Las provincias que decidirán quién es el nuevo presidente
El PP se juega la mayoría absoluta en 19 circunscripciones, donde logró más escaños en 2000 pero fue incapaz de repetir victoria en 2004 y 2008. El reparto de escaños se ha mantenido inamovible en 14 provincias desde 1996

Los dos candidatos con opciones a presidir el Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba arriba y Mariano Rajoy, en sendos mitines de la precampaña electoral. efe
La campaña está a punto de arrancar y los partidos saben dónde redoblar esfuerzos y qué circunscripciones visitar para movilizar el voto. ¿Por qué la caravana electoral del PP va a pasar por Huelva si desde 1993 el PSOE obtiene tres escaños y los conservadores dos? ¿Por qué el candidato Rubalcaba se ha volcado en Catalunya y Andalucía?
Analizando los resultados de las cuatro últimas elecciones generales es posible dividir las 52 circunscripciones (50 provincias más Ceuta y Melilla) en tres grupos. El más sencillo de analizar está formado por 14 provincias y las dos ciudades autónomas, donde el reparto de escaños se repite de forma invariable convocatoria tras convocatoria. La celebración de los comicios parece un mero trámite que no variará el resultado. Son paradigmáticas varias provincias castellanas, que se reparten tres diputados cada una y que siempre reflejan el mismo resultado: dos para el PP y uno para el PSOE.
Los socialistas han de arrasar en Andalucía y Catalunya para ganar las elecciones
Un segundo grupo está formado por 19 provincias, donde el PP logró más diputados que el PSOE en 2000, cuando José María Aznar obtuvo la mayoría absoluta, pero donde no fue capaz de repetir victoria desde entonces. En todas ellas, en las convocatorias de 2004 y 2008, el PSOE logró empatar o sacar más escaños. Para que se cumplan las encuestas, que prevén una amplia victoria de Mariano Rajoy, parece una condición necesaria que buena parte de estas 19 provincias vuelvan a otorgar mayoría de diputados al PP. Y desde el punto de vista del PSOE, es imprescindible evitar una debacle en estas circunscripciones para impedir esa mayoría absoluta de Rajoy.
El tercer grupo lo componen esencialmente las provincias más pobladas, que eligen por tanto a un mayor número de diputados. La brecha entre PSOE y PP en este grupo no ha sido históricamente demasiado amplia. La razón es que cada partido cuenta con sus graneros de votos, que se compensan mutuamente: Andalucía y Catalunya para los socialistas, y Madrid, País Valencià y Murcia para los conservadores. Eso sí, se puede destacar una conclusión: al PSOE no le basta con sacar más diputados en Andalucía y Catalunya para ganar las elecciones, tiene que arrasar. En 2000, los socialistas vencieron en ambos territorios y el PP logró mayoría absoluta (ver recuadro)
El último escaño en juego
El PSOE ganó en 2000 en ambos territorios por poco y Aznar sacó mayoría absoluta
El análisis histórico de los resultados no es el único que realizan los expertos. También utilizan los sondeos y la información de las últimas elecciones municipales para examinar dónde será mayor la competencia y deducir en qué provincias unos pocos votos hacen bailar el último escaño.
El profesor de Ciencia Política de la Universidad Pompeu Fabra Ignacio Lago advierte de que hacer esa extrapolación es "un ejercicio peligroso", pero admite su utilidad, ya que permite "ver la tendencia, porque el comportamiento electoral en las municipales no es el mismo que en las generales". Así, haciendo esa simulación, se observa que la batalla electoral se dirime en unas 20 circunscripciones. El último escaño, explican los expertos consultados, sería muy reñido en Lugo, Huelva, Barcelona, A Coruña, La Rioja, Madrid, Granada, Sevilla, Alicante y Tarragona. La pugna entre PSOE y PP para alterar la balanza que caería del lado conservadorse da en cinco de ellas: Lugo, La Rioja, Huelva, Alicante y Tarragona. En el resto, intervienen terceras fuerzas como IU, UpyD y CiU, que podrían también restar diputados a socialistas y conservadores.
