Ban alerta de que queda poco tiempo para evitar una guerra civil en Siria

EFE - En la imagen, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. EFE/Archivo
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, alertó de que el gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, y la oposición disponen de poco tiempo para detener la violencia antes de que se desencadene "una guerra civil a gran escala con efectos catastróficos sobre Siria y toda la región".
"El Gobierno y todos los elementos de la oposición deben darse cuenta de que disponen de un breve período de tiempo para detener la violencia, de una breve oportunidad para crear una apertura al compromiso político entre el Gobierno y quienes buscan cambios", dijo Ban ante el pleno de la Asamblea General de la ONU.
El máximo responsable de Naciones Unidas alertó de que, "si no se aprovecha esta oportunidad", acabará estallando "una guerra civil a gran escala con efectos catastróficos sobre Siria y toda la región", como ya apuntó el martes el enviado especial al país árabe, Kofi Annan, ante el Consejo de Seguridad.
Ban volvió a condenar el ataque ocurrido al paso de observadores de la ONU en el sur de Siria y aseguró, a diferencia de lo explicado unas horas antes en un comunicado, que la explosión fue dirigida contra la misión del organismo internacional.
"Es de un ataque inaceptable", dijo el diplomático surcoreano, quien señaló que el episodio, ocurrido en Deraa y que no produjo víctimas entre los observadores pero sí varios heridos entre las fuerzas de seguridad sirias, supone "un categórico recordatorio de los riesgos de que la violencia aumente todavía más".
El panorama que el secretario general plasmó de la realidad sobre el terreno fue desolador: "civiles inocentes muriendo, tropas gubernamentales y armamento pesado en las calles, números cada vez mayores de detenciones y denuncias de torturas brutales, y un alarmante aumento del uso de explosivos en todo el país".
Ban defendió la labor que pueden desempeñar los observadores en el país y subrayó que la presencia de la Misión de Supervisión de la ONU en Siria (UNSMIS) representa "la última y mejor oportunidad par la paz" a la que se enfrenta la nación árabe.
Explicó que 38 países han ofrecido personal para integrar la misión y pidió el apoyo unánime de toda la comunidad internacional para lograr que a finales de mes se encuentren sobre el terreno 300 observadores y el componente civil de la misión, de alrededor de un centenar de personas.
El ataque ocurrió a pocos metros de donde se encontraban los expertos internacionales, entre ellos el jefe de la misión en Siria, el general noruego Robert Mood, que acababan de cruzar un puesto de control cerca de Deraa.
Los observadores, encargados de supervisar el cumplimiento del plan de paz del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, iban a efectuar una visita a Deraa, foco opositor donde estallaron las primeras protestas contra el régimen de Al Asad, en marzo de 2011.
Actualmente hay setenta observadores militares desarmados y 43 civiles sobre el terreno, con cinco bases en los alrededores de Damasco y algunos expertos desplegados en Homs (centro), Hama (centro), Idleb (norte), Deraa (sur) y Alepo (norte).
En el Consejo de Seguridad de la ONU todavía no se debate cuándo se deben evaluar alternativas al plan de paz de Annan, por lo menos, según dijeron fuentes diplomáticas, hasta que se cumplan los tres meses de mandato que tiene la misión de los observadores, a menos que ocurra "algo extraordinario" sobre el terreno.
En cualquier caso, según las mismas fuentes, para que el plan de Annan tenga éxito, se debe resolver un doble problema: la poca voluntad de negociación del régimen de Al Asad y la falta de una voz unida por parte de la oposición, tanto dentro como fuera del país.