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Jueves, 22 de Enero de 2009

Obama ordena el cierre de Guantánamo en un año

El presidente de EEUU firmó también, en su segundo día de trabajo, otras dos órdenes ejecutivas que prohíben la tortura y los malos tratos en los interrogatorios

AGENCIAS / PÚBLICO.ES ·22/01/2009 - 17:42h


Obama firma la orden ejecutiva para el cierre de Guantánamo.- MATTHEW CAVANAUGH / REUTERS

Una de las órdenes más esperadas del nuevo presidente de EEUU, ha sido firmada hoy. En su segundo día de trabajo, Obama rubricó la orden ejecutiva para el cierre de la prisión de la base naval norteamericana de Guantánamo, en el sudeste de Cuba, establecida en 2002 para sospechosos de terrorismo.

Sentado en su mesa del Despacho Oval, Obama firmó además otras dos órdenes que prohíben la tortura y los malos tratos durante los interrogatorios y el encarcelamiento de los presos, y establecen un grupo de trabajo que elabore recomendaciones sobre el asunto.

Una cuarta orden se refiere de manera específica al caso de Ali al Marri, de origen qatarí y el único "combatiente enemigo" retenido en suelo estadounidense.

Una orden se refiere al caso de Ali al Marri, el único "combatiente enemigo"  en suelo estadounidense

Obama ha ordenado una revisión de su caso para determinar si este prisionero tiene derecho a presentar una demanda para exigir su libertad, una posibilidad que los tribunales de Estados Unidos han abierto a los presos del campo de detención de Guantánamo.

En declaraciones al firmar las órdenes, el presidente afirmó que con ellas "Estados Unidos tiene como intención proseguir la lucha actual contra el terrorismo", y que lo hará "de manera vigilante, efectiva y de acuerdo con nuestros valores y nuestros ideales". "Estamos decididos a ganar esta lucha, y ganarla en nuestros términos", aseguró.

Al firmar la orden para el cierre de la prisión de Guantánamo, declaró que con ello no sólo cumple un compromiso que hizo durante la campaña, sino también un concepto que data de la fundación de EEUU, "que estamos dispuestos a respetar unos ciertos parámetros de conducta; no sólo cuando es fácil, sino también cuando es duro".

Plazo de un año

firma obamaEl plazo para el cierre del centro de detención es de un año, durante el cual "estableceremos un proceso" para determinar cómo mejor proceder a su clausura.

La firma de las órdenes se produjo después de una reunión del mandatario, que tomó posesión del cargo el martes, con militares en la reserva con los que analizó la situación en esa cárcel.

La detención prolongada de supuestos terroristas y su permanencia sin juicio, aislados, en esa base naval, y sometidos en algunos casos a métodos de interrogatorio que pueden ser considerados como tortura, han sido durante años objeto de críticas de los aliados de Washington y de denuncias de los grupos defensores de los derechos humanos.

Proceso inteligente 

La consejera de HRW indicó ayer que con la orden ejecutiva, el presidente Obama pondrá en marcha un proceso inteligente para cerrar el centro de detención. "Abrigamos la esperanza de que para enero de 2010 cada detenido enfrente cargos criminales en un proceso justo, o sea puesto en libertad", indicó.

"Abrigamos la esperanza de que para enero de 2010 cada detenido enfrente cargos en un proceso justo"

El martes por la noche, Obama instruyó a su secretario de Defensa, Robert Gates, para que pidiera a los jueces militares en Guantánamo la suspensión durante 120 días de los procesos contra los 250 presos que permanecen en esa cárcel.

Menos de 24 horas después de la solicitud transmitida por Gates, el coronel Patrick Parrish suspendió, sin audiencia, el proceso contra el ciudadano canadiense Omar Khadr.

Khadr, uno de los cientos de hombres que han permanecido años recluidos en Guantánamo sin juicio, está acusado por la muerte en 2002 de un soldado estadounidense en Afganistán. Cuando fue capturado Khadr tenía 15 años.

Promesa electoral 

Durante su campaña electoral, Obama prometió que cerraría Guantánamo y ahora su Gobierno busca los mecanismos legales para poner punto final a los procesos en los que no hay cargos verificables, y el procesamiento de los casos restantes en una jurisdicción legal que aún debe determinarse.

A fines de 2002, el presidente George W. Bush estableció unos tribunales militares que debían juzgar a los calificados como "combatientes enemigos ilegales", supuestamente no amparados por las convenciones de Ginebra, ni por las leyes federales de Estados Unidos.