El Gobierno italiano, en vilo por los juicios a Silvio Berlusconi
Il Cavaliere afronta cuatro citas clave con la Justicia en dos semanas. Uno de sus fieles avisa: "Tendremos todo el derecho a emprender iniciativas como, por ejemplo, la dimisión de todos los parlamentarios del PdL"

El magnate empresarial y líder del PDL, Silvio Berlusconi, en una imagen de archivo.
El futuro de Italia vuelve a estar en manos de Silvio Berlusconi. Il Cavaliere afronta en las próximas dos semanas cuatro citas clave con la Justicia y la suerte del Gobierno de coalición entre el centroderecha y el centroizquierda guiado por Enrico Letta dependerá en buena parte de lo que pase en los tribunales. Las palabras esta mañana de uno de sus acólitos, el vicepresidente del Senado, Maurizio Gasparri, no dejan lugar a dudas: "Si se produjera una sistemática masacre judicial contra Berlusconi, es impensable que el PdL pueda asistir inerte al intento de expulsarlo de la vida democrática del país [...] tendremos todo el derecho a emprender iniciativas como, por ejemplo, la dimisión de todos los parlamentarios del PdL. Si el equipo sale del campo, los árbitros y los jueces tendrán que decidir si el partido puede continuar o no".
El partido, por mucho que le desagrade a Gasparri ─ autor de la ley que le dio a Berlusconi el monopolio de las televisiones ─ se juega, de momento, en el banquillo de los acusados. Este mismo miércoles el Tribunal Constitucional debe decidir si el 1 de marzo de 2010 Il Cavaliere no asistió a una audiencia por el caso Mediaset por un legítimo impedimento. Berlusconi, por entonces aún primer ministro, no fue al juicio porque tenía una reunión de Gobierno. Pero el problema es que la organizó después de que el tribunal de Milán, que llevaba el proceso, le hubiera comunicado el calendario definitivo de las vistas, por lo que parece complicado que la Corte admita su recurso.
Más aún, cuando Berlusconi ya ha sido condenado en primero y segundo grado por este caso en el que está acusado de fraude fiscal y apropiación indebida en la compraventa de derechos televisivos de películas estadounidenses. El Tribunal de Apelación refrendó el mes pasado la sentencia a cuatro años de cárcel ─ que se verían reducidos a uno sólo ─ y la inhabilitación de Berlusconi por cinco años de cualquier cargo público. Los abogados del ex primer ministro recurrieron al al Tribunal Supremo, que en un año tendrá listo el veredicto final.
El segundo de los procesos que esperan a Il Cavaliere es el del caso Ruby, en el que está acusado de prostitución de menores y abuso de poder. La Fiscalía ha solicitado seis años de prisión y por todas las pruebas acumuladas que recogieron los investigadores, resultaría muy extraño que se librase de ello. También parece casi imposible que Berlusconi consiga esquivar la sentencia del Supremo sobre el caso Fininvest ya que tanto el juicio de primera instancia como el de la apelación le salieron muy caros. Este proceso se centra en la compra ilegal de la editorial Mondadori por parte del imperio berlusconiano. En 2009 Il Cavaliere fue condenado a pagar 750 millones de euros a Carlo de Benedetti, entonces dueño de la editorial y en 2011, la pena se redujo a 565 millones.
Por último, Berlusconi tendrá que comparecer en Nápoles para aclarar si en 2007 consiguió acabar con el Gobierno de Romano Prodi comprando con cinco millones de euros al senador del centroizquierda Sergio De Gregorio. Él mismo lo ha reconocido, así que habrá que ver qué línea de argumentación utilizan los abogados de Il Cavaliere.