Botella inaugura unas fiestas entre numerosos abucheos
"Si la mayoría de los madrileños supieran cuáles son las condiciones de los bomberos, a lo mejor pensaban que este colectivo no tenía tanta razón", se ha referido la alcaldesa de Madrid al principal grupo que protestaba
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha inaugurado esta mañana con una ofrenda floral las fiestas en honor de la Virgen La Paloma entre los abucheos de los bomberos y de otros colectivos públicos y los aplausos, en menor medida, de otros ciudadanos. Sobre las 12.30 horas ha bajado del coche oficial y ha recorrido los 200 metros que la separaban de la parte trasera del templo, donde estaba previsto hacer la ofrenda, entre gritos en contra de su gestión y de los recortes a los funcionarios y los aplausos y vivas de otra parte del público.
Algunos de estos últimos han increpado a los manifestantes, que portaban pancartas y camisetas alusivas a esos recortes. Así, la alcaldesa y su comitiva han atravesado la plaza, en una zona llena de público por las fiestas de Madrid. Posteriormente Botella ha pedido a los bomberos trabajar que contribuyan con su trabajo para "seguir adelante", a pesar de que hay mucha gente "descontenta, preocupada y que tiene incertidumbre". Respecto a los abucheos, la alcaldesa de la capital ha asegurado que "es algo que han hecho con cierta frecuencia durante distintos años y ahora lo importante es trabajar por el futuro de forma conjunta, y entre todos se puede seguir adelante si se trabaja con esfuerzo y se cree un unos mismos", ha dicho la alcaldesa.
Botella ha indicado que "entiende" que los bomberos puedan tener "algún momento de descontento", pero a la vez ha señalado que "si la mayoría de los madrileños supieran cuáles son las condiciones de los bomberos, a lo mejor pensaban que este colectivo no tenía tanta razón". Por último, la alcaldesa ha apuntado que "los bomberos se vienen quejando casi siempre, y pese a apreciarles a ellos y a su trabajo, tienen unas condiciones de trabajo que ya quisieran otros muchos madrileños".
Siguiendo los pasos de Gallardón
Unas 200 personas han acompañado e increpado en todo momento a la alcaldesa que, después de colocar las flores, ha recorrido otros 300 metros para entrar por la puerta principal de la iglesia. Tras la misa y observar las maniobras que el cuerpo de bomberos tiene que hacer para bajar el cuadro con la imagen de la virgen, Botella ha saludado a las autoridades religiosas y ha vuelto a salir a la calle, donde nuevamente ha sido pitada e increpada. De todas formas y como hacía el anterior alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, se ha dirigido a una cervecería próxima a tomar un aperitivo.
Numerosos efectivos del Cuerpo Nacional de la Policía y de la Policía Local custodiaban la zona y han tenido que hacer barrera para que los manifestantes no entraran en el bar, aunque los insultos y chanzas se oían desde el recinto. Sobre las 14.30 horas, la alcaldesa ha abandonado el bar y protegida por la policía se ha metido en su vehículo oficial.