El presidente de Inspire Consultores, José Ignacio Wert, da por imposible el desempate a dos en Lugo y La Rioja. "El tres a uno para el PP es muy caro", afirma, asegurando que en Galicia cuyas provincias "son todas prioritarias para el PP, mientras que para el PSOE son las cuatro de Catalunya" habrá poco baile de diputados. Sin embargo, sí da por válida la opción de que los socialistas pierdan el quinto parlamentario por Alicante y el segundo en Huelva.
En varias provincias castellanas, el PP logra siempre dos escaños y el PSOE, uno
Wert también destaca el alto precio en número de votos necesario para alterar la balanza en alguna de las dos provincias extremeñas: "Es imposible que se mueva Extremadura", asegura.
El tamaño importa
Cabe recordar que el baile de escaños es raro en las circunscripciones pequeñas, que eligen entre uno y cinco diputados. "Los distritos pequeños e impares son prácticamente imposibles de modificar", apunta Lago, que rebaja un grado de dificultad para las provincias con número par de diputados y otro más para las de mayor tamaño. "En las circunscripciones grandes y con más partidos es donde pocos votos pueden cambiar el resultado", argumenta.
Michavila prevé una gran participación al ser unas "elecciones de cambio"
La dificultad, explica el sociólogo de la Universidad Autónoma de Madrid Guillermo Cordero, radica en el sistema electoral. "La fórmula D'Hont afecta mucho al resultado de la provincias pequeñas", explica, porque tiende a "sobrerepresentar al partido más votado y, a veces, a infrarrepresentar a la segunda formación. Y es raro que el tercer partido obtenga escaño".
Justo lo contrario que ocurre con aquellas circunscripciones que eligen diez o más diputados, como Sevilla y Barcelona, dos nichos de votos del PSOE. Aquí, "el reparto de escaños es más proporcional y donde se esperan las mayores pérdidas de escaños del PSOE y los mayores beneficios para las formaciones pequeñas".
El catedrático de Ciencia Política del País Vasco Francisco Llera se fija en otros dos elementos, además del tamaño: la fragmentación de partidos y la presencia de nuevas opciones políticas, ya sean estas formaciones nacionales, regionales o nacionalistas.
Wert cree imposible el desempate en provincias como Lugo o La Rioja
En este sentido, Llera resalta la fragmentación del voto en Barcelona entre CiU, ICV, ERC, PP y PSC, y en el resto de provincias catalanas. "La clave estará en cuánto arañan los conservadores a los socialistas en Barcelona", remacha. También mira hacia las provincias vascas y la irrupción de Amaiur, que puede cambiar el reparto de fuerzas. Wert añade una "segura" pérdida de escaños del PSE, que cosechó nueve de los 18 en juego en 2008.
¿Y qué ocurrirá con las circunscripciones intermedias, aquellas que eligen entre seis y nueve diputados? Según Cordero, este grupo es muy heterogéneo por lo que hay que analizar caso por caso. No obstante, considera que "las formaciones pequeñas IU e UPyD, entre otras podrían jugar un papel importante en una coyuntura extraordinaria como la actual".
Las peculiaridades del 20-N
Cordero destaca las opciones de IU y UPyD en distritos intermedios
Fruto de la excepcionalidad de las elecciones del 20-N, el presidente de la consultora Gad3, Narciso Michavila, pone de relieve tres peculiaridades. La primera: "La participación no bajará del 70% porque son unas elecciones en las que se percibe el cambio, unos quieren provocarlo y otros evitarlo".
El sociólogo apunta a una segunda circunstancia relacionada con un fenómeno que ha venido aparejado con la crisis: "La gente tarda un poco más en decidirse a la hora de votar". Y por último, destaca un tercer aspecto: el perfil bajo de la campaña ante "la falta de fondos, los cambios de la Ley Electoral y el desinterés del PP en calentarla".
Con Andalucía, Catalunya y Madrid, Michavila rescata a Galicia como "la gran olvidada" de las comunidades determinantes. Están en juego 23 escaños y en 2008 el BNG obtuvo sólo dos, recuerda. Por último, pone el acento en Asturias, donde la irrupción de Foro Asturias y el personalismo de Francisco Álvarez Cascos puede alterar el equilibrio de fuerzas de la última década. "Podría llevarse dos escaños", apunta. José Ignacio Wert, sin embargo, es más prudente a la hora de pronosticar el resultado de Foro Asturias: "El efecto Cascos va a estar más contenido" que en mayo.