Al Qaeda se atribuye atentados en Argelia con más de 60 muertos
Al Qaeda publicó fotos de dos hombres que habrían estrellado sendos automóviles cargados con explosivos en Argel
La organización terrorista Al Qaeda se atribuyó hoy los dos atentados cometidos en Argel contra las oficinas Naciones Unidas y cerca de la sede del Tribunal Supremo argelino, que causaron la muerte de entre 60 y 70 personas.
A través de una página de Internet, Al Qaeda publicó fotos de dos hombres que habrían estrellado sendos automóviles cargados con explosivos en Argel. Previamente, el ministro del Interior argelino, Mohamed Yazid Zerhouni, había reponsabilizado al grupo Al Qaeda en el Magreb Islámico del peor atentado en más de una década en suelo argelino.
Este atentado es obra de la organización terrorista GSPC (Grupo Salafista para la Predicación y el Combate), dijo el ministro en una conferencia de prensa en la capital de Argelia. Esta organización se integró en enero pasado a la red terrorista Al Qaeda, adoptando el nombre de Al Qaeda en el Magreb Islámico.
El Ministerio del Interior informó en la noche de hoy que en los atentados murieron al menos 26 personas, mientras que el número de heridos asciende a 177. Sin embargo, fuentes hospitalarias señalan que ya son 67 las víctimas fatales. Se espera un número mayor durante las próximas horas, mientras se buscan más cadáveres entre los escombros. La ONU informó que diez de sus empleados habían muerto.
Un terrorista suicida estrelló su camioneta cargada con explosivos contra un edificio de Naciones Unidas en el barrio de Hydra. La oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) quedó destruida y la del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) sufrió graves daños, informó la organización.
Entre los empleados de la ONU que murieron en el atentado se encuentran un danés, un senegalés y dos asiáticos, mientras otras cinco personas fueron rescatadas con vida entre los escombros.
Diez minutos después, en el vecino barrio de Ben Aknun, un coche bomba explotó cerca del Tribunal Supremo de Argelia y del Tribunal Constitucional al paso de un autobús repleto de estudiantes que se consumió bajo las llamas.
En Ben Aknun, un barrio con numerosos colegios y universidades, la violencia de la explosión pudo sentirse en un radio de varios kilómetros y dejó inoperativas las redes telefónicas. Las escuelas fueron evacuadas, mientras padres desesperados buscaban a sus hijos en las calles.
Tanto el secretario de la ONU, Ban Ki Moon, como el alto comisionado del ACNUR, Antonio Guterres, condenaron el atentado y comprometieron la continuidad del apoyo internacional al gobierno y al pueblo argelinos.
"El ACNUR trabaja por la paz mundial e intenta ser un agente honesto, especialmente si se trata de necesidades humanitarias de refugiados y otras víctimas de la violencia y la persecución", dijo Guterres desde Ginebra.
En un comunicado desde Bali, el secretario general informó que la organización está trabajando con las autoridades locales en la búsqueda del personal de la ONU desaparecido.
"No hay palabras para expresar mi indignación, furia y enojo por los atentados terroristas contra la misión de la ONU en Argel", dijo Ban y calificó los ataques de "un acto de cobardía".
Ban expresó sus condolencias a las víctimas de este "horrible acto terrorista" y sus familias, como también al pueblo y gobierno de Argelia.
Este es el peor ataque contra la ONU desde el atentado que destruyó sus oficinas en Bagdad, en 2003, causando la muerte de 22 empleados, entre ellos el jefe de la misión en Irak, el brasileño Sergio Vieira de Mello.
En Argelia, las oficinas de la ONU cuentan con 19 funcionarios internacionales y 115 empleados locales.
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó el ataque en una declaración y llamó a llevar ante la justicia a los responsables de los atentados y combatir el terrorismo en todas sus formas.
El presidente estadounidense, George W. Bush, calificó los atentados como hechos de "violencia absurda". También la Unión Europea condenó el ataque y reiteró su "apoyo a los esfuerzos de las autoridades argelinas por superar el gran sufrimiento de las últimas décadas" en el país norafricano.