Archivo de Público
Miércoles, 30 de Enero de 2008

Pizarro intenta seducir a Catalunya con dinero

Acepta publicar las balanzas fiscales pero exhibe un discurso económico vacío 

FERRAN CASAS ·30/01/2008 - 22:09h

Pelillos a la mar. Ésta fue la divisa que presidió la primera visita de Manuel Pizarro, el fichaje estrella del PP y su nueva cara económica, a Catalunya. El que al frente de Endesa desbarató la opa de Gas Natural y La Caixa a la eléctrica apelando al patriotismo español frente al interés económico catalán ha intentado hoy remediar el asunto. Lo ha hecho comprometiendo al PP con la publicación de las balanzas fiscales entre las comunidades y el Estado, el secreto que más celosamente guardan los gobiernos centrales, ya sean del PSOE o el PP. Unas cifras que, a juicio de partidos y agentes sociales catalanes, darían argumentos para reducir sensiblemente el déficit fiscal de Catalunya.

El compromiso de Pizarro, que pareció fruto de la improvisación en una intervención ante afiliados a la patronal PIMEC, ha obligado a Mariano Rajoy a salir al paso desde París. El líder del PP afirmó que nunca ha estado "en contra" de publicitar esos datos -para los que ya hay dos métodos oficiales de cálculo- pero aseguró que es "difícil hacerlo".

Aprobadas en 2004 y 2005

El PSOE, a propuesta de los grupos catalanes, aprobó en 2004 en el Congreso y en 2005 en el Senado publicarlas pero después siempre ha encontrado razones para no hacerlo. El PP se ha movido entre el no y la abstención pese a lo dicho por Rajoy. Los diarios de sesiones son explícitos: su diputado Francisco Utrera tildó, en el hemiciclo, las balanzas fiscales de "burdo instrumento".

PIMEC pide su publicación por "transparencia". Pizarro, esforzándose por lavar su mala imagen en Catalunya, dijo no tener problema ¡Pero ojo! No sólo está "encantado" con difundir las balanzas fiscales, también "las comerciales", que demostrarían Catalunya vende mucho más de lo que compra al resto del Estado.

Pizarro argumentó que la "transparencia" debe ir hasta el final. Pronosticó que la peor parte se la llevarán andaluces y extremeños, "los que más subvenciones reciben".

El dos de Rajoy no llenó el auditorio pese a la expectación mediática. Y tampoco logró convencer a todos. Pocos fueron los que le aplaudieron a rabiar. Algunos asistentes no dudaron en calificar de "vacío" su programa económico, que se destacó por abrazar el liberalismo radical con medidas como rebajas o supresiones de impuestos o "adelgazar" la administración. En esta línea lamentó que cada trabajador lleve "en la mochila" a un parado o funcionario.

El expresidente de Endesa se recreó en los lugares comunes del discurso económico de la derecha para agradar a un empresariado al que recordó que, en alguna ocasión, a la Generalitat "se le ha atragantado" el autogobierno a la hora de gestionarlo.

La mentira en política

En cuanto al traspaso del aeropuerto del Prat lanzó balones fuera (sólo se le vio cómodo hablando de la Bolsa) afirmando que lo que se debe buscar es "que funcione y sea competitivo". Pizarro había salido de corrales aclarando que, con la opa, nunca dijo el "antes alemana que catalana" sobre Endesa y lanzó un alegato contra la "mentira" en política.

Visita a la zona cero del AVE, un barrio deprimido

Pizarro, que en 2006 cobró el triple que todo el gobierno junto, visitó el barrio del Gornal, en l'Hospitalet, afectado por las obras del AVE. Es un polígono de bloques donde se sufre para llegar a fin de mes. Pizarro paseó sin hablar con nadie más que con su séquito y dio un mitin. Con una verborrea que hace prever grandes tardes en las Cortes, aseguró que ayudará "a esta gente" a superar su situación. Cuando un miembro de la plataforma de afectados por las obras le explicaba como los socialistas les acusaban de tener "intereses personales" le contestó que a él, con la opa, le pasó "lo mismo". Igualito.