Los jueces instructores de la Audiencia Nacional creen que la dispersión ya no tiene sentido

EFE - El ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, ayer durante una rueda de prensa durante el debate de los ministros del Interior de los Veintisiete celebrado en Luxemburgo.
Los jueces de instrucción de la Audiencia Nacional consideran que la dispersión de los presos de ETA ya "no tiene sentido" con el "nuevo escenario" abierto tras el cese de la violencia anunciado por la banda terrorista hace seis meses y abogan por la equiparación de estos internos con los comunes.
A la espera de conocer más detalles sobre el programa integral del Ministerio del Interior para la reinserción de los presos de ETA, aplicable también a miembros de otras organizaciones terroristas y del crimen organizado, conocido ayer, las fuentes consultadas señalan que el Ejecutivo tiene "plena legitimidad" para diseñar la política penitenciaria.
Las mismas fuentes explican que la dispersión, acordada a finales de los años 80, vino motivada para acabar con la concentración de reclusos etarras en determinadas prisiones y evitar el control de los mismos por parte de los dirigentes etarras.
Sin embargo, ante el fin de la violencia, estas fuentes subrayan que esa política "ya no tiene sentido" y que debería encaminarse a la "normalización" y "equiparación" de los presos etarras con el resto de reclusos comunes.
Por ello, insisten en que es positivo que la política penitenciaria, que corresponde al Gobierno, se "adapte" a los "nuevos tiempos que corren" desde que ETA hiciera público el cese definitivo de su actividad armada el pasado 20 de octubre.
No obstante, precisan que estos argumentos son sólo aplicables en el caso del acercamiento de los presos, medida que compete a Interior a través de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, pero que "otra cosa son los beneficios penitenciarios".
Así, recalcan que en este extremo hay que cumplir "estricta y taxativamente" la ley, que contempla que para acceder a estos beneficios es necesario haber cumplido con las tres cuartas partes de la condena impuesta, pedir perdón a las víctimas, satisfacer la responsabilidad civil y comprometerse a colaborar con la Justicia, entre otros requisitos.
Desvincularse de la organización de forma "clara" y "sólida" dará acceso a los internos al programa de reinserción, sin que, según confirmó ayer en Luxemburgo el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, deba haber una petición de perdón.
Los reclusos podrán ser trasladados a partir de ese momento a centros próximos a sus domicilios, aunque no habrá "acercamientos automáticos".
El programa se iniciará en las cárceles del País Vasco -habrá convenios de colaboración entre el Ministerio y el departamento de Interior del Gobierno de Vitoria-, donde los internos participarán en "aulas" dirigidas a su educación en valores de convivencia y tendrán formación para facilitar su inserción en la vida laboral cuando recuperen la libertad.
Una vez allí, cumplir el resto de los requisitos que exige la ley permitirá a los reclusos ser clasificados en un grado penitenciario más flexible y acceder a beneficios penitenciarios. EFE
ada.pvs/jmi
ETA PRESOS
Jueces instructores de A.Nacional creen que la dispersión ya no tiene sentido
Los jueces de instrucción de la Audiencia Nacional consideran que la dispersión de los presos de ETA ya "no tiene sentido" con el "nuevo escenario" abierto tras el cese de la violencia anunciado por la banda terrorista hace seis meses y abogan por la equiparación de estos internos con los comunes.
A la espera de conocer más detalles sobre el programa integral del Ministerio del Interior para la reinserción de los presos de ETA, aplicable también a miembros de otras organizaciones terroristas y del crimen organizado, conocido ayer, las fuentes consultadas señalan que el Ejecutivo tiene "plena legitimidad" para diseñar la política penitenciaria.
Las mismas fuentes explican que la dispersión, acordada a finales de los años 80, vino motivada para acabar con la concentración de reclusos etarras en determinadas prisiones y evitar el control de los mismos por parte de los dirigentes etarras.
Sin embargo, ante el fin de la violencia, estas fuentes subrayan que esa política "ya no tiene sentido" y que debería encaminarse a la "normalización" y "equiparación" de los presos etarras con el resto de reclusos comunes.
Por ello, insisten en que es positivo que la política penitenciaria, que corresponde al Gobierno, se "adapte" a los "nuevos tiempos que corren" desde que ETA hiciera público el cese definitivo de su actividad armada el pasado 20 de octubre.
No obstante, precisan que estos argumentos son sólo aplicables en el caso del acercamiento de los presos, medida que compete a Interior a través de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, pero que "otra cosa son los beneficios penitenciarios".
Así, recalcan que en este extremo hay que cumplir "estricta y taxativamente" la ley, que contempla que para acceder a estos beneficios es necesario haber cumplido con las tres cuartas partes de la condena impuesta, pedir perdón a las víctimas, satisfacer la responsabilidad civil y comprometerse a colaborar con la Justicia, entre otros requisitos.
Desvincularse de la organización de forma "clara" y "sólida" dará acceso a los internos al programa de reinserción, sin que, según confirmó ayer en Luxemburgo el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, deba haber una petición de perdón.
Los reclusos podrán ser trasladados a partir de ese momento a centros próximos a sus domicilios, aunque no habrá "acercamientos automáticos".
El programa se iniciará en las cárceles del País Vasco -habrá convenios de colaboración entre el Ministerio y el departamento de Interior del Gobierno de Vitoria-, donde los internos participarán en "aulas" dirigidas a su educación en valores de convivencia y tendrán formación para facilitar su inserción en la vida laboral cuando recuperen la libertad.
Una vez allí, cumplir el resto de los requisitos que exige la ley permitirá a los reclusos ser clasificados en un grado penitenciario más flexible y acceder a beneficios penitenciarios.