Concentración de ACPV, en Xixona, frente al repetidor que emite para las comarcas de Alicante.

El cierre del repetidor de la Carrasqueta (Xixona), que permitía la emisión de TV3 en Alicante, enfrentó a Acció Cultural del País Valencià (ACPV), propietario del mismo, y a la Generalitat valenciana, que preside Francisco Camps (PP). A ellos dos directamente. Pero ha dejado perplejo al Gobierno catalán, que no entiende la decisión de precintar domingo por la noche una antena que llevaba 23 años funcionando.

Ya hubo intención de cerrarlo en abril. Entonces una cadena humana lo impidió. El vicepresidente del Consell, Vicente Rambla, afirmó que el precinto de las instalaciones pretende “cumplir la ley” dictada por un juzgado de Alicante. La decisión judicial viene a ratificar la falta de las licencias correspondientes.

Dos más amenazados

ACPV gestiona otros dos repetidores en Montdúver y Bartolo, mediante los cuales distribuye la señal de la televisión catalana al resto de territorio valenciano, y teme que sigan el mismo camino. A pesar de la “alegalidad” de las emisiones, la entidad asegura que el cierre “no se debe a cuestiones judiciales, sino políticas”.

La clausura dictada por el juez vencía ayer. Y técnicos del Gobierno valenciano procedieron el domingo a su ejecución. Rambla, una vez “cumplida la ley”, aseguró estar dispuesto a avanzar en el “acuerdo de reciprocidad” que permita a TV3 emitir legalmente en territorio valenciano y que Canal 9 se pueda ver en Catalunya. Está a la espera de que se apruebe el real decreto que lo posibilita. Fuentes de ACPV opinan que el Gobierno del PP sólo persigue más control mediático.