Nieve, lluvia y fuertes rachas de viento en toda España
Alerta roja por mar de fondo en el norte peninsular; naranja y amarilla por lluvias y viento en el resto
El litoral gallego se encuentra en alerta roja (riesgo extremo) y Cantabria, Asturias, parte del País Vasco y Canarias en alerta naranja (riesgo importante) por mar de fondo del noroeste con olas de hasta 8 metros, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Además, otra treintena de provincias se encuentran en alerta amarilla (riesgo) por viento, lluvia o nieve. Concretamente en Andalucía por rachas máximas de viento de hasta 70 kilómetros por hora y fenómenos adversos costeros en el litoral gaditano y onubense, Estrecho y Ronda, Sol y Guadalhorce en Málaga, además de en zonas de Burgos, León, Palencia y Soria, así como en Melilla y Ceuta.
Las lluvias serán abundantes en Cádiz, Córdoba, costa granadina, Cuenca del Genil, Nevada y Alpujarras, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla, donde se esperan entre 40 y 60 litros por metro cuadrado en doce horas. Además, en Ciudad Real, en el sur de Badajoz y en Ceuta se esperan hasta 50 litros en doce horas. Alerta roja y naranja por mar de fondo del noroeste con olas de hasta 8 metros
La nieve caerá en la cuenca del Genil, Nevada y Alpujarras (Granada), y en Cazorla y Segura, Jaén capital y Montes donde se prevé una acumulación de entre 4 y 10 centímetros. También estará presente en las provincias de Huesca, Teruel, Albacete, Cuenca, Guadalajara, Ávila, Burgos, Salamanca, Segovia, Soria, Madrid, Navarra, Ourense, La Rioja y Asturias, con un espesor de entre 5 y 15 centímetros.
Precauciones en la carretera
En el caso de conducir con viento, conviene alejarse de cornisas, árboles, muros o edificaciones en construcción o grúas que puedan desprenderse.
En todos los casos, Protección Civil aconseja extremar las precauciones ante los riesgos derivados de la nieve y adoptar las oportunas medidas de autoprotección que favorecen su seguridad y la de los demás.
En caso de quedar aislado y necesitar ayuda, no hay que intentar resolver la situación por uno mismo, sino tratar de informar del hecho y, salvo que la situación sea insostenible, esperar asistencia.