Archivo de Público
Martes, 4 de Diciembre de 2007

La unidad política, rota en la calle

El acto contra ETA quedó empañado por los enfrentamientos verbales entre partidarios y adversarios de Zapatero

María Jesús Güemes ·04/12/2007 - 22:02h

Por una vez estaban allí todos juntos. Sindicatos, patronales y, sobre todo, partidos políticos. "La unidad de los democrátas para derrotar a ETA". Ese fue el mensaje que entonó José Blanco, secretario de Organización del PSOE, y que todos los demás repitieron.

Eso sí, Rajoy aprovechó la ocasión para volver a exigir la ilegalización de ANV, la del PCTV y pedir, de paso  que no se vuelva a negociar con la banda terrorista. Algunos, como Josu Erkoreka, portavoz del PNV en el Congreso, fueron más emotivos, recordando que "la política tiene que estar al servicio del ser humano y no al revés".

Gritos

Frente a ellos, la sociedad civil. Varios miles de asistentes. Pero pocos. Y había dos grupos, enfrentados entre sí. Sin parar de dar gritos, tratando de ver cual se imponía. Los unos defendían a José Luis Rodríguez Zapatero.

"Hay que ser valiente, como el presidente", gritaban. Mientras otros respondían, "Zapatero, dimisión". Un bando enviaba el mensaje de "Zapatero, no estás solo". Y como respuesta se encontraban con una pregunta: "¿Dónde está vuestro presidente? No se le ve. Es un traidor".

Los pocos asistentes fueron elevando progresivamente el tono de su voz. Hasta que en el escenario, una representante de UGT anónima, comenzó a leer el comunicado.

En él se respaldaba a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a la Guardia Civil, se recordaba a las víctimas y se mostraba la repulsa social contra los actos terroristas.

Pero de su contenido destacaba una frase: "Apoyamos y apoyaremos al Gobierno para derrotar a ETA'". Lo suscribían todos los que estaban allí. Incluso, el PP con Rajoy a la cabeza.

Después, llegaron los dos minutos de silencio. Fueron respetados. Lo justo. El cronómetro corría hacía atrás cuando ya se les volvía a escuchar. Los cañones y trompetas de la versión musical que cerró el acto trataban de enmudecerles.

Recordatorio
Sólo alguno se atrevió a recordar por qué estaban allí. "Hay que estar unidos contra ETA". El resto lo silenciaba. Unos jóvenes mostraban orgullosos una bandera de Falange. Un señor protestaba: "España entera, solo una bandera".

Zapatero, aunque no estuvo, fue el protagonista absoluto. Para aquellos que le criticaban y para los que se encargaban de defenderlo. Para Rajoy pocos mensajes: "Yo sí vengo", le decían los partidarios.

Las luces de Navidad iluminaban uno de los escenarios más emblemáticos de la capital madrileña, la Puerta de Álcala. Pero ese espíritu no llegó a contagiarse en la calle. La policía nacional estaba pendiente. Por radio se comunicaban entre sí, atentos al grupo de los ultras.

Pero no se registró ningún altercado físico. Sí hubo insultos, agarradas verbales y varias discusiones encendidas entre los partidarios de una ideología y otra. Era el debate de las dos Españas.

La gente había acudido por todo tipo de razones. Unos por curiosidad, otros por ver si veían a algún político. Alguno reconocía que les había pillado de compras y que, debido a la puntualidad con la que comenzó el acto, habían llegado tarde. Ahora bien, unos cuantos iban preparados con el "kit" completo: pegatinas, bandera, megáfono y todo un repertorio de frases contra el Ejecutivo.

Un señor que se había desplazado desde Alcalá de Henares explicaba que si "empezaban los jaleos, él se iba". Un grupo de señoras pedía respeto para el presidente del Gobierno. "Al igual que se le tuvo a todos los demás", decían. En el otro extremo, despostricaban contra Zapatero. "Está dándole nuestro dinero a los terroristas", decían.

Algunos eran viejos conocidos por alborotadores. Los mismos que el día anterior habían proclamado frente al Ayuntamiento de Madrid que ellos no iban a acudir porque era una movilización de "rojos" y que fueran "los Bardem".

La ausencia de la AVT
Los que faltaron fueron los representantes de la AVT. A Patxi López, líder del PSOE en el País Vasco, le pareció perfecto. Lo importante, en su opinión, es que "estamos todos los que representamos a la sociedad española". Por el Gobierno, Jesús Caldera y Carmen Chacón.

El ministro de Trabajo resaltaba que a él sí le habría gustado "que hubiera estado" Alcaraz. A Rajoy, también. El líder del PP dijo que habría sido "bueno que fuera", evidenciando que las relaciones no atraviesan un buen momento.