Si el Gobierno cumple sus promesas para frenar las muertes de motoristas, los fabricantes del Salón Internacional de Seguridad Vial, que se celebra estos días en Madrid, se van a frotar las manos. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado un plan de 70 medidas con aspectos como más vigilancia en los casi 700 puntos negros y más dinero para que las diputaciones provinciales protejan los guardarraíles de la mayoría de las carreteras secundarias. Lo ha hecho tras informar a las principales asociaciones de motoristas de que ya han muerto 366 moteros desde el inicio del año, un 36% más que en el mismo periodo de 2006.

La reunión entre el ministro y los motoristas ha coincidido con la apertura de la Feria de Seguridad Vial que expone en Ifema hasta el 5 de octubre las últimas novedades. Los radares invisibles, imposibles de detectar por los conductores; aspersores automáticos contra el hielo en las calzadas; y, por último, un sistemas de reserva de plazas de aparcamiento a través de Internet o el teléfono móvil. Los nuevos guardarraíles y la protección de señalización vertical, declarados principales enemigos de los motoristas, destacan entre los elementos expuestos.

"Nos conformamos con la protección de los tramos curvos", ha comentado José Manuel Reyes, de la Asociación Mutua Motera, tras la reunión en la que han acordado junto al Gobierno poner en marcha en noviembre el nuevo plan.

De cada 100 motoristas heridos en 2006, quince sufrieron lesiones al chocar contra las temidas barreras de seguridad, según la empresa Basyc, fabricante de protectores de calzadas. Pere Navarro, director general de Tráfico, ha pedido a los motoristas "autorresponsabilidad" para evitar los accidentes.