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Miércoles, 9 de Mayo de 2012

Mitad etiquetas de fármacos no tienen datos de dosis para niños

Reuters ·09/05/2012 - 18:52h

Por Genevra Pittman

La mitad de las etiquetas de los medicamentos no incluyen información sobre la seguridad y las dosis para los niños, según revela un equipo de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).

Los resultados, de una evaluación de más de 500 etiquetas en el 2009, muestran un avance con respecto al escenario de 1975, cuando una de cada cinco etiquetas incluía información pediátrica, aunque todavía quedan muchas preguntas por responder.

A menudo, los medicamentos pasan el proceso de aprobación de la FDA y llegan al mercado sin demasiada investigación sobre cuál sería el mejor uso pediátrico, aseguró el doctor Eric Lavonas, del Centro sobre Venenos y Fármacos de Rocky Mountain, Denver.

"En la práctica, es duro hacer estudios pediátricos", dijo Lavonas. Pero, agregó, la falta de pruebas a menudo deja a los médicos y los padres "atorados" cuando hay que tratar niños.

Las leyes aprobadas en la última década permite que la FDA le otorgue incentivos a algunas empresas para incluir la información pediátrica en las etiquetas, mientras que puede exigirles a otras que realicen las investigaciones necesarias para obtener esa información.

Además, puede derivar ciertos fármacos a los Institutos Nacionales de Salud para obtener información independiente sobre el uso pediátrico.

El equipo de M. Dianne Murphy, de la FDA, analizó las etiquetas de 560 fármacos para tratar desde la hipertensión hasta las alergias.

Halló que 231 fármacos estaban correctamente etiquetados y que otros 29 incluían información de las dosis por lo menos para los más pequeños.

Eso dejó al 54 por ciento de las etiquetas sin información pediátrica útil.

Al descartar los 100 fármacos irrelevantes en pediatría, como los de tratamiento del cáncer de próstata, el 44 por ciento de los medicamentos restantes no incluía información pediátrica clave.

Y más de la mitad de los productos con nuevos ingredientes aprobados entre el 2002 y el 2008 tampoco incluía información sobre la seguridad y las dosis para niños, según publica el equipo en Journal of the American Medical Association.

Murphy explicó que los medicamentos de uso común en los niños, como los del asma o las vacunas, son rigurosamente probados en ese grupo etario.

Lo que falta son justamente estudios sobre los tratamientos de enfermedades pediátricas no tan comunes, como el cáncer y las cardiopatías, como así también evidencia de su efectividad, seguridad y dosis.

"Si se le indica una terapia a un niño y no da resultado, es difícil decir si la dosis no fue la adecuada o si el medicamento simplemente no funcionó. Lo mismo ocurre si un niño tiene un efecto adverso", finalizó.

FUENTE: Journal of the American Medical Association, online 8 de mayo del 2012.