El año más radical del Reina Sofía
El director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía programa diez exposiciones y traerá a 348 artistas con 1.600 obras en los próximos dos meses

P. H. R. - Manuel Borja-Villel.
Y al tercer año, Manuel Borja-Villel se rasga la camisa para tumbar la idea tradicional de museo. En los próximos dos meses, el director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía programa diez exposiciones y trae a 348 artistas con 1.600 obras... Y todo, asegura, sin alterar el presupuesto.
El modelo Borja-Villel ha superado los dos años de transición a velocidad de crucero y ahora despega: quiere "darle la vuelta a la modernidad". Literalmente, "invertirla", con el objetivo de "enseñar al ciudadano el mundo en el que vivimos", de preparar un lugar para la "resistencia" en la ciudad. "No me niego a hacer un museo popular, pero ese no debe ser el criterio", dijo el director.
Manuel Borja-Villel almorzó hoy con la prensa para aclarar la nueva línea de programación que va a encontrarse el visitante. En los próximos meses, el Reina Sofía mostrará que "la modernindad de Occidente no es universal, que Latinoamérica también cuenta", y el ejemplo de ello será la próxima inauguración, El principio potosí, la niña bonita de Borja-Villel, en la que se establecen correspondencias entre el arte colonial de los siglos XVI y XVIII y el mundo contemporáneo.
"Son exposiciones radicales, para vernos a nosotros mismos", confirma, y añade que esta metodología museográfica a la que se ha lanzado es específica, propia y única del Reina Sofía porque "los museos ya no son un espectáculo". Borja-Villel aspira a cambiar la idea de museo, si no lo ha hecho ya. Una prueba: todas las exposiciones que vienen "son ensayos, no hay intención enciclopédica en ninguna de ellas".