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Miércoles, 27 de Julio de 2011

Condenado a pagar 2,5 millones por arruinar su empresa

El fallo considera que el dueño de Mekanikalan cometió varias irregularidades permitiendo un declive "imparable"

·27/07/2011 - 17:17h

El propietario de la firma alavesa Mekanikalan tendrá que afrontar una condena de 2,5 millones de euros por llevar a la ruina de forma deliberada a su empresa, con el fin de eludir el pago de las deudas que tenía contraídas con sus trabajadores y proveedores, según ha informado CCOO Euskadi.

La plantilla atravesó un "drama económico y un calvario familiar"

Mekanikalan, que ha sido condenado por el juzgado de lo Mercantil número 1 de Vitoria, protagonizó un largo conflicto entre finales de 2009 y principios de 2010 debido a que la empresa dejó de abonar las nóminas a sus 42 trabajadores, que acumularon 10 meses sin cobrar hasta el cierre, en marzo de 2010. La plantilla "atravesó un verdadero drama económico y un calvario familiar, y protagonizó decenas de movilizaciones para denunciar su desesperada situación", ha recordado CC.OO. Euskadi.

A juicio del sindicato, el fallo es "excepcional" porque reconoce que el dueño cometió "múltiples irregularidades contables" para provocar el concurso de acreedores. "Esta maniobra se ha repetido decenas de veces a lo largo de esta crisis, pero muy pocas veces se ha conseguido demostrar ante un tribunal", ha añadido.

Daños y perjuicios

A lo largo del conflicto, los trabajadores reclamaron repetidamente ante los tribunales que se investigasen a fondo las cuentas y, en concreto, la relación financiera entre la empresa y otras dos sociedades del mismo dueño y ubicadas también en Legutiano: Troqueleria Andarto y Terpeck Amortiguadores. El empresario argumentaba que los problemas de tesorería se debían simplemente a la crisis.

Efectuaba trabajos para las otras empresas del grupo pero no facturaba

Sin embargo, el fallo considera probado que el dueño de Mekanikalan perpetró, entre otras, las siguientes irregularidades: sobrevaloró en los libros de contabilidad el importe de inversiones financieras realizadas en las otras empresas del grupo y efectuaba trabajos para las otras empresas del grupo, pero nunca se los facturaba, de tal forma que su actividad siempre era deficitaria y tardó dos años en solicitar el concurso de acreedores desde la aparición de las primeras pérdidas en 2007, permitiendo así un declive "imparable" de sus finanzas.

Los administradores concursales que gestionaron la liquidación de Mekanikalan solicitaron que se impusiera al empresario una indemnización por daños y perjuicios por valor de 845.000 euros. Sin embargo, la juez le ha condenado a abonar una cantidad que ronda los 2,5 millones de euros. Esta cifra es la parte de la deuda contraída con plantilla, proveedores, administraciones y bancos, que no se ha podido saldar con la venta de los activos.