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Jueves, 20 de Mayo de 2010

Alergias infantiles a maní y frutos secos estarían en aumento

Reuters ·20/05/2010 - 18:30h

Por Amy Norton

Entre el 1 y el 2 por ciento de los niños en Estados Unidos y Canadá serían alérgicos al maní o los frutos secos, pero esa cifra estaría creciendo, según dos nuevos estudios.

Ambos alimentos son las causas más comunes de reacciones alérgicas graves y hasta fatales en Estados Unidos. Estudios recientes sugirieron que, mientras que la cantidad de niños con esos trastornos se mantiene relativamente baja, las tasas estarían aumentando.

En el estudio en Estados Unidos, un equipo halló que, entre 5.800 hogares encuestados en el 2008, el 1,4 por ciento de los menores de 18 años era alérgico al maní, según los padres. Ese porcentaje triplica el valor que el mismo equipo había hallado en 1997.

El estudio en Canadá, sobre más de 3.600 hogares sondeados en el 2008 y el 2009, reveló una tasa algo más alta: 1,7 por ciento de los niños tenían una alergia "probable" al maní. El mismo patrón se registró en relación a los frutos secos.

En Estados Unidos, el 1 por ciento de los niños era alérgico a los frutos secos, desde el 0,2 por ciento en 1997. En tanto, en Canadá, el 1,6 por ciento de los niños tenía alergia probable a este alimento.

Las alergias eran "probables" cuando los padres indicaban antecedentes "convincentes" de síntomas alérgicos, como picazón, inflamación o sibilancias, durante las 2 horas posteriores a la ingestión del alimento sospechado o cuando decían que un médico había diagnosticado el problema.

El equipo canadiense quiso confirmar esos diagnósticos, pero muchos participantes no proporcionaron el contacto médico o los médicos no entregaron los resultados de los test.

Por lo tanto, las tasas de alergias "confirmadas" fueron bajas: menos del 1 por ciento de los niños. En los adultos, el porcentaje de alergias probables al maní fue del 0,7 por ciento, mientras que los casos confirmados fueron menores al 0,3 por ciento.

"Creemos que la prevalencia "probable" quizás refleja mejor la verdadera prevalencia", dijo el doctor Moshe Ben-Shoshan, de la Universidad McGill, en Montreal, que lideró la investigación.

Ambos estudios aparecieron en el Journal of Allergy & Clinical Immunology.

La investigación estadounidense se sumó a las pruebas de que la alergia al maní sería más común en los niños que hace una década o dos.

Pero coincidió también con una revisión publicada la semana pasada en el Journal of the American Medical Association (JAMA), que estimó que la tasa real de alergias alimentarias y su crecimiento se estancó por "la falta de uniformidad de los criterios" para diagnosticarlas.

El principal test para detectar alergias es el desafío alimentario, en el que el paciente consume el alimento sospechado bajo supervisión médica para conocer si se genera una reacción alérgica.

Pero los médicos no suelen realizar esa prueba por el riesgo de causar una reacción grave. Otros test, como el de hipersensibilidad cutánea y los de sangre, no son tan precisos.

Tampoco se puede confiar sólo en los síntomas. Ben-Shoshan destacó que muchas veces la alergia se confunde con intolerancia alimentaria.

Las alergias son una reacción inmunológica que, en algunos casos, generan síntomas graves. La intolerancia no es una reacción inmune y permite comer pequeñas cantidades sin síntomas o con consecuencias menores, como la indigestión.

FUENTE: Journal of Allergy & Clinical Immunology, online 10 de mayo del 2010.