suárez falleció en Madrid a los 82 años. Se encontraba en su casa de Pozuelo de Alarcón (Madrid) cuando sufrió un paro cardíaco. La muerte le sorprendió de repente. Sus hijos aseguraron que no padecía ninguna enfermedad. Se convierte, así, en el primer ex presidente que fallece en España después de la vuelta de la democracia.
Con su muerte, desaparece además una de las figuras más relevantes de la transición española. Fue testigo protagonista del golpe de Estado del 23-F. En su pleno de investidura del 22 de febrero de 1981 no obtuvo la mayoría absoluta en la primera votación y, cuando se realizaba la segunda, un día después, se produjo la intentona golpista del teniente coronel Antonio Tejero. Dos días más tarde, logró mayoría de votos y fue proclamado presidente del Gobierno español.
Actividad política
Leopoldo Calvo Sotelo aterrizó en el mundo de la política proveniente de la empresa privada. Ingeniero técnico de caminos, ocupó cargos relevantes en Unión de Explosivos de Río Tinto y Renfe. Su actividad política se remonta a los años setenta. Tras la muerte de Franco, fue ministro de Comercio dentro del primer Gobierno de la Monarquía, presidido por Arias Navarro y entre 1976 y 77 ocupó el departamento de Obras Públicas en el Gabinete de Adolfo Suárez.
Antes de que el abulense le cediese el testigo fue nombrado portavoz de UCD en el Congreso de los Diputados y firmante de los Pactos de la Moncloa en representación de la mencionada formación política.Uno de los hechos más destacados de su etapa al frente del Gobierno fue la integración de España en la OTAN como miembro de pleno derecho. De hecho, la integración en la Alianza Atlántica centró el apartado que dedicó a la política exterior en su discurso de investidura. Además de tener que llevar las riendas de una España que aprendía a ser demócrata, tuvo que hacer frente a momentos de intensa actividad de ETA.
En sus dos años de gobierno hubo cerca de un centenar de víctimas mortales. En 1987 abandonó la política activa, pero nunca ha dejado de estar presente en foros y debates. De hecho, su última aparición pública se produjo el pasado 14 de febrero en un acto organizado por el Fórum Europa, en el que intervino el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes. Antes de esta cita, pudo vérsele en la celebración del 70 cumpleaños del rey.
Fue el 9 de enero en el Palacio de El Pardo y compartió mesa, además de con los reyes con Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. A lo largo de su vida, escribió cuatro libros.
Pese a que no militaba en el Partido Popular, siempre se definió próximo a las tesis de los conservadores, pidiendo incluso el voto para este partido. Después de que su familia pudiera velar el cadáver en privado, se instalará la capilla ardiente en el Congreso de los Diputados. El lunes será enterrado en la intimidad en la localidad gallega de Ribadeo, a la que se sentía muy unido. Cuatro días después del fallecimiento deberían realizarse los funerales de Estado, a los que asistirían los Reyes y el resto de autoridades de Estado. La familia tiene la última palabra sobre estos actos.