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Jueves, 14 de Julio de 2011

El vuelo más alto y rentable del FIB

Un potente cartel con Arctic Monkeys, The Strokes y Arcade Fire puede batir el récord de asistencia al festival de indie

JESÚS MIGUEL MARCOS ·14/07/2011 - 08:20h

Los primeros espectadores en llegar al FIB. J. N.

Todos los caminos en Benicàssim, ciudad vacacional, llevan a la playa. O casi todos. Observemos la situación: unos mozos extranjeros con pinta de ingleses (aunque al menos uno de ellos es escocés, por la camiseta del Celtic de Glasgow) avanzan en comandita, bien tostaditos de un rojo que pica sólo de mirarlo y con bermudas hawaianas y en chanclas (uno va descalzo). Unos metros por detrás avanza otro grupo, este de chicas, en bikini y sin prisa. Das la vuelta a la esquina y se te viene encima un pelotón. Así, sin hablar mucho, se alejan de la playa y van saliendo de la localidad, hacia una campa de varias hectáreas que el sol, habitualmente, convierte en un monumental horno. Ayer, gracias a una ligera brisa, no había gratinado.

Se iban de la playa porque el camino bueno en Benicàssim, a partir de hoy, conduce a un recinto donde se eleva, ya clásico, el escenario Maravillas, el principal del FIB. Se trata, claro, de música. El sol y la playa son un apetitoso aliño, pero el tomate está en el asfalto que apisonarán a botes 50.000 personas en las próximas horas y días.

Se espera la llegada de más de 50.000 personas en cuatro días

La música manda y lo demuestra la particular resurrección del festival en esta edición, después de la flojera del año pasado (poco más de 30.000 asistentes). ¿El motivo? Un cartel de altura, sobre todo en la letra grande, la brújula por la que se orienta el gran público. Si en 2010 la gente mendigaba en los escenarios secundarios (cuando no en las barras) y huía de los pesos pluma que encabezaban el programa (Kasabian, The Prodigy), en los próximos días habrá que hacerse sitio a codazos: The Strokes, Arctic Monkeys y Arcade Fire. Muy alto.

Se trata de la segunda edición con Vince Power al mando, el exiliado magnate de los festivales ingleses que, tras vender el imperio Mean Fiddler (que incluía el festival de Reading y la sala Astoria de Londres) sólo puede organizar este tipo de eventos lejos de las islas británicas. "Va a ser el año con más gente", explicaba ayer a Público el magnate irlandés. "Y es el máximo que podemos asumir en este recinto, porque al fondo hay una montaña, a la izquierda la carretera y a la derecha el tren. No podemos crecer por ningún lugar. ¡Podemos ir hacia el cielo!", bromeaba.

A diferencia de los hermanos Morán, los dos románticos melómanos leoneses que fundaron el FIB en 1995, Power es ante todo un empresario. No le tiembla el pulso para colocar una atracción de feria frente al escenario principal o guardar bajo llave los horarios de los conciertos para obligar al público a comprarlos en el recinto. Tampoco duda al tomar decisiones comprometidas. Como dijo en una ocasión a su equipo del FIB, "si algún cliente se queja, decidle que Vince Power es un cabrón".

15.000 asistentes llevan acampados desde el lunes en la localidad

El indie rentable

Quiere rentabilidad, pero eso sí, no a cualquier precio. No es especialista en música: en una ocasión le preguntaron por algún grupo español y en lugar de nombrar a Los Planetas dijo el nombre del periódico que le hacía la entrevista. Pero sabe rodearse bien para que sus eventos no se deslicen por la cuesta de la comercialidad populista.

A diferencia de otros festivales, que seducen a los grandes nombres con cheques de seis ceros, el FIB aprieta bastante su presupuesto: ninguno de los cabezas de cartel de este año cobra más de 400.000 euros.

Paso al hip hop

Aparte de las bandas principales, el programa revela la apertura del FIB hacia nuevos territorios. Esta noche, el escenario principal está encabezado por dos artistas de hip hop (The Streets y Plan B), un género poco visto en Benicàssim. El éxito del show de Dizzee Rascal el año pasado parece haber abierto esta veta. Además, está esa rareza llamada Congotronics vs. Rockers, una incursión en terrenos africanos y experimentales que unirá sobre un escenario a los congoleños Konono Nº 1, la argentina Juana Molina y los norteamericanos Deerhoof.

15.000 asistentes llevan acampados desde el lunes en la localidad. El público británico volverá a ser mayoría este año: "El 60%", reconoce Power. Probablemente, ellos desconocen la polémica que se ha originado con la inclusión en el cartel de la mexicana Julieta Venegas, que aterrizará con su acordeón esta misma noche. Parte del público no comprendió que una artista de la radiofórmula actuara en el Festival Internacional de Benicàssim. Pero, y los Killers, ¿no fueron número 1 en Los 40?