Por Philip Pullella

El reconocimiento del Papa Benedicto XVI de que el uso de condones podría estar justificado para detener el contagio del sida no significa un cambio en el veto de la Iglesia Católica a su utilización como anticonceptivo, dijo el martes el Vaticano.

En un comunicado, el departamento doctrinal del Vaticano dijo que hubo "interpretaciones erróneas" de las palabras del pontífice, que causaron confusión respecto a las visiones de la Iglesia en temas de moralidad sexual.

En un libro publicado el mes pasado, el Papa utilizó el ejemplo de una prostituta para decir que había casos en los que utilizar un condón para evitar la transmisión del VIH podría ser justificada como un "primer paso" hacia la moralización, aunque los condones "en realidad no son la forma de lidiar con el mal de la infección de VIH".

Los católicos liberales celebraron las declaraciones en el texto pero la rama conservadora de la Iglesia expresó preocupación, por lo que la declaración del martes parecía buscar tranquilizarlos.

El comunicado de dos páginas de la Congregación para la Doctrina de la Fe indicó que las declaraciones del santo padre sobre los preservativos fueron "reiteradamente manipuladas para fines e intereses que son completamente ajenos al significado de sus palabras".

Esto pareció ser una referencia a los grupos liberales que elogiaron las palabras del Papa como una apertura al uso de condones como método artificial de control de natalidad, que la Iglesia no permite.

El comunicado indicó que el libro no representaba "una ruptura con la doctrina concerniente a la contracepción".

El documento rechazó específicamente las interpretaciones respecto a que la prostitución con condones para evitar el contagio del sida era "un mal menor".

Grupos de católicos liberales, activistas contra el sida y organizaciones de salud, incluyendo la Organización Mundial de la Salud, saludaron las palabras del pontífice sobre los condones como un gran avance.