La IATA critica la gestión de la crisis de la ceniza volcánica
Las autoridades de la aviación europeas necesitan rectificar urgentemente sus reglas aeroespaciales para minimizar las interrupciones provocadas por la ceniza volcánica emitida por un volcán en Islandia, dijo el martes IATA, una entidad que agrupa a cientos de aerolíneas.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA por sus siglas en inglés) dijo que el sistema actual llevó a cierres innecesarios del espacio aéreo, con más de 1.000 vuelos cancelados el lunes 17 de mayo.
"Este problema no se resolverá pronto. El actual sistema europeo para decidir los cierres del espacio aéreo, en general, no está funcionando", dijo el director general de IATA, Giovanni Bisignani.
"La seguridad siempre es nuestra prioridad número uno. Pero debemos tomar decisiones basadas en los hechos, no en modelos teóricos no corroborados", dijo Bisignani en un comunicado.
Bisignani aplaudió el éxito de Francia de mantener abierto el aeroespacio de manera segura usando su experiencia aérea para interpretar los datos sobre el movimiento de la nube de cenizas, y la decisión británica para establecer niveles de tolerancia de manera más precisa.
IATA, cuyas 230 aerolíneas miembros incluyen a Lufthansa y Cathay Pacific, pidió una recolección de datos más robusta, una mejora en la toma de decisiones y urgencia en la resolución del problema.
Más de 200.000 vuelos operaron en el aeroespacio en el que se preveía que podía haber ceniza volcánica, pero ninguno informó una presencia significativa, como se verificó en las inspecciones de motores después de los vuelos, dijo.
El volcán, ubicado debajo del glaciar Eyjafjallajokull, ha estado en erupción durante semanas y no muestra señales de interrumpir su actividad.
La IATA, que ha anunciado un fuerte rebote en el tráfico de las aerolíneas en el primer trimestre de este año, debido a una recuperación de la economía mundial, dijo el lunes que el tráfico internacional caería en un 4 por ciento en abril debido a las interrupciones en Europa.
El grupo estimó que seis días de cierre en el espacio aéreo europeo en abril le costarían a las aerolíneas 1.700 millones de dólares en pérdidas de ingresos.
Antes de la erupción, la IATA había estimado que las aerolíneas perderían 2.800 millones de dólares este año, después de perder 9.400 millones de dólares en 2009.