Archivo de Público
Domingo, 26 de Septiembre de 2010

"Ser hijo de un trabajador no me impide gobernar"

Gómez sostiene que su "victoria" no necesita "padrinos"

IÑIGO ADURIZ ·26/09/2010 - 15:22h

En su feudo de Parla, donde fue consagrado como el alcalde más votado de España, Tomás Gómez comenzó oficialmente su campaña de primarias presentándose como el candidato de la "gente corriente", y el que encarna "el trabajo y el esfuerzo de todos". El líder del PSM aseguró que su principal objetivo es "convertir en realidad" un "sueño colectivo": "Que ser el hijo de un trabajador no pueda ser un impedimento para lograr el poder de una comunidad autónoma".

La clase trabajadora y sus derechos fueron los ejes de su discurso de ayer en el Teatro Jaime Salom. Su intención es hacer frente a la "sobrerrepresentación de la élite social en la política madrileña". Por eso, aseguró que si gana las primarias del domingo y las elecciones autonómicas de mayo, su victoria será "la de la gente normal que no necesita padrinos". "¿Qué falta nos hacen los padrinos?", se preguntó en medio de una ovación del público asistente, compuesto por centenares de personas.

"Orgulloso" de Zapatero

Esas palabras se interpretaron como una crítica a su rival en las primarias, Trinidad Jiménez, cuya candidatura está respaldada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, así como por otros miembros de su Gobierno y la ejecutiva federal del partido. Gómez se mostró "orgulloso" del trabajo de Zapatero, al igual que el de Felipe González.

El líder del PSM dijo esto en respuesta a la ministra, que le acusó de estar "anclado en el pasado" después de que el viernes varios ministros de la época de González lo arroparan en un desayuno informativo. "Yo no miro al pasado, pero sin pasado no hay raíces de futuro. No me escondo detrás de Felipe, pero no ocultaré a Felipe", insistió.

Gómez se presentó como el adalid contra el neoliberalismo. Según indicó, "desde que cayó el muro de Berlín se repuso el modelo capitalista", que es el que "ha provocado la crisis". Y frente a ese modelo, planteó a la socialdemocracia la necesidad de "un cambio" que permita a los gobiernos "poner las reglas del juego para evitar la especulación". Volvió a proponer un impuesto para los bancos, y un incremento del IRPF a los ricos.

Al líder del PSM le arroparon sus habituales. Entre el público se pudo ver a varios alcaldes socialistas, a dirigentes de distintas agrupaciones, a la portavoz socialista en la Asamblea, Maru Menéndez, a la ex ministra y diputada autonómica, Matilde Fernández, y al parlamentario madrileño José Cepeda, entre otros. Este último defendió que Gómez y Jiménez hablan de "modelos de partido distintos". "Algunos toman las decisiones desde despachos con moqueta, y otros consideramos que debemos decidir todos", apuntó.

Gómez abandonó el teatro entre un baño de multitudes que se agolpaba y empujaba para poder tocar a su líder.