"En España no existe mucha filantropía"
Las ONG descartan que los ricos españoles imiten a Bill Gates
"Las comparaciones son odiosas", dice un refrán. Pero las reacciones a la noticia de que 40 multimillonarios estadounidenses, liderados por Bill Gates y Warren Buffett, se han comprometido a donar la mitad de sus fortunas a causas humanitarias no se han hecho esperar. "Es una iniciativa muy positiva, pero en España por desgracia no existe el mismo nivel de filantropía que en Estados Unidos", lamenta Antonio González, portavoz de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo en España (Congde).
El problema está en que "la gente con mayor poder adquisitivo no ha desarrollado todavía la responsabilidad que sienten los estadounidenses de tener que devolver a la sociedad lo que la sociedad les ha dado", opina González. Aunque, lo que es realmente necesario, más que la iniciativa privada, es "que el Estado cree políticas públicas y fiscales más fuertes que favorezcan las labores filantrópicas", explica el portavoz de la Congde.
40 millonarios de EEUU donarán la mitad de su fortuna a la caridad
Aun así, muchos de los hombres y mujeres más ricos de España intentan aportar su granito de arena a las causas humanitarias, sabedores de los beneficios fiscales. Multimillonarios como Amancio Ortega, propietario de Inditex o Emilio Botín, presidente del Banco Santander, entre otros, cuentan con fundaciones propias en las que dedican parte de sus fortunas (o la de sus empresas) a los más necesitados.
Ayudas millonarias
Esther Koplowitz ha dedicado más de 100 millones de euros en los últimos ocho años a "mejorar la calidad de vida de los que no tienen recursos", señalan fuentes cercanas a la empresaria. Su fundación, que está financiada única y exclusivamente por "fondos personales de Esther y no con dinero de su empresa", se dedica a construir y dotar residencias para ancianos y minusválidos físicos y psíquicos.
Las fundaciones para fines sociales cuentan con beneficios fiscales
Además, Koplowitz inaugurará en septiembre, en Barcelona, el Centro de Investigación Biomédica Esther Koplowitz (CIBEK), un ambicioso proyecto de 20 millones de euros. Su hermana, Alicia Koplowitz, también tiene una fundación, cuyos beneficios destina a crear hogares para niños de familias desestructuradas y a luchar contra la esclerosis múltiple.
La Fundación Marcelino Botín, que está financiada con "beneficios del Banco Santander", según fuentes de la entidad, destina sus fondos a desarrollar proyectos educativos de todo tipo como becas de artes plásticas o a apoyar a grupos de biomedicina. Además, cuenta con un programa de reinserción laboral para desempleados y ayuda a otras instituciones que "atienden a los colectivos más necesitados de la sociedad".
Amancio Ortega y Rosalía Mera, fundadores de Inditex y dos de los tres personajes más ricos del país, también muestran sus facetas solidarias con las fundaciones Amancio Ortega y Paideia, respectivamente. La primera nació en 2001 con 60 millones de euros y los destinatarios de sus fondos son proyectos educativos para jóvenes gallegos. Paideia, por su parte, se dedica a la reinserción social de personas con minusvalía psíquica.
A pesar de estos esfuerzos, la filantropía española es "poco eficaz porque son proyectos muy disgregados. Hay que empezar a pensar más en el bien común y no tanto en proyectos caritativos más pequeños", señala Antonio González desde la coordinadora de ONG.
Además, siempre existen dudas sobre por qué los más poderosos crean estas instituciones y se unen a iniciativas filantrópicas. "Sea por lo que sea toda la ayuda es buena", concluye González.