Microsoft deberá pagar casi 900 millones por desobediente
Bruselas le impone una multa histórica al cobrar de más a sus competidores
Es un multazo histórico. 899 millones de euros le costará a Microsoft haber hecho caso omiso a una decisión anterior de la Comisión Europea, vendiendo a un precio excesivo a sus competidores las
informaciones que les permiten desarrollar productos compatibles con su sistema operativo Windows.
Esta sanción, la mayor a una única empresa en los 50 años de política de Competencia en la UE, fue anunciada ayer por la comisaria Neelie Kroes y condena en particular los precios percibidos en cuanto a las informaciones de interoperabilidad por el gigante informático antes del 22 de octubre de 2007, lo que supone que durante más de tres años incumplió la primera decisión de la Comisión Europea.
La sanción de Bruselas no contempla, en cambio, las retribuciones por los datos que afectan a las patentes.
Posible recurso
Dos meses y diez días dispone Bill Gates, desde que reciba la notificación de la capital comunitaria, para recurrir esta decisión ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo.
No obstante, incluso en este supuesto deberá desembolsar los 899 millones de euros en un plazo de tres meses en una cuenta bloqueada a la espera de conocer la decisión de la justicia. Si el gigante informático no recurre y realiza un pago definitivo, la sanción económica se repartirá entre los 27 socios vía las cuentas rectificativas del presupuesto comunitario.
Esta nueva multa récord es la tercera que recibe Microsoft desde Bruselas, y eleva el total acumulado a casi 1.700 millones de euros. Las anteriores, de 497 y 280,5 millones de euros, ya han sido abonadas.
La segunda sanción, de julio de 2006, supuso la primera ocasión en que la Comisión Europea imponía una pena por el incumplimiento de otra anterior, recordó Kroes al anunciar la nueva multa, con la que espera cerrar un “capítulo oscuro del expediente de Microsoft”.
El 24 de marzo de 2004, Bruselas reclamó 497 millones de euros a Microsoft por abusar de su “cuasi monopolio en el ámbito de los sistemas operativos para PC”.
Aparte de la sanción financiera, el Ejecutivo comunitario exigió a Microsoft que transmitiera la “información completa y precisa” de las interfaces para permitir a sus competidores desarrollar productos compatibles con Windows, cobrando por ello una “remuneración razonable” en el caso de que los datos estuvieran protegidos por la propiedad intelectual.
Esta es la decisión que ha provocado la multa. Microsoft cobró una comisiones que fueron consideradas excesivas, y aunque luego rectificó a la baja no fue suficiente para la Comisión, que finalmente se ha decidido a imponer la sanción.