La carrera de las dudas
Los cuatro magníficos llegan a Jerez envueltos en reflexiones. Pedrosa, pole'

AFP - Pedrosa y Rossi en los entrenamientos oficiales del GP de España.
Si el cronómetro suele ser sinónimo del estado de ánimo en un box, la pole marca el techo de las buenas sensaciones. En Jerez, sin embargo, nada es lo que parece. Porque Pedrosa no sonríe con su 1:39.202, el mejor tiempo de la calificación de MotoGP. "La moto sigue yendo igual; sólo buscaba una buena posición en parrilla, una vuelta no dice nada", razona Dani. Sus dudas se mantienen tan firmes como la crítica a su Honda.
El nuevo chasis, más rígido, recibido en el trazado andaluz desde la factoría nipona no ha acabado con la falta de estabilidad de la moto en las frenadas, las salidas de las curvas y los momentos de mayor gas. De hecho, en la larga recta de meta de Losail, su Honda zigzagueaba como un flan. "Hemos probado de todo, pero la moto sigue teniendo el mismo problema", se resignaba ayer Pedrosa. El motor funciona. "Corre un poco menos que el del año pasado, pero siempre se mantiene agresivo. Si fuera más suave, eso sí, iría mejor", explica.
Las quejas se mantienen en el paquete de la dirección y estabilidad. "No puedo llevar la moto por donde quiero", se lamenta. Una exigencia que Dani palia construyendo un físico más fuerte. Para ello, Adam Constanzo está moldeando a Dani como antes hizo con Hamilton, los meses previos a su debut en Fórmula 1, pero esta vez con la necesidad de fortalecerle y hacerle ganar peso. Por eso se le puede ver por el paddock de los circuitos y en el hospitality de Honda, según informa Motocuatro.com, persiguiendo al piloto con un bocadillo para tratarle de hacer comer constantemente.
Una circunstancia que Pedrosa minimiza ante el comportamiento de las Yamaha. "Se crecen en carrera y según pasan las vueltas a partir de más o menos la mitad lo hacen muy bien y habrá que intentar estar con ellos", se exige Dani en el previsible duelo con Lorenzo y Rossi.
Al igual que Stoner, que cierra la primera línea, los dos pilotos de Yamaha prosiguen en Jerez con su portfolio de dudas. "La moto ha evolucionado pero no es todavía la moto redonda", espeta Lorenzo, que aprovechó la semana de relax, por la suspensión de la carrera de Motegi, para terminar de recuperar su muñeca y trabajar las trazadas con un par de sesiones de dirt-track.
"Esta mañana por ayer rodé exactamente como quería, muy a gusto sobre la moto, pero en los entrenamientos oficiales no ha sido igual", incide el mallorquín. En el caso de Rossi, aún dolorido por una caída practicando motocross en el parón, sus reflexiones evalúan la falta de potencia que mostró su M1 en Qatar. "Necesitamos ser más consistentes", asevera Il Dottore. Una petición que se convierte en exigencia para Stoner. En su circuito maldito, no ha tenido término medio. El viernes, mejor tiempo. Ayer, sufrió una caída para alentar sus dudas.
Bautista (13º), Barberá (14º) y Aleix Espargaró (15º) muestran la otra cara. A diferencia de los cuatro magníficos, los cronos de los novatos sí evidencian la mejora.