Getafe y Athletic empataron sin brillo y sin goles en un partido que supuso el regreso a los terrenos de juego de Fernando Llorente después de seis semanas de baja por una lesión de rodilla. El encuentro también supuso un récord para Muniain, que se convirtió en el jugador más joven de la Liga en alcanzar los cien partidos oficiales.

La vuelta de Llorente fue lo mejor de un choque bastante aburrido, sobre todo en la primera mitad. Miku, Casquero e Iraola crearon las únicas ocasiones de gol antes del descanso. El panorama varió tras la reanudación, cuando Bielsa y Luis García cambiaron en el vestuario la actitud de sus jugadores. Fue entonces cuando comenzó un duelo diferente, con una marcha más. Los azulones salieron más concentrados y tuvieron las primeras ocasiones en las botas de Rafa, tras un gran centro de Pedro Ríos, y Güiza, que reclamó un penalti tras una jugada personal. El andaluz no anda fino. Sigue moviéndose como nadie por el área, pero, de momento, ha perdido olfato goleador. Estos ataques de los locales espolearon al Athletic, que estuvo a punto de adelantarse con un disparo al larguero de Susaeta y con un intento de Toquero que paró con algún apuro Moyà. Antes, el árbitro había anulado un gol a Javi Martínez por fuera de juego.

Fueron los mejores momentos de los rojiblancos, que a partir de ese instante apenas crearon más oportunidades, incluso con Llorente ya en el campo. El delantero riojano jugó la última media hora y durante ese tiempo no tuvo muchas opciones, pero al menos intimidó como en él es costumbre.

Cuando la batalla parecía finalizada, fue Miku, con un cabezazo al larguero, quien pudo desnivelar el marcador. Al final, el Athletic, por octava temporada consecutiva, se marchó sin los tres puntos del Coliséum. El empate deja a los dos equipos en la zona templada de la tabla. "El equipo ha estado muy bien. Hemos podido ganar y creo que estamos creciendo", señaló tras la conclusión Luis García. Bielsa destacó el "buen trato de la pelota y de la elaboración del juego" por parte de sus jugadores, aunque una vez más se quedaran sin ganar.