Rabia y dolor en el entierro del rumano que se inmoló a lo bonzo en Valencia
Su esposa no acudió al entierro, lo que evitó altercados similares a los vividos el jueves pasado tras la llegada del cadáver a Rumanía

EFE - Fotografía de archivo del 04/09/07 de dos guardias civiles que intentan apagar las llamas del hombre de nacionalidad rumana que se roció con gasolina y se prendió fuego a lo bonzo ante la sede de la Subdelegación del Gobierno en Castellón para protestar por la situación económica de su familia en España. EFE
Marian Mitrita, el rumano que falleció hace dos semanas en Valencia tras inmolarse "a lo bonzo", fue enterrado hoy en su Targoviste natal, acompañado por cientos de familiares y amigos, que expresaron su rabia y su dolor. Debido a su condición de suicida, la ceremonia religiosa en el cementerio cristiano ortodoxo se celebró en una capilla subterránea y no en una iglesia.
Ionela, la esposa de Mitrita, no acudió al entierro, ni tampoco los dos hijos de la parejas. Eso evitó altercados similares a los vividos el jueves pasado tras la llegada del cadáver a Targoviste, ciudad de unos 90.000 habitantes a 100 kilómetros al noroeste de Bucarest, donde el ex dictador comunista Nicolae Ceausescu fue fusilado en 1989.
La indignación de esta familia gitana que vive en el periférico barrio de Prepeleac se vuelca a la par contra la pobreza, contra la Policía española a la que imputa pasividad y asimismo contra la esposa del fallecido. "Le dejó morir en el hospital, solo como un perro entre los extranjeros, y volvió a su casa cuando él en realidad necesitaba su apoyo y el de sus hijos".
Luminita y su madre Elvira sostienen que la familia Mitrita habían decidido prenderse fuego juntos para protestar ante las autoridades españolas y solicitar asistencia para poder regresar a casa. Sin embargo, Ionela finalmente le dejó solo e incluso le dio su mechero para incendiarse ya que el encendedor de su esposo no funcionaba, aseguran ambas.
Además, la familia acusa a la mujer de haber incitado a su esposo a abandonar el país para buscar trabajo en España, junto con sus dos hijos, Izabela, 17 años, y Dragos de tres, por lo que la califican de "madre irresponsable".
Protección policial
La viuda pasó las últimas noches bajo protección policial antes de ser ingresada provisionalmente con sus hijos en un centro de asistencia social, según fuentes de la Policía local. Ionela recurrió al apoyo de la Policía ya desde hace dos semanas, cuando los parientes de su esposo intentaron golpearla por primera vez. Según Ropotan, la mujer espera que el Estado rumano le otorgue una subvención y una habitación para poder vivir con sus hijos.