¡Yo no soy una loba!
El éxito la cegó y tuvo que retirarse. Ahora que publica nuevo disco habla del alto precio del estrellato
La adoran los gays y los camioneros. Deslumbra a las muchachitas en flor, a las porteras y a los gafapasta. También es cierto que quién no la ama, la odia y no puede soportar esa catarata descontrolada de ademanes y pasiones, pero… ¿Cómo es Mónica Naranjo en carne y hueso? ¿Existe en el mundo real o es un desvarío de la razón? Más menuda de lo que parece, tiene un aspecto también más infantil. El lector de la presente entrevista quizá se crea que la reportera y la cantante se han estado tirando los trastos a la cabeza y deshaciéndose el moño la una a la otra… Nada más lejos de la realidad: había tan buen rollo y Mónica estaba tan receptiva y humilde que nos permitimos el lujo de decirle de todo.
Ha estado usted retirada. ¿Ha sido porque ‘Chicas malas’ resultase un disco más convencional y blando que los anteriores?
Totalmente. Es un disco que está muy vacío.
¿Por qué lo hizo?
Porque la ambición es muy mala y cuando te dan una oportunidad única en tu vida tú dices: “Cedo ahora y ya exigiré después”. Fue un gran error. Me decepcionó hasta a mí.
¿Cuándo se dio usted cuenta?
En aquel momento. Sabía que no estaba siendo fiel a mi instinto.
¿Cuál es su instinto?
Tarántula es lo que hubiera hecho yo después de Minage. Pero Tony Mottola no me hubiera dejado nunca hacer un disco así. Chicas malas es pura comercialidad: canciones fáciles, letras fáciles, muy americano… Recuerdo que oyeron las maquetas y dijeron: “This is a fucking hit”. ¡Sí, era un jodido hit, pero muy vacío!
Entonces, lo mejor es descansar…
Hubiera acabado enferma. El éxito enferma, es una vorágine. Llega un momento en el que dices: “Perdona, soy una simple mortal y no me quiero perder nada de lo que hago
y es que no me entero de nada”. Es muy triste.
¿Cuando se tiene tanto éxito como usted tampoco se puede decir que no?
Es complicado, porque cuando te subes a ese tren sabes que hay muchas cosas a las que no debes decir que no. La solución es retirase a tiempo.
¿Existe una Mónica, chica de pueblo, debajo de la gran diva?
Cuando termino de trabajar me coloco mis jeans, una camiseta, me hago un moño y nadie me conoce. Hace años, aterricé después de una gira y me fui con una compañera de trabajo a un súper. Estábamos en un pasillo enorme, yo estaba aquí y mí amiga allí, y una señora va y le dice: “¿Ves eso? ¡Eso, eso es Mónica Naranjo!”. Fíjate la gran diferencia: la gente espera el vestido, la cola, el pelucón... Ser artista y ser persona son dos cosas bien distintas
Así que usted ha tenido que luchar por ir al mercado, por un moño y por una camiseta…
¡Pero si eso es lo que me da la vida! Las cosas más simples… Dices: “Si yo sólo quería cantar”. ¡Y resulta que no es sólo cantar! Y es cuando dices: “¡Joder tenemos un problema grave!”. Por eso acabamos todos desquiciados.
¿Puedo decirle que usted se lo ha buscado?
Por supuesto, es mi responsabilidad y tengo que asumirla.
¿Qué es lo que cuenta su nuevo single, ‘Europa’? ¿No se diluye un poco la idea central debajo de esa catarata de pasión?
La protagonista habla desde la posguerra, lo que ha sido, lo que ha tenido que sufrir. Es que… ¡Joder! Esos momentos de locura, de pérdida del punto, de terminar desquiciada, los hemos vivido cualquiera de nosotros…
‘Usted’, otro tema de su nuevo álbum.
El poder es muy malo. El poder en manos de la buena gente es bueno. El poder en manos de la gente mala es muy chungo. Dedícaselo al presidente que peor te caiga, haz lo que quieras… Yo sé quien me cae gordo ¡Y muy gordo!
¿Por qué no se dedica usted a la política? Yo le vería a usted muy bien como alcaldesa de Figueras.
¡No por dios!
La gente le iba a votar seguro.
No, la política no es lo mío. No entiendo de política. Mi familia estuvo siempre dividida por la política. Mi papá era de derechas y mi mamá de izquierdas. Mis hermanos y yo vivimos el conflicto desde pequeños y siempre hemos dicho: “A mí me gustan las personas”. Si a mí, por ejemplo, me gusta Zapatero, me gusta porque es un buen tío. Yo creo que para ser político, igual que para ser artista, se tiene que nacer. La única convicción que yo tengo es vivir y dejar vivir.
Pues parece que sus canciones quieren hipnotizar, arrastrar y dominar.
¡Para nada! Yo no me preocupo de la impresión que puedo causar a los demás.
Cuando salga usted con una guitarra española y una falda negra nos lo creeremos.
Seguramente hay una parte de mí que esta más pallá que pacá, pero lo bueno de este disco es que hay de todo. Te puedes encontrar canciones que te hablan de la cosa más tierna.
¡Mónica Naranjo en plan tierno!
¡Mujer, yo no soy una loba!
Es la imagen que tenemos de usted. No sé si le gusta…
Yo no soy así. Yo me subo al escenario y doy a entender que soy una mujer fatal, pero se trata de un mero guión. Cuando acabo la canción, entro en el camerino y me quito toda la reconstrucción, no soy ninguna loba. Se lo aseguro.