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Viernes, 29 de Julio de 2011

Fabra saca la tijera y recorta en educación y sanidad

El Consell asegura que no habrá merma en los servicios públicos básicos

BELÉN TOLEDO ·29/07/2011 - 13:57h

JUAN NAVARRO (PÚBLICO) - Alberto Fabra y su equipo de gobierno el 28/07/2011.

"Sacar la tijera" y "apagar el interruptor". Así definió ayer el conseller de Hacienda del País Valencià, José Manuel Vela, un plan de austeridad que introducirá recortes en sanidad y en educación, entre otras muchas áreas. Vela anunció una "primera batería de contención del gasto", con la que se pretende ahorrar 680 millones de euros durante lo que queda del año. Es sólo una pequeña parte del recorte total al que se ha comprometido el Gobierno valenciano, que asciende a casi 1.900 millones de euros en 2011 respecto al gasto de 2010. Por eso, las medidas anunciadas ayer son "dinámicas", según el conseller. Es decir, que a partir de septiembre se harán públicos más recortes.

Vela culpó al Gobierno central de la necesidad de llevar a cabo este ajuste. Explicó que la negativa del Ejecutivo a entregar a las comunidades autónomas lo que les corresponde del fondo de competitividad ha puesto a la Generalitat en el brete de tener que profundizar en los recortes. Al País Valencià le habría correspondido recibir 633 millones de euros de este fondo, que no llegarán hasta dentro de dos años.

Esta situación es la que ha llevado a la Generalitat a preparar con urgencia el plan de austeridad presentado ayer, según explicó Vela. El conseller enunció las medidas con trazo grueso, sin aclarar cómo se traducirán los grandes números del ahorro en el día a día de los servicios públicos, esto es, en la vida del ciudadano. Aplazó los detalles hasta septiembre, cuando el conseller de cada ramo explicará en qué partidas concretas se llevarán a cabo los recortes en cada departamento.

Hubo, sin embargo, algunas pistas. En educación, por ejemplo, anunció un ahorro de 19 millones gracias, entre otras cosas, a una "reorganización y racionalización de plantillas de personal docente de centros públicos no universitarios", pero no aclaró si esto supondrá el despido de profesores interinos. Desde la conselleria de Educación, insistieron en que no habrá merma en el número de docentes, y explicaron que el ahorro podría venir del aumento puntual del número de alumnos por aula. También podría haber plazas de profesores jubilados que no se vuelvan a dotar. En materia educativa serán las universidades las que se llevarán la peor parte, con un tijeretazo de 132 millones, que Vela tampoco concretó.

En sanidad, el recorte ascenderá a los 69 millones de euros. Entre las medidas incluidas en este capítulo está el fomento de las recetas de génericos y la supresión de algunos de los servicios de atención al paciente de los hospitales. Pero también hay medidas que afectarán directamente a los pacientes, como la "revisión de historiales fármaco terapéuticos" así como el ahorro en prótesis. Vela alegó su desconocimiento en materia sanitaria para evitar concretar qué consecuencias tendrán estos recortes para los pacientes sujetos a los tratamientos en los que se aplicará la tijera.

El conseller sí se esforzó en transmitir el mensaje de que no habrá una merma en la prestación de los servicios públicos básicos. A preguntas de la prensa, comparó la situación del País Valencià con la de Catalunya. Vela fue categórico al afirmar que "en cuanto los recortes de Catalunya, aquí no" e hizo una crítica velada sobre el supuesto derroche que sus vecinos del norte hacen en proyección exterior: "Los valencianos no tenemos embajadas, y no necesitamos llevar a cabo esos recortes para mantenerlas".

Los recortes incluyen una "remodelación de plantillas" en la función pública, que menguará en 704 los puestos de trabajo públicos. Se eliminarán empleos que lleven más de un año vacantes "y no afecten a servicios básicos" y otros ocupados por personas que se jubilan. Otro de los capítulos más polémicos es la reducción de los liberados sindicales hasta en un 22%, aunque Vela aseguró que, antes de tomar una decisión definitiva, habrá una negociación con los sindicatos afectados. También prometió un uso más racional de la electricidad, de los coches oficiales, las fotocopias y los móviles, entre otros.