Barreda y Cospedal protagonizan el duelo clave del 22-M
El presidente de Castilla-La Mancha defiende su "dedicación exclusiva" a la región frente a su rival. La número dos del PP centra su discurso en la crisis económica

La disputa por la Junta de Castilla-La Mancha ha sido la madre de todas las batallas electorales durante esta campaña y no ha defraudado. Tanto el presidente y candidato socialistas a la reelección, José María Barreda, como la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, han echado el resto hasta la última jornada para arañar cada voto en una lucha electoral que parecía un ensayo de las generales de 2012. Ambas formaciones se juegan mucho. El PSOE defiende uno de sus principales feudos, que gobierna con mayoría absoluta desde hace 28 años. Entre tanto, el PP ha abordado esta campaña como si la victoria de Cospedal sirviera de antesala al triunfo de Mariano Rajoy en las próximas elecciones generales.
Si hay una cualidad de Barreda que pocos castellano-manchegos cuestionan es su cercanía con la gente, lo que le ha ayudado a ser el presidente autonómico más valorado por los ciudadanos, según el CIS. Durante estos 15 días de campaña, Barreda se ha presentado como el candidato que conoce de primera mano los intereses y los problemas de los vecinos, y ha criticado a su rival en las urnas, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, por ser justamente lo contrario: una política que desconoce los asuntos de la región al vivir en Madrid y que ha centrado su discurso en el plano nacional. Barreda destacó "su dedicación exclusiva" frente al pluriempleo de su contrincante, que ya anunció su intención de compaginar su responsabilidad como secretaria general del PP con la de presidenta de Castilla-La Mancha si gana las elecciones. El candidato socialista resumió en una frase las diferencias entre ambos: "Mientras unos nos debemos únicamente a la defensa de los intereses de nuestra tierra, otras tienen ambiciones en otro lugar".
El rechazo al cementerio nuclear ha centrado el discurso de Barreda
Barreda llegó, incluso, a comparar a Cospedal con la política norteamericana del partido republicano Sarah Palin por tener "buena apariencia y ser muy agresiva, pero tener poco fondo". Ante la indignación de los conservadores por estas declaraciones, que calificaron de "groseras y machistas", el presidente argumentó que Cospedal se había mostrado "ambigua" y "poco contundente" en los temas que más preocupan a los ciudadanos como, por ejemplo, su posición acerca de la instalación del futuro cementerio nuclear el ATC en la región
El rechazo a la energía nuclear y a la posible ubicación del almacén de residuos en las localidades de Yebra (Guadalajara) y Villar de Cañas (Cuenca) ha sido uno de sus principales caballos de batalla. Parece que, finalmente, Barreda ganó esta contienda. La ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, anunció que el cementerio nuclear "no irá a Castilla-La Mancha porque Barreda no quiere".
Al igual que otros líderes socialistas, Barreda también alertó de que la llegada del PP a la Junta conllevaría recortes sociales y la privatización de la sanidad y la educación. "El 22 de mayo nos jugamos el futuro de nuestro sistema sanitario, la educación de nuestros hijos y el bienestar de nuestros mayores", advirtió.
Cospedal ha acusado a la Junta de "despilfarrar los recursos públicos"
La candidata del PP, María Dolores de Cospedal, ha abanderado el discurso económico frente a la crisis. La dirigente conservadora aprovechó todas sus intervenciones para acusar al Ejecutivo regional de "despilfarrar los recursos públicos" y haber dejado a Castilla-La Mancha con "un panorama desolador". Que Mariano Rajoy acompañara a Cospedal durante el cierre de la campaña en Guadalajara es una muestra de la importancia que tiene para los conservadores esta región. Los líderes del PP, incluido el expresidente José María Aznar, han apoyado a la número dos del partido en varios mítines en el corredor del Henares y en Cuenca, donde han mantenido un discurso centrado en el ámbito nacional y en las críticas al Gobierno.
Si hay algo que haya faltado en este duelo electoral, ha sido un debate. Los socialistas intentaron organizar un cara a cara entre ambos candidatos antes, incluso, de que comenzara la campaña. Los conservadores aceptaron la celebración del encuentro, pero dieron excusas y evasivas durante la negociación y al final lo frenaron. El PSOE achacó la ausencia de un debate al "miedo de Cospedal" y a su desconocimiento de la región: "Cospedal teme más enfrentarse a Barreda que a una vara verde", afirman.
Aragón
El PSOE advierte de que el PP traerá el copago
Dos mujeres han sido las protagonistas de la lucha política por Aragón, donde el color del Gobierno depende de uno o dos escaños. La candidata socialista, Eva Almunia, pretende revalidar hoy la herencia de su antecesor, Marcelino Iglesias. Almunia ha apostado por el mensaje continuista, que ha pivotado sobre la política social y el fomento del empleo. Ha insistido, además, en una advertencia: si gana la candidata del PP, Luisa Fernanda Rudi, gobernará "la derecha más extrema", afirmó el viernes Almunia en su cierre de la campaña. Este también fue el eje del discurso del ministro de Fomento y número dos del PSOE, José Blanco, quien advirtió a los aragoneses de que no se lleven a engaño con el "hábito" de Rudi porque, aunque "ponga cara y rostro de monja, representa la derecha más extrema y radical".
Al igual que sus compañeros de partido en Castilla-La Mancha, los socialistas han cuestionado la implicación de Rudi en la política regional y critican que intente conseguir su cargo en la Diputación como trampolín. Almunia criticó que Rudi se marchará "cuando pase el primer tren", como cuando era alcaldesa de Zaragoza y dejó el cargo para ser presidenta del Congreso de los Diputados en 2000.
Patxi López deja claro que el PSE no pactará en ningún caso con Bildu
El fantasma de un programa oculto en la trastienda de intenciones del PP ha planeado también en la campaña de Aragón. El peligro de que los conservadores implanten el copago sanitario y resuciten el trasvase del Ebro ha sido uno de los principales caballos de batalla de Eva Almunia.
La candidata conservadora, Luisa Fernanda Rudi, ha mantenido un perfil moderado, sin pisar ningún charco que pudiera ensuciar sus perspectivas. Su discurso se ha basado en desmentir las acusaciones de los socialistas, especialmente, en materia de agua. La que fue primera mujer en presidir el Congreso reiteró en varias ocasiones que "en el programa del PP no está el trasvase del Ebro". La llave del Gobierno la tienen, sin embargo, las formaciones minoritarias como el Partido Aragonés, la Chunta o IU, claves para alcanzar un pacto de Gobierno.
Otro escenario clave ha sido la alcaldía de Zaragoza. El actual alcalde y candidato socialista, Juan Alberto Belloch, ha tratado de desmontar el argumento de que el candidato conservador, Eloy Suárez, representa el cambio político. Para Belloch, una victoria de Suárez supondría el retroceso: "El PP es la vuelta al pasado, a un tipo de ciudad pesimista, escéptica, murmuradora, cómoda para algunos, pero mediocre para todos y típica de capital de provincias".
Arenas convierte el 22-M en Andalucía en la primera vuelta de las autonómicas
Suárez, por su parte, lideró el discurso económico, en línea con los dirigentes conservadores de otras comunidades. Se comprometió a pagar la deuda del Consistorio, de 1.100 millones de euros, e instó a Belloch a que explicara cuál ha sido "la ingeniería contable" que ha llevado a "la quiebra" las cuentas públicas.
País Vasco
Todos pendientes del resultado de Bildu
Hereu (PSC) ataca a CiU a cuenta de los recortes que prepara Artur Mas
La legalización de Bildu ha marcado la campaña electoral en Euskadi. El papel de la coalición en la formación de los futuros gobiernos municipales ha sido argumento de debate de los principales partidos. Los socialistas se curaron en salud desde el primer momento. El lehendakari, Patxi López, dejó las cosas claras en un acto en San Sebastián. El PSE no pactará con Bildu en ningún ayuntamiento ni en ninguna diputación y pidió a la coalición que sea "más exigente con ETA, pidiendo sin juegos de palabras la disolución". Una vez cubierta la retaguardia, López pasó al contraataque. El lehendakari acusó al PNV de "pactar con Bildu" sólo por "acceder al poder".
El líder del PNV, Iñigo Urkullu, defendió la trayectoria de su partido acusando al PSE de haber hecho un "frente con el PP". A juicio de Urkullu, se ha vuelto a demostrar que el pacto PSE-PP "está más sólido que nunca" y "no tienen ni una sola fisura ni mucho menos línea roja alguna, al menos política, a la vista".
Bildu ha hecho frente a todas estas consideraciones presentándose como la mejor opción para conseguir la paz en Euskadi. Prueba de ello es el mensaje del candidato de esta coalición a las Juntas de Guipúzcoa, Martin Garitano, quien aseguró en el cierre de campaña que Bildu acelerará el «cambio político» en Euskadi hasta alcanzar una situación de "paz definitiva, normalización real y justicia social".
Andalucía
La campaña más difícil para los socialistas
Seguramente no ha habido campaña más desagradable que la que ha tenido que afrontar el PSOE en Andalucía, donde a los factores de desgaste de la marca del partido a nivel nacional se han sumado variables autonómicas de complicada gestión. José Antonio Griñán, secretario general del PSOE andaluz y presidente de la Junta, se expone a la que sería, aunque indirecta las elecciones andaluzas serán en 2012, su primera derrota tras llegar al poder en 2009 relevando a Manuel Chaves. Sería también la primera derrota del PSOE andaluz en 32 convocatorias electorales en la región desde la reinstauración de la democracia.
A la defensiva por las encuestas favorables al PP, el escándalo de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos y un paro desbocado, los socialistas andaluces en ningún momento han conseguido generar un ambiente de remontada. Las crónicas han ilustrado a un partido casi resignado a su suerte que se limita a cruzar los dedos con la esperanza puesta en ese casi 40% de indecisos. Los socialistas concentran sus aspiraciones en Sevilla y Jaén, donde aspiran a repetir gobiernos de coalición con IU y a situar como alcaldes a Juan Espadas y Carmen Peñalver, respectivamente. El PSOE pretende amortiguar su caída en los pueblos y plazas medianas, donde mantiene una larga hegemonía.
Al margen del resultado que arrojen hoy las urnas, Javier Arenas llega al 22-M con una victoria en el bolsillo: la campaña se ha desarrollado en los términos que él deseaba. El presidente del PP andaluz, derrotado tres veces en las tres últimas elecciones autonómicas, tiene la vista puesta en 2012, cuando las encuestas apuntan a que podría convertir la mayoría absoluta del PSOE en una de signo opuesto, y ha puesto toda la carne en el asador para convertir estas elecciones en una primera vuelta de la cita electoral del año que viene. Lo ha conseguido. Arenas ya tiene sus primarias, informa Ángel Munárriz.
Catalunya
PSC y CiU se disputan Barcelona
En Catalunya, la campaña ha estado marcada por la pugna entre CiU y PSC por dos históricos feudos socialistas como son Barcelona y Girona. Los convergentes han insistido en los 32 años de gobiernos de PSC en ambas ciudades, mientras que Jordi Hereu y Pia Bosch han atacado una y otra vez a sus adversarios a cuenta de los recortes que prepara Artur Mas en la Generalitat.
Los sondeos sitúan la pugna entre Hereu y Trias a favor del convergente, a pesar de que los sondeos han visto cómo las distancias se reducían en los últimos días. El hasta ahora alcalde ha insistido en el probable pacto entre CiU y PP para captar votos de la izquierda, mientras que Trias ha llevado a cabo una campaña tranquila centrada en la salida de la crisis. En las dos capitales restantes, Tarragona y Lleida, no parece que el PSC corra el riesgo de perder la alcaldía, informa Albert Martín Vidal.