Noche mágica en Stamford Bridge

Malos augurios. El partido comenzaba mal para el Barça con un repentino gol de Essien. Un golazo más bien. Nadie se lo podía esperar, o al menos tan pronto. REUTERS

Essien lo dio todo. Ni él se creía el golazo que metió. REUTERS

Sí, Valdés. Se cuela por la escuadra. REUTERS

REUTERS - Uno de los aspectos más destacados del encuentro ha sido la tensión y en algunos momentos incluso la dureza. Aunque no ha sido un partido especialmente sucio. En este sentido, el Chelsea partía con ventaja, pero el Barça supo sacar la casta y aguantar el tirón de 'los blues'. En la imagen, Florent Malouda (d) y Dani Alves pugnan por un balón.

REUTERS - Pues eso... contundencia, y a veces dureza y faltas no aptas para jugadores de ajedrez. Muchas de ellas por ir pasado de revoluciones. Una constante en los dos equipos, sobretodo en el Barça. REUTERS

REUTERS - Como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras. Esta es la de la desolación y la desesperación. Una tarjeta roja en los últimos minutos a Abidal exintiguía casi cualquier resquicio de esperanza. Los culés se hundían. Cada segundo restante jugaba en contra. Y eran uno menos. Anelka suspira aliviado. Estamos un poco más cerca, seguro pensaba.

Alivio versus desesperación. El sueño está un poco más lejos.Otra perspectiva, misma escena. AFP

AFP - Como dos patinadores en medio del césped del Stamford Bridge.Drogba y Yaya Touré se deslizan en otro lance del juego. El público expectante. Un balón más divido. Aún queda algo de vida.

Definitivamente hoy no fue el día de Messi. El Barça no llegó al área contraria como suele hacerlo y el argentino no apareció como de costumbre. En la imagen pugna con el rostro de la experiencia. El defensa John Terry. EFE

REUTERS - Explosión de alegría tras un golpe certero de balón. Como dijo Iniesta tras el encuentro, "puso todo el alma" en ese disparo. Un sólo contacto con la pelota que bien vale un billete para Roma. Un jugador mágico que aparece en los momentos clave. Un golazo calificado por la prensa como 'Iniestazo'.

Andrés Iniesta, un manchego que desató la locura en Londres. EFE

Ni el público de detráS de la portería se lo creía. REUTERS

REUTERS - En el fútbol, donde hay alegría, hay tristeza. Y rabia. Más si cabe si cuando encajas un gol tienes la sensación de que se ha recibido de manera injusta. Un jarro de agua fria que te baña por fuera y un fuego aniliquilador por dentro. Esto sería lo único que explicaría la reacción de Ballack tras el tanto de Iniesta. Corrió hacia el árbitro cual murciélago en busca de su presa y presto empezó a aletear sus brazos, creando una ármonico movimiento coordinado con el árbitro, como una final de natación sincronizada. El murciélago recorrió varios metros tras el árbitro, que aunque calvo, no era Collina y quizás se tragó varios penaltis, pero era rápido el tio. Al final desistió. Pero la escena dantesca quedará para la posteridad. REUTERS

Toneladas de emoción corren hacia el córner. ¿Por qué los jugadores de fútbol corren como sin control cada vez que meten un gol como si estuvieran locos? Será por la emoción. Normal que algunos se lesionen celebrando un tanto. Todos al montón. AFP

¿Dónde señalan? ¿A Roma? Hoy para el Barça, y aunque algunos fueran inescrutables y largos, todos los caminos llevaban a Roma. REUTERS

Drogba se volvió loco. Salió del banquillo para quejarse al árbitro de que... habían perdido. REUTERS

Valdés con Alves. Alves con Valdés. Encandenados. Por cierto, partidazo del guardameta del Barça. Hoy el equipo le debe mucho a su actuación. REUTERS

Pep era otro tras el gol. Messi, No llores. Ya pasó tontorrón. No llores. Estamos en la final. Venga va.. REUTERS

Patinaje, natación... todos los deportes en uno.

Patinaje, natación... todos los deportes en uno.

EFE - Marea azul en el estadio londinense. Algún amarillo disipado entre tanto azul. Pero también eran del Chelsea.

Amarillo, el color de la suerte para el Barça a partir de ahora. EFE

EFE - Pep no se lo creía

EFE - 'Moto GP' (así llama Montes a Alves) arranca la moto, valga la redundancia. O eso o...

Piqué no sabía, a juzgar por esta imagen, lo que iba a ocurrir. Justo el disparó de la victoria. Una foto para el recuerdo. EFE




