Archivo de Público
Miércoles, 28 de Noviembre de 2007

Noruega, el semillero global

El país nórdico almacenará desde 2008 millones de variedades de especies en un túnel de frío horadado en una montaña

MARÍA GARCÍA DE LA FUENTE ·28/11/2007 - 18:57h

Croptrust - Construcción del banco de semillas en el archipiélago de Svalbard (Noruega).

En el archipiélago noruego de Svalbard, más allá del Círculo Polar Ártico, es de noche la mitad del año. Sus suelos están helados y el blanco de la nieve es el paisaje predominante. El oso polar es su principal habitante. Según los últimos censos, en la zona del Mar de Barents viven unos 3.000 osos polares, y la mitad de ellos cría en Svalbard. Pero la biodiversidad va a crecer en este paraje congelado. A partir de febrero del año que viene empezarán a llegar semillas al nuevo banco de germoplasma que se construye en una de las colinas de la isla de Spitsbergen.

El proyecto, promovido por el Gobierno noruego, pretende albergar 4,5 millones de muestras de semillas en una bóveda, la mayor cantidad recopilada del mundo. El objetivo es convertir esta isla en un depósito de las variedades de los cultivos alimentarios vitales del mundo. Así, las semillas de trigo, cebada o guisantes permanecerán congelados durante miles de años, a la espera de que sea necesario su uso, en caso de extinción de alguna. Este almacén no albergará organismos modificados genéticamente o transgénicos, ya que la ley noruega impide la importación de estas semillas.

El banco de semillas se instalará en una bóveda al final de un túnel de 120 metros de profundidad, horadado en la roca. Los ingenieros han diseñado la cámara frigorífica en el interior de la roca de arenisca, ya que es idónea para alcanzar una temperatura de 18 grados centígrados bajo cero. La elección de una isla congelada la mitad del año para la construcción de este gigantesco almacén obedece a dos razones: las semillas necesitan unas condiciones de humedad y temperatura especiales para su conservación y los promotores aseguran que este depósito sirve de protección en caso de desastre natural o guerra mundial.

El vicedirector de Horticultura del Real Jardín Botánico de Madrid (perteneciente al CSIC), Mariano Sánchez, explica que las semillas necesitan para su óptima conservación una humedad y una temperatura bajas. Sánchez hace hincapié en que sobre todo la humedad debe ser baja, entre el 3% y el 7%, para evitar tanto que las semillas se pudran como para que no pierdan la capacidad de germinación.

Cómo mantener las semillas

Para confinarlas durante muchos años, primero hay que colocar la semilla con gel de sílice en un frasco cerrado, que absorbe la humedad del ambiente y de la semilla. Posteriormente se coloca en un bote de cristal hermético o, en caso de que se quiera preservar a muy largo plazo, se introduce en un vial de cristal al vacío, según explica Sánchez.

Para despertar a las semillas se aumenta progresivamente la temperatura y para iniciar el proceso de germinación se las coloca en agua; es decir, humedad y calor para descongelarlas y devolverlas a la vida. Los bancos de germoplasma realizan cada 10 ó 20 años pruebas para comprobar que las semillas aún pueden germinar y se mantienen en las condiciones adecuadas y, en caso de que se pudiera perder alguna variedad, realizan un duplicado. Algunos estudios experimentales indican que pueden permanecer almacenadas hasta 20.000 años.

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura estima que hay alrededor de 1.400 colecciones en todo el mundo; la mayor de ellas, hasta el momento, es el de EEUU, con 464.000 muestras.

Endemismos, hortalizas, cereales y especies forestales

Los bancos de germoplasma que ya existen en el mundo almacenan 6,5 millones de semillas, tanto de plantas endémicas (hortalizas y cereales), como de forestales. Los mayores depósitos se encuentran en EEUU, China, Rusia, Japón, Corea del Sur, Alemania y Canadá. A partir de febrero de 2008, Noruega albergará el mayor semillero del mundo, con más de cuatro millones de variedades. Estos bancos almacenan, en muchos casos, las mismas semillas. La repetición garantiza la conservación de la biodiversidad en caso de pérdida de algún almacén por accidente o desastre natural. En España el depósito más antiguo es el de la Universidad Politécnica de Madrid, que ha cumplido 40 años. Otro banco importante para la investigación de especies vegetales es el del Real Jardín Botánico de Madrid (CSIC), que recoge en la actualidad en sus viales más de 2.400 semillas.