Archivo de Público
Miércoles, 30 de Enero de 2008

Martos, la tierra del olivo

El municipio jiennense busca la unión de los agricultores para afrontar el futuro marcado por el monocultivo aceitero

PANCHO TRISTÁN ·30/01/2008 - 21:06h

Los olivares, con más de un millón de medio de árboles, rodean la localidad. P.T.

Aquí tocan a una hectárea de olivos por vecino. O casi. Este es el municipio de Martos, a un paso de Jaén y a otro de Baena, ya en Córdoba, más de 24.000 almas encaramadas a uno de los altos de un valle que es inmenso mar de olivos. Junto a otros municipios como el de Torredonjimeno, Martos es un ilustre ejemplo de esa España que vive del olivo. Y, al menos, en lo que a población se refiere, el municipio parece tener una excelente salud: en los últimos años, su padrón municipal se incrementó en cerca de un 10%.

Y sucede como en todas partes. Afortunadamente, cuando uno pregunta por Martos, las opiniones son diversas. Para el presidente de los empresarios del municipio, Enrique Cuesta, el pueblo “está teniendo una fuerza comercial importante. El sector olivarero es muy importante, pero también otros sectores como el de los plásticos”. Para Luis Manuel Luque, un joven en busca de empleo que convirtió su blog -www.martosaldia.es-  en una referencia en el municipio, apenas se crea empleo de calidad. “La gente de mi edad que se va estudiar fuera, generalmente no vuelve. Aquí hay trabajo, pero es en el campo, y además sólo dura los tres meses de la recogida de la aceituna”.Sostiene Luis Manuel Luque pese a todo, que “aquí hay muy buena calidad de vida”. Y describe lo bueno y lo malo del crecimiento experimentado por el pueblo en los últimos años: de entre lo bueno, destaca la actividad que ahora hay en elmunicipio. Señala, como ejemplo, la programación del teatro municipal. Pero tampoco escapó Martos del ahora decadente boom inmobiliario, con sus tantos pisos pero todos tan caros: “Aquí una casa de 100 metros cuesta hoy unos 30 millones de pesetas”.

En todo caso, el principal reto al que se asoma el futuro de Martos es la modernización del sector olivarero. Y en eso parecen coincidir todos. Desde el alcalde –con que este periódico no pudo hablar a pesar de sus intentos–, hasta algunos olivareros y el líder de los empresarios locales.

Antonio Garrido, empresario olivarero, señala que se vive un buen momento. “Siempre hay quien se queja, pero lo cierto es que las cosas están yendo bien, y que la política de subvenciones está resultando muy positiva”. Y, acto seguido, Garrido señala por dónde pueden llegar las dificultades: “Las subvenciones terminan en 2013, y tenemos que adaptarnos si queremos continuar siendo competitivos”.Y es que el aceite de los árboles del municipio que más olivos tiene en el mundo –algunos estudios señalan que hay un millón y medio– se va en cisternas para ser embotellado en otros lugares. “Perdemos el valor agragado de la comercialización”, indica Enrique Cuesta. El máximo dirigente de la Asociación de Empresarios de Martos —ASEM— cree que tanto la iniciativa municipal para crear un polígono olivarero en la ciudad como la iniciativa, compartida por muchos, de crear un marca única para el aceite de Martos pueden resultar claves para afrontar los  retos del futuro. “Ahora mismo hay cinco cooperativas diferentes para la comercialización de la producción. La idea de unificar criterios en la producción, compartir recursos, y disponer de una sola marca, es muy buena. Debemos de tender hacia una producción ecológica y de calidad. Y buscar una manera de participar directamente en la distribución”.

Quizás esa sea la manera de que los jóvenes, como Luis Manuel Luque, no lamenten la escasez de oportunidades que ofrece el pueblo. Aunque ellos tampoco se quedan quietos. Tras lo buenos resultados de la web Martos al Día, Luque ya ha lanzado Martos Joven.