¿La varicela protege de una enfermedad de la piel?
Por Genevra Pittman
Un nuevo estudio asegura que los niños que tuvieron varicela serían menos propensos que el resto, aunque esté vacunado, a desarrollar dermatitis atópica y asma cuando crecen.
No obstante algunos expertos señalan limitaciones del estudio y aseguran que los resultados no deberían desafiar los beneficios de la vacuna.
"El uso de la vacuna aportó un gran beneficio a la salud pública", dijo Jane Seward, experta en virus de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
"Vemos un descenso muy significativo de la mortalidad y las hospitalizaciones" por varicela. "Un solo estudio con un solo resultado es interesante, pero necesitamos más pruebas", agregó.
La dermatitis atópica es un tipo de eccema que aparece por una reacción alérgica. Sería el "primer paso" de una sucesión de alergias que llevan al asma, precisó el doctor Jonathan Silverberg, del Centro Médico Downstate, de State University of New York, en Brooklyn.
Estudios previos del equipo de Silverberg sobre la respuesta del organismo a la varicela y al herpes zóster -una enfermedad de la piel relacionada- habían sugerido que contraer varicela podría reducir el riesgo de que un niño desarrolle dermatitis atópica.
Para probarlo, el equipo analizó las historias clínicas de casi 700 niños y adolescentes; algunos tenían dermatitis atópica y otros no.
El equipo analizó si, alguna vez, los participantes habían tenido varicela. Aquellos que sí habían tenido la infección, en especial durante la infancia, eran significativamente menos propensos a desarrollar dermatitis atópica años después, según publica Journal of Allergy and Clinical Immunology.
El 20 por ciento de los niños con dermatitis atópica diagnosticada había tenido varicela previamente, a diferencia del 28 por ciento del grupo sin la dermatitis.
Pero esa relación no se mantuvo en el grupo que había tenido varicela después de los 10 años; esos niños eran tan propensos como el resto a desarrollar la dermatitis.
Además, los chicos que habían tenido varicela eran menos propensos a desarrollar asma.
Estar vacunado contra la varicela no pareció proteger de la dermatitis atópica y del asma.
Los autores sostienen que si un nuevo estudio confirma estos resultados, postergar la vacunación de los niños contra la varicela hasta los 8 o 10 años sería más eficaz y rentable y evitaría algunos casos de dermatitis atópica y de asma.
Actualmente, a los niños se los vacuna al año de vida, explicó Seward, por un buen motivo: la mayoría de los chicos que tienen varicela, la padecen cuando son muy pequeños.
Aunque no se la considera una enfermedad de gravedad, Seward comentó que algunos niños sufren neumonía u otros problemas graves, como la pérdida de una extremidad.
El doctor Eugene Shapiro, experto en la vacuna y profesor de la Escuela de Medicina de Yale University, en Connecticut, dijo que antes de la aparición de la vacuna, cada año se hospitalizaban 12.000 personas por varicela y morían 120 de ellas.
Silverberg coincidió en que postergar la edad de la inmunización podría aumentar la cantidad de muertes por varicela. Aun así, reconoció que más episodios de varicela significarían menos casos de asma, que es una enfermedad potencialmente fatal.
FUENTE: Journal of Allergy and Clinical Immunology; online 12 de julio del 2010