La Comisión Europea decidió ayer enviar una misión de expertos a Dinamarca para analizar los nuevos controles fronterizos que desde este mes están en vigor en el país. El Ejecutivo comunitario determinará "si las autoridades danesas se ajustan a la ley europea sobre libre movimiento de bienes, servicios y personas", según aseguró la comisaria de Interior, Cecilia Mälmstrom.

Tras un acuerdo con el partido de extrema derecha, Copenhague aprobó el endurecimiento de los controles en frontera, asegurando que respetan el acuerdo Schengen, que desde 1995 regula la libre circulación. Bruselas acogió con "preocupación" la medida y aseguró ayer que la legalidad de la medida "depende de cómo se lleve a la práctica", en palabras de Mälmstrom.

Supervisión

Los expertos estarán en Dinamarca hoy y mañana y supervisarán el funcionamiento de los controles en la frontera con Suecia y Alemania, países en los que no ha gustado la medida. De encontrar alguna violación, el Ejecutivo comunitario promete "sancionar" a Copenhague. La dureza de Bruselas con Dinamarca parte de la sospecha de que los controles no sólo están encaminados a luchar contra las mafias y el contrabando, sino a contener la inmigración ilegal mediante inspecciones exhaustivas.

Al mismo tiempo, Bruselas prepara un endurecimiento del acuerdo Schengen, pedido por Italia y Francia, que sí permitirá resucitar temporalmente los controles internos dentro del espacio de libre circulación. La propuesta deberá ser detallada en los próximos meses.