Hamás proclama que seguirá la lucha armada
Rechaza el alto el fuego de Olmert y exige la retira del Ejército israelí de Gaza

L. Beshara / AFP - Jóvenes palestinos exiliados en Siria exigen la retirada del Ejército israelí de la franja de Gaza.
Los palestinos de Siria salen todos los días a las calles a manifestarse contra los ataques israelíes en Gaza. Exigen la retirada del Ejército israelí y el cumplimiento de los compromisos internacionales para la creación de un Estado propio. A pesar de que muchos de ellos han nacido lejos de Palestina, las imágenes del horror que les llegan cada día de la Franja ha redoblado su ánimo de lucha "contra el invasor". También las esperanzas de regresar a su tierra ancestral.
Es lo que sucede en el campo de refugiados de Yarmuk, en Damasco, donde viven 200.000 del medio millón de refugiados palestinos que hay en Siria. Miles de personas salen a la calle para clamar contra la masacre mientras ondean banderas verdes de Palestina. Algunos enarbolan símbolos de Hamás. "Esto es para decir a la gente de Gaza que todos los palestinos estamos con ellos", dice un hombre nacido en Yarmush de padres palestinos.
Muchos palestinos creen que la resistencia es el único camino
Todos participan en la manifestación: hombres, mujeres, niños, ancianos, adolescentes Una mujer señala a los niños que la rodean. "El gran sueño de la estrategia sionista era que, echando o matando a los padres, los niños se olvidarían de su patria, pero no lo han logrado. Sienten que su tierra está allí, Palestina. Su sueño es volver. Son los primeros que quieren participar y que incluso quieren combatir al lado de la resistencia. El futuro", dice con firmeza.
El portavoz de Hamás en Siria, Alí Barakei, asegura que este alto el fuego de Israel "no significa nada" porque no tiene en cuenta a la resistencia palestina. "No contempla ninguna de nuestras cuatro peticiones, que son indisociables", señala. Se refiere a la retirada del Ejército israelí de la franja de Gaza, la apertura de pasos fronterizos, el fin del bloqueo y la tregua renovable de un año. Sin ellas, no habrá paz.
Resistencia fortalecida
Los ulemas aseguran que la estrategia de Israel ha vuelto a fracasar
La invasión israelí de Gaza ha cementado a la resistencia. Cada paz fracasada, cada muestra de arrogancia israelí en la zona, cada casa árabe destruida, ha terminado transformándose en alimento de Hamás, la única esperanza ante el Goliat hebreo.
Ahora, en estas horas oscuras para la paz, Hamás proclama que continuará su defensa armada de Gaza. "Me temo que tendremos que recuperar la estrategia de los atentados suicidas", dice el portavoz de Hamás en Siria. Barakei deja claro que no les gusta luchar pero que el abuso y la hipocresía imperante en la región no les deja "otro remedio". Luchar para sobrevivir.
Hamás es consciente de que sus cohetes hacen poco daño a su enemigo feroz, pero tratan de desplegar el miedo entre la población israelí como forma de presión al Gobierno de Tel Aviv. "Intentamos un acuerdo con ellos para no tocar a los civiles pero lo rechazaron. Es bonito hablar de treguas ante la comunidad internacional mientras siguen bombardeando", comenta Barakei.
El jefe de la oficina de Hamás en Yarmuk y miembro del consejo de ulemas de Palestina, Nawaf al Takururi, asegura que el alto el fuego unilateral demuestra que Israel ha fracasado. "No han conseguido sus objetivos. Tras más de 20 días de ataques indiscriminados, resistimos. Si continúa la ocupación, seguiremos lanzando cohetes como método de defensa", asegura Al-Takururi.
Este alto el fuego unilateral anunciado por el Gobierno de Israel es interpretado por la dirección de Hamás en el exilio como una forma de evitar que los considerados países árabes moderados (Egipto, Arabia Saudí y Jordania) se sumen a una declaración dura de condena a Tel Aviv en la cumbre árabe que se celebra mañana en Kuwait. No quieren que se repita lo sucedido el viernes en Doha (Qatar), Israel ha comenzado de nuevo a poner en marcha su maquinaria mediática para justificar una postura más favorable a sus intereses sobre el futuro de Gaza. Y de paso mantener las grietas que separan a los paises árabes abiertas en canal.
Mahmud se mueve entre la multitud agarrado a un amigo. Tiene ocho años, pero sabe perfectamente por qué está aquí: "Es por Palestina. Están matando a nuestra gente en Gaza". También tiene claro lo que quiere: "Un estado palestino independiente donde vivir". Mientras, alguien señala un cartel colgado en uno de los balcones cercanos. El mensaje se dirige a Israel: "Estáis escribiendo una historia negra con fósforo blanco".
La gente aclama a un joven que quema una bandera israelí. Un gesto de desprecio ínfimo "comparado con la ofensa que ellos nos provocan cada día asesinando a nuestra gente", dice un hombre con los ojos encendidos.
Una mujer rompe a llorar. "Sólo nos queda la resistencia. Podemos morir nosotros y nuestros hijos, pero los hijos de nuestros hijos seguirán la lucha", exclama con la voz estrangulada. El sol se pone. Las tinieblas avanzan